Blue & Grey [HopeV]

Extra 1

Años después.

Se levantó por los besos que repartía su solecito por todo el rostro, se removió solo un poco para seguir durmiendo, pero claro que el alfa no dejo así que paso sus manos por el cuerpo desnudo de su Omega llegando hasta sus nalgas para apretarlas, haciendo así que Taehyung se levantara algo enojado.

– ¿Por qué no me dejas dormir? – hizo un puchero – es sábado, hoy Taehyun no debe ver a la niñera, además ninguno de los dos tiene trabajo. Así que déjame dormir, amor – se fue a recostar otra vez, pero Hoseok lo detuvo – Hobi, amor – suspiro – te amo mucho, solecito. Pero en este momento estás haciendo que te odie.

– Perdón, mi osito bonito – repartió besos en su rostro – pero acuérdate que le prometimos a nuestro cachorro un día por fuera – Taehyung se cubrió con las mantas.

– Tu se lo prometiste, yo jamás prometí eso.

– Claro que sí, cielo – le quitó las sábanas, para luego acercarse y besarlo – te amo mucho, cariño.

– Yo te amo más, mi solecito.

(...)

Minutos después decidieron levantarse para ir a levantar a Taehyun, que se encontraba despierto esperando que sus papás fueran por el como todas las mañanas, además de que está mañana era bastante especial para él, ayer su papá había llegado del trabajo prometiendole que hoy pasarían un día los tres por fuera, haciendo varias cosas lo cuál lo tenía bastante emocionado.

– Buenos días, bebé – Taehyung se acercó para besar las mejillas de su bebé y después rozar sus narices en un beso esquinal.

– Hola, mami – tomo las mejillas del peli-gris para luego besar su nariz – monito.

– Tú eres más bonito, amor – volvió a besarlo.

– ¿Estás listo para nuestro día, bebé? – el niño se removió en los brazos de su madre para ir con Hoseok.

– ¡Si, papi! – lo abrazo.

Después de estar los dos listos, Taehyung alistó a su bebé, saliendo así de la casa para ir al restaurante favorito de su pequeño para ir a desayunar, como era el día en el que le cumplirían todos los caprichos a su hermoso hijo entonces podría elegir el desayuno que quisiera, elegiendo así una deliciosa pizza, que comía con gusto llenando sus mejillas haciendo sonreír a sus padres.
Después decidieron ir a pasear a un hermoso parque, en el cuál empezó a jugar en los juegos para niños, lo que no espero fue ser empujado del tobogán por una niña alfa, que al caer y lastimar sus manos empezó a reírse.

– ¡Mami! – empezó a llorar, Taehyung corrió para levantar a su bebé, viendo sus manos rasguñadas y en su frente formándose un moretón.

– ¿Que paso, amor? – lo levanto en brazos.

– Mami, esa niña me epujo – decía entrecortado por las lágrimas.

– ¿Quien lo hizo, pequeño bebé? – el niño señaló a la niña, lo cuál Hoseok y Taehyung la conocían, era el demonio que atormentaba a su sobrino en el orfanato – dame un momento, cariño – beso su frente, en el lugar donde estaba el moretón, así que fue como se dirigió a la niña – hola, nena – ya varias veces le habían dicho a la mamá adoptiva de la infante que la niña era mala con otros niños, pero está hacía oídos sordos – te atreviste a tocar a mi bebé, así que si vuelvo a saber que le haces algo a otros niños iré hasta tu casa, te abriré el estómago y haré que te tragues tus malditos órganos ¿Quedo claro, mocosa? – esta asintió bastante asustada – te estaré vigilando y creeme que no te escaparas de mi.

– ¡Mamá! – salió corriendo hacia su mamá.

– Eres algo cruel, amor – Taehyung se acercó con un Taehyun dormido en sus brazos.

– Oh, mi bebé se quedó dormido – Hoseok observó a su hijo con el dedo pulgar en su boquita – esa maldita mococa nos arruinó el día y tan feliz que estaba mi hermoso angelito.

– Si – Taehyung se veía enojado – espero que con lo que le dijiste aprenda a ya no molestar a más niños, nuestro pobre Juno sufrió por culpa de esa mocosa y ahora nuestro bebé también sufrió por esa maldita demonio – hizo un puchero que fue besado por Hoseok – te parece si vamos a casa, prepare un hermoso nido y vemos las películas favoritas de Taehyun, además que le compraríamos la comida que quiera para compensar esto ¿Que dices, amor?

– Un plan perfecto, mi osito bonito.

Con eso se dirigieron a su hogar para preparar ahora el nido, dónde verían películas. Claro que su bebé al despertar se sintió bastante desanimado llorando un poco, pero luego de ver lo que habían preparado para el se calmo un poco, otro día irían a hacer las cosas que tenían planeadas para hoy, mientras que eso pasara entonces esperaría, así que se recostó en el pecho de su mami tomando del jugo de su vaso entrenador.

– Ti amo mami, monito – le sonrió mandándole un beso con su manita.

– Ay, mi amor – beso su frente – yo también te amo.

– ¿Y no amas a tu papi, pequeño bebé? – el alfa se le acercó para hacerle cosquillas.

– ¡Si ti amo, papi! – las cosquillas pararon, se acercó a su papá para repartir besos en su rostro – ti amo, papi.

– Mi hermoso bebé, papá también te ama.

La familia siguió disfrutando de aquel día de películas, con risas, cariños, besos, era uno de sus mejores días. Los tres dándose amor, como la hermosa familia que eran, hasta que el bebé se quedó dormido y los dos salieron para ir al jardín, recostandose en la amaca que había puesto Hoseok tiempo atrás para poder descansar.

– Solecito ¿Eres feliz? – sabía la respuesta, pero aún así quiso preguntar.

– Claro que sí, mi amor. Soy muy feliz a tu lado ¿Que te hace pensar que no?

– No es eso – acarició los brazos del alfa – quiero otro bebé, amor.

– Tendríamos que hablar con Taehyun, pero yo estaría feliz de tener otro bebé y está vez si estar en el proceso del embarazo – Taehyung sonrió triste – oye, se que fue difícil, pero estamos juntos ahora.

– Lo sé, recuerdo lo difícil que fue y me arrepiento de como te trate – se recostó en el pecho de su alfa.

– Yo estoy feliz contigo, osito bebé – beso la cabeza del peli-gris –  y podemos tener los bebés que quieras y yo estaré para ti.

– Entonces tengamos cinco bebés.

– Los bebés que quieras, osito bonito – beso su cabeza – pero antes tenemos que hablar con nuestro pequeño bebé, es muy mimado.

– Tienes razón, pero yo sé que nuestro bebé estaría encantado de tener más hermanitos.

Lo que no sabían, era que el lobito de su hijo no iba a aceptar aquel nuevo integrante a la familia.