Extra final y adelanto de la próxima historia

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Habían veces que convertirse en una persona adulta no era fácil, no era fácil tener que cumplir las expectativas de los demás, al ser el único hijo Omega de su familia, hacía que todos se preocuparan por él, lo entendía, la verdad que lo entendía, pero, otras veces le parecía bastante irritante.
Hace años le habían diagnosticado a su lobo depresión, sus papás habían decidido tener más hijos, ahora con cuatro hermanos más la casa se sentía menos tranquila, amaba a sus hermanos, no iba a negar eso, esos cuatro alfas eran su vida entera, pero, aún así su lobo se sentía muy mal, aunque ahora ya no tuviera cuatro años, aunque ya no fuera un pequeño niño, aun así quería seguir al lado de su madre.

Ese día, como todas las mañanas, decidió levantarse para dirigirse a la preparatoria, ya era su último año, lo que indicaba más estrés, por saber que carrera escoger, a qué universidad era mejor asistir, más dolores de cabeza.
Después de estar listo, fue que decidió bajar a desayunar, siempre le encantaban los desayunos de su mamá, eran los más exquisitos de todos y aunque su tío Jimin cocinara de maravilla, jamás le iba a ganar a su mamá.

– Hola, cariño – Taehyung se acercó a darle un beso en la mejilla.

Aunque muchos adolescentes odiaban que sus madres hicieran eso, él amaba aunque sea por un segundo seguir siendo el niño de su mamá, aunque ahora no era el solo, si no cuatro hermanos más.

– Hola, mamá – le devolvió el beso en la mejilla, llenando sus fosas nasales de ese exquisito aroma a caramelo.

– Él desayuno está listo, y te pediré el favor de llevar a tu hermano a la escuela, te queda de paso.

– Claro, no hay ningún problema – miro hacía todos lados buscando a alguien – ¿Papá ya se marchó?

– Si, tuvo que atender algo urgente – Taehyung le sonrió con cariño – te dejo esto – le entrego una pequeña toalla que tenía impregnado el aroma a chocolate – se que ya eres mayor, pero nos sigues preocupando.

– Lo entiendo, y me agrada que se preocupen por mi, de igual forma aún necesito el aroma de ustedes.

Taehyung asintio, lo tenía preocupado porque esa depresión que había desarrollado el lobo de su hijo terminaría hasta que encontrará a su destinado, lo único que pudo hacer fue acercarse para besar la frente de su hijo con cariño.
Pasados unos minutos Taehyun decidió levantarse en busca de su hermano, tenían que irse ahora o si no llegarían tarde.

– Seok, tenemos que irnos ahora.

El alfa de catorce años bajo rápido las escaleras, para salir junto a su hermano rumbo hacia su escuela.

– ¿Todavía necesitas el aroma de nuestros padres? – pregunto curioso al olfatear las feromonas de sus padres.

– Si, los necesito por un tiempo.

– Es horrible ser Omega.

– Oh, cierra la boca – lo miro enojado – ni que ser alfa fuera la gran cosa.

– Al menos mi lobo no está deprimido.

Taehyun quería golpearlo, habían veces que sus hermanos podían ser algo irritantes. Minutos después lo dejo en aquella escuela para dirigirse a la suya, a veces hubiera querido ser el único hijo, pero sabía muy bien que su madre anhelaba llenar la casa de niños, así que no le quitó ese sueño.
Jamás le contó que el todavía se acordaba de ese tiempo en el embarazo y aunque sus hermanos habían tenido la mejor versión de ambos en sus embarazos, para él fue algo difícil tener que escuchar a su madre llorar, tener que sentir el dolor de su padre. Puede que en estos momentos estuvieran todos juntos, pero, eso no quitaba que su lobo aún se sintiera mal.

Ya no era un niño, ya no podía ir corriendo a los brazos de su madre, ya no podía ir llorando pidiendo que lo llenará de sus feromonas, no podía hacer eso, ya tenía 18 años, ya era un adulto, lo que significaba que tenía en algún momento que irse de casa.
No esperaba que un dolor en el pecho lo fuera atacar en esos momentos, se arrodilló en el suelo tocando su pecho con desesperación, las lágrimas no tardaron en hacer acto de presencia, esto no le podía estar pasando a él.

