Alexander.
No puedo creer que Lily preparara algo tan grande en tan solo una semana y media. Y no me molesta, me abruma y sorprende, está mujer es tenaz.
Aunque prometió algo público, solo invitó a personas cercanas, eso lo aprecio mucho, con Lily nunca he tenido que poner límites porque ella los conoce incluso sin que se los digan. De verdad me gusta que sea parte de la vida de nosotros y nuestro bebé.
—Esto es demasiado— le digo posicionándome a su lado para ver el jardín de mi casa.
Hay un adorno a un costado dividido entre el color rosado y azul con globos de helio y flores grandísimas, en medio hay unas letras que dicen "¿Niña o niño?"
Me comunicó ayer que detrás de todo ese adorno saldrá humo del color que toca, me va a costar más la limpieza que toda esta fiesta.
—Te dije que aprovecharía tu dinero —me contesta la pelinegra a mi lado con un vaso de jugo en la mano.
Cuando veo a Samanta salir de la casa con un hermoso vestido rosado todo queda a un lado. Sus ojos brillan, su sonrisa es ancha y genuina, está feliz por todo este espectáculo, y me importa absolutamente nada que la limpieza me cueste siete cifras, solo por el hecho que ella siempre sonría de esa forma.
—Es demasiado hermosa —susurro.
Lily sonríe a mi lado y me da un golpe en el hombro.
—Lo sé, mi amiga es lo más precioso de mi existencia. Sin ella no hubiese sobrevivido —su voz se rompe y eso llama mi atención —Soy capaz de matar por Samanta.
Su vista se desvía a la mía y veo sinceridad en sus ojos.
—Somos dos —le confienso.
No soy pionero de la violencia, soy más de estrategias y siempre tengo a personas capaces de mancharse las manos por mi. Aunque nunca le he hecho daño físico a nadie, juro que sí alguien le pone las manos encima a esa mujer o a mi hijo soy capaz de cortárselas.
—Ahora solo falta que llegue Sandra para que empecemos —Lily me sonríe.
Espera ¿Qué?
—Sandra está al otro lado del país. —le informo.
—Estaba, aceptó la invitación. Y Sara me dijo que Will no podía venir porque tenía asuntos en el trabajo, pero le harán una vídeo llamada. —me informa.
Arrugo las cejas, cuando llamé a Sandra y le dije que viniera ella me dijo que no podía.
Pero mi amiga se hace notar cuando llega con su costoso traje Valentino, y cabello rubio oxigenado. Camina directamente hacia mi, se para enfrente y luego me golpea el pecho no muy fuerte.
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By mistake ✔
RomansaMi madre siempre me dijo que no soy capaz de nada. Cuando decidí irme de casa para escapar de sus sermones me juró que estaba cometiendo un error y volvería. Qué no lo iba a lograr. Y tal vez tenía razón. Estaba sin empleo, sin dinero y con los día...