Alla
Escucho con atención las últimas órdenes que Mikhail está dando, su voz resuena con seguridad y confianza. Es imposible no sentirse atraída por su presencia, tan seguro y a la vez tan sexy. En contraste, yo me siento nerviosa por todo lo que está sucediendo. Pero sé que cuando se trata de poner en práctica mis conocimientos, soy una experta.
Noa encontramos dentro de un bunker que parece un laberinto subterráneo impresionante. Las paredes de cemento oscuro estan cubiertas con mapas estratégicos y fotografías de los enemigos. Hay monitores de seguridad en cada esquina, muestran en tiempo real los movimientos del exterior. El sonido constante del zumbido de los equipos tecnológicos llena el aire, creando un ambiente de tensión y excitación.
El espacio se divide en diferentes secciones, cada una destinada a un área específica de nuestra misión.
Cuando terminó de hablar, miro fijamente a Mikhail, con ganas de acercarme a él y preguntarle sobre como debo proceder. Sin embargo, la voz de Tania resuena en mi oído, deteniéndome en seco. Respiro profundamente, trato de ocultar mi fastidio al escucharla. Tania siempre se entromete y trata de destacar por encima de todos. Pero esta vez no le daría el gusto de provocarme una reacción.
Me obligo a mantener la calma y escucho a Tania mientras me explica los pormenores de la misión. Aunque no puedo evitar sentir que subestima mi capacidad, como siempre. Pero no permito que sus comentarios afecten mi determinación. Sé lo que puedo hacer y haré lo posible por demostrarlo.
Tania me mira fijamente y me dice con voz decidida:
-Ven, sígueme. -Sin dudarlo, la sigo hacia lo que parece ser un camerino, aunque un poco menos exuberante que uno normal.
Al entrar, puedo ver varias personas ocupadas en diferentes tareas. Hay maquilladores con pinceles en mano, estilistas con peines y secadoras, y varias asistentes moviéndose rápidamente de un lado a otro. Aunque el ambiente es agitado y lleno de energía, puedo ver que todos están enfocados en su labor.
Tania me indica el lugar donde debo sentarme y obedezco sin chistar. La silla es cómoda y ajustable, permitiéndome relajarme un poco. Observo a mi alrededor y noto los enormes espejos que rodean el camerino, reflejando la actividad frenética que se lleva a cabo.
Los estilistas y maquilladores de acercan y empieza la acción, con cada movimiento que hacen en mi rostro y cabello, intento no estremecerme. Tocan mi piel y jalan mi cabello mientras hacen su trabajo. Trato de mantenerme quieta y no quejarme, recordándome a mí misma que este es un proceso necesario.
En medio de todo este caos, Tania observa todo detenidamente. Su mirada escrutadora llena de ego. Ella da órdenes a los maquilladores sobre los colores y productos que deben usar en mi rostro, y también instruye a los estilistas sobre cómo deben peinar mi cabello.
Cada vez que Tania da una orden o sugiere un cambio, siento que una nueva ola de estrés se apodera de mí. ¿Y si mejor se calla? ¿Y si mejor no se mete el tubo caliente por su gran culo? Estas preguntas inundan mi mente mientras trato de mantener la calma y no mandarla a callar. Finalmente, terminan su labor y puedo ver mi reflejo en el espejo. No puedo evitar sorprenderme, parezco otra persona.
El maquillaje que han aplicado en mi rostro es en tonos oscuros, resaltando mis ojos y mis labios. Mis pómulos están marcados y mi piel luce impecable. Me siento cautivadora, aunque este no sea el mejor momento para lucirme.
Tania, me pasa de mala gana un gancho con la ropa que debo ponerme. Todo es negro y está adornado con encaje, y va a juego con unas botas negras de tacón alto. La sensualidad que exuda la ropa contrasta con la incomodidad que siento en este momento. Camino hacia el vestidor y me pongo cada prenda con cuidado. Las prendas abrazan mi cuerpo, realzando mis curvas y resaltando mi figura. Cada movimiento que hago hace que el encaje roce mi piel, haciéndome sentir tanto sofisticada como provocativa.
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En la línea de fuego
RandomAlla Whester una psicóloga clínica quien siempre ha sido una persona amable y compasiva, pero su trabajo le ha enseñado a tener una coraza para protegerse emocionalmente, le ha llegado la oportunidad de su vida cuando le ofrecen un trabajo en una cá...