Por favor, detente, por favor. Mamá no está aquí.

Su lobo lo ignoro por completo, haciendo que el dolor fuera mucho más fuerte, hasta que sintió un delicioso aroma a canela, en ese momento fue como si todo en el se hubiera curado, como si aquellos días tristes jamás hubieran existido.
Empezó a buscar de dónde provenía aquel aroma, levantándose del frío suelo, hasta que a lo lejos vio al lindo alfa con el que había compartido todo desde niño.

– Juno – se acercó, lo que hizo al alfa mirarlo con una sonrisa.

– Tanto tiempo sin verte, Taehyun – el alfa se acercó para abrazarlo.

– ¿Hace cuánto llegaste a Corea?

– Ayer en la noche, fueron unos años muy duros, tanto estudio y esas cosas.

– A mi mamá le encantará verlos de nuevo – su corazón empezó a latir con fuerza – todavía no entiende porque al tío Namjoon se le ocurrió la grandiosa idea de que fueran a vivir a Holanda.

– Nosotros tampoco, con Jungmin también nos sentíamos confundidos cuando papá decidió que era lo mejor.

– Por cierto, ¿Cómo está Jungmin? – en ese momento el alfa bajo la cabeza bastante triste – ¿Paso algo?

– Mi mamá aún no sabe que es lo que le pasa, está cada vez más alejado de nosotros, hay veces que no quiere ni hablarnos u otras veces solo se encierra en su cuarto sin comer, todos estamos preocupados, pero no sabemos que pasa.

– Oh, eso es terrible.

– Si, lo es.

Taehyun quería buscar la manera de hacerlo sentir mejor, hasta que se le ocurrió esparcir un poco de sus feromonas, lo que hizo a Juno fijar su vista en el Omega, lo que los hizo darse cuenta a los dos que eran destinados.

(...)

Por otro lado el no tan pequeño Jungmin se encontraba en su cuarto, cubierto con todas las sábanas, estaba a punto de tener un ataque, solo quería llorar y nada más. No podía creer que había nacido como un alfa defectuoso, jamás pensó que sería tan débil.
Todos creyeron que sería Juno el que sería de esa manera, siempre vestido con coronas de princesa, pero al darse cuenta que el débil era él, se dió cuenta que no tenía sentido seguir con esto, se quería morir.

– Jungmin, abre la puerta ahora – su madre se escuchaba muy preocupado, pero en ese momento no quería ver a nadie – cariño, por favor.

De mala gana abrió la puerta, Jimin al verlo de esa manera lo único que pudo hacer fue abrazarlo.
Aunque Jungmin quería sentirse bien, no lo hacía, se sentía bastante inútil, no podía creer que no le gustaran los omegas, no podía creer que su lobo escogiera a los alfas, lo que hacía ser un defectuoso, además de que le daba miedo revelar ese pequeño defecto que ahora tenía.

– Todo estará bien, verás que todo va a estar bien.

Cómo quisiera que las palabras de su madre fueran ciertas, que en algún momento todo estuviera bien, la realidad era que nada iba a estar bien, que todo en su cabeza era un caos, que en esos momentos solo quería desaparecer, quería que todo fuera un sueño, un sueño dónde su lobo no prefiera a los alfas y es que muy en el fondo, a él también le gustaban los alfas.
Le encantaba su físico, aquel carácter fuerte, aquellas feromonas, fue en ese momento que deseo con todas sus fuerzas haber nacido Omega, porque en el fondo se imaginaba tener un bebé en el vientre, cosa que era imposible porque él era un alfa.
Esos pensamientos provocaron que llorara con más dolor, jamás iba a ser un Omega y jamás iba admitir que el siendo un alfa, le gustaran también los alfas.

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Terminamos está hermosa historia, lo único que puedo decir es gracias por el apoyo que me dieron, les agradezco mucho... Sobre la otra historia, será de los hijos de nuestros protagonistas, mucho drama, romance, entre otras cosas. Muy pronto sabrán de la publicación si les interesa.
Hasta la próxima historia, los amo y gracias.

Blue & Grey [HopeV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora