El frío estaba llegando muy rápido, era el cuarto mes de embarazo, fue cuando empezó su primer antojo, un delicioso batido de chocolate con un poco de fresa, crema batida y claro que algunos malvaviscos no podían faltar, se le hacía agua la boca de solo pensarlo.
El problema era, que eran las 3:12am, nadie iba a salir a cumplir sus caprichos, así que se levantó con dificultad quitando la intravenosa de su muñeca, para colocarse un abrigo y salir de casa.No sabía con exactitud que tan bueno sería salir así, pero su bebé estaba pidiendo ese delicioso manjar, así que lo necesitaba cuanto antes. Tomo las llaves del auto para manejar por aquellas calles solitarias, todo estaba completamente solo, y claro que no era de esperarse, que podía esperar si era plena madrugada.
– Perdóname, pequeño bebé – acarició su abultado vientre – creo que será para después – como si el pequeño lo fuera escuchado, sintió el apretón en el pecho junto a las inmensas ganas de vomitar – por favor, tranquilo, amor – hablaba con cariño – trataré de hacer algo.
Era Corea del sur, alguna tienda deberá estar abierta a estas horas, así que siguió manejando hasta encontrar por fin un súper, dónde al entrar empezó a buscar los ingredientes para poder preparar ese batido de chocolate, buscando en cada estante hasta que encontró un tarro de crema de maní, no sabía que tenía aquel antojo hasta que vio aquel tarro. Era como si lo fuera llamado para ser totalmente comido por él.
Pasado unos minutos de ir de aquí para allá, pasando por todos los pasillos, encontró todo lo que necesitaba, llevando algunas barras de chocolate, cuando estuvo a punto de pagar se encontró con aquel pelinegro que hacía años le robaba el aliento.– ¿Tae? – lo miro preocupado, pero el peli-gris solo retrocedió – te ves terrible ¿Paso algo?
– No, todo está bien, completamente bien – trato de sonreír – ¿No ves? Soy el mismo Taehyung – pasó los productos por la caja registradora para salir de una vez de ese lugar.
Estuvo a punto de irse, hasta que sintió como una mano tocaba con delicadeza su brazo.
– Si estás embarazado – trato de acercarse, pero el Omega retrocedió – ¿Por qué mentiste?
– No tengo el porque decirte que hago o dejo de hacer con mi vida ¿No deberías estar con Yoongi? – trato de subirse al auto, pero el alfa no lo dejo – déjame en paz, Jungkook.
– Taehyung, te conozco desde que eras un niño y me preocupas, no esperaba verte así – Taehyung lo ignoro por completo, volviendo a intentar subirse al auto – Taehyung.
– ¿Ahora si me conoces? ¿Ahora sí? – sus ojos se llenaron de lágrimas – solo me conoces porque me ves mal, no necesito tu maldita lastima, gracias – lo miro con enojo – hace meses que no me dirigías la palabra ¿Que te hizo cambiar de opinión? ¿Verme así? Porque no te vas de una vez y me dejas tranquilo.
– Taehyung, eso no fue así – el pelinegro miraba con más miedo a Taehyung, verlo tan delgado, con unas ojeras inmensas – después de lo que pasó ese día, sabía que debía alejarme, Tae, no quería lastimarte.
– ¿No querías lastimarme? – ahora las lágrimas bajaban como una cascada – ¡Me lastimaste! M-me decías que ibas a estar siempre conmigo, que ibas a protegerme, solo me protegiste esa vez con mi padre – se podía ver el inmenso dolor que tenía en sus ojos – las otras veces no estabas ahí, después de que mi olor se identificará más ¿No recuerdas? – Jungkook quería decir que no recordaba, pero si recordaba ese día – me dijiste que te daba asco, que mi olor te producía asco, lo dijiste sin importar nada. Jungkook, ese día fue la primera vez que habían abusado de mi, estaba tan asustado y luego cuando corrí a verte para sentir algo de protección, me dijiste que te daba asco ¿Y como no hacerlo? Si ese alfa ya me había tocado.
– No, Tae – Jungkook trato de acercarse otra vez, haciendo que Taehyung retrocediera – Taehyung, eso no fue así, mi lobo te estaba rechazando, no quería alejarte así.
– Ya lo hiciste – limpio sus lágrimas con brusquedad – lo siento, perdóname por drogarte ese día, estaba asustado, solo quería que alguien me amara, pero ya veo que no es así – subió a su auto – adiós, Jungkook.
El pelinegro se había quedado en medio de la calle, si lo llego a amar, pero su lobo simplemente no lo acepto y luego llegó Yoongi, haciendo que su mundo se iluminará, olvidándose totalmente de Taehyung, sin saber el dolor que le había causado.
(...)
Con aquellas bolsas, llegó a casa para poder preparar el batido que hace rato le había pedido su bebé, empezando a preparar el delicioso chocolate, que al entrar su olor por sus fosas nasales, se sintió de alguna forma calmado.
Ya con todo listo, con todas esas delicias mezcladas empezó a degustarla, sintiendo alivio en su pecho.Recordando cuando despertó en aquel hotel, no era que quisiera herir a Hoseok, solo que lo odiaba, lo odiaba por haber estado con él sin su consentimiento, otro alfa que lo había tomado a la fuerza, pero lo que más le había enfadado y asustado al grado de que no sabía que hacer, fue ver aquella marca en su cuello, después enterarse que estaba embarazado.
Odio a su lobo por haber tomado el control, odio a todo el mundo y se odio a si mismo, por haber nacido Omega, si fuera sido un alfa las cosas serían totalmente diferentes, tal vez fuera tenido el amor de sus padres, tal vez nadie usaría sus feromonas para someterlo, tal vez no tendría un lazo roto.– Al menos te tengo a ti – se tocó el estómago – tú serás mi compañía ¿Verdad? – se sintió por primera vez cálido – descuida, mami te va a amar mucho, cachorrito.
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Blue & Grey [HopeV]
FanfictionTratar de lidiar con un embarazo solo después de romper el lazo con tu destinado no era fácil, claro que Taehyung no lo pensó dos veces para romper aquel lazo haciendo que ambos, tanto el como Hoseok sufrieran. ¿Podrá con tanto dolor? o simplemente...