No vuelvas a llamarme Sam.

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Honestamente, no me creía capaz de sentir. No como en los libros, no de esa manera en la que pierdes el aliento y todo tu cuerpo grita su nombre, no de esa manera errática y tonta, no de esa manera que tan solo su voz parece poner todo en orden.

Se suponía que no podíamos sentir, no de esa manera, éramos más fríos, más letales. Las emociones me volverían errático, impulsivo, al ser un miembro de la realeza celestial, claramente no se me permitía ser errático.

Cuando llegué a la tierra me volví más sensible, al conectar con la manada, al conectar con Emma. Habíamos sido uno solo durante años, ella era mi mundo. Luego me volví el ancla de todos, inclusive de Dylan.

Pude sentirlos, los licántropos son un tsunami de emociones, su corazón parece estallar ante el más mínimo estímulo. Por eso son impulsivos y autodestructivos, porque aman.

Cuando Thomas y yo comenzamos a salir, creía que me había enamorado, de hecho le había dicho que lo amaba. Pero no fue así, solo quería protegerlo desesperadamente y estar con él todo el tiempo, Dylan creía que eso era amor.

Pero cuando murió entre mis brazos, había sentido que perdí parte de mi familia, por un tiempo pensé que había perdido al amor de mi vida, si acaso yo pudiera tener tal cosa. Pero todo cambió con Blake, conmigo siendo su Shakam.

No pude amar a Thomas, no puedo amar a Blake. Quizás tan solo sea incapaz de amar. No quería serlo, estar en este mundo por tanto tiempo me hacia desearlo, me hacía querer vivirlo. Sabía que Blake lo sentía, lo veía en sus ojos, lo veía en su sonrisa, lo escuchaba en su voz.

Cuando me lo dijo por primera vez, pensé que era correcto decírselo, después de todo, él era un licántropo. Lo supe desde un primer día, él me amaría, no podría evitarlo, no con la conexión que nos unía.

Por mucho tiempo creía que lo hacía, hasta que se fue, hasta que su olor dejó de embriagarme y su voz dejó de dominarme. En aquel momento pude verlo todo con más claridad, no lo amaba, lo quería muchísimo, era Blake, ¿cómo podría no hacerlo?.

Realmente sentía que era incapaz de amar, soy un celestial, fui creado para complacer, para iluminar, soy todo en el cielo, pero es solo porque están tan vacíos y desesperados que crearon todo lo que jamás podrán ser.

Pero luego de anoche, luego de que sus lloros ojos no dejaran de mirarme y que con su voz rota me suplicara  que lo dejara ir, cuando lo sentí temblar entre mis brazos, cuando su corazón latió contra mi oído, cuando todo de él me envolvió sumergiéndome en un microclima donde solo existían aquellos paradisiacos ojos que parecían navegar en aquellas marrones pecas.

Cuando sus rosados labios rozaron los míos, cuando todo de él gritaba mi nombre. Cuando quise que lo hiciera, cuando quise que me besara y me dejara sentir lo que sabía que él sentía.

Supe..que todo este tiempo estuve equivocado..

No conocía el amor, no de la manera en la que debería, pero podría jurar que sentía algo, era más..mucho más..

Quería protegerlo, quería cuidarlo, quería hacerlo reír, quería ver su sonrisa cada mañana, quería que sus ojos brillaran como solían hacerlo. Necesitaba besarlo, no de una manera sexual, no de la manera en la que necesito estar con Blake.

Besarlo suavemente, memorizar sus rasgos, rozar mis labios contra su piel marcándome en cada trazo, envolviéndolo con mi olor.

No quería pensar que lo amaba, no sabía si era capaz de hacerlo, pero olvidaba cómo respirar cuando él estaba cerca y todo en mi se nublaba, como si olvidara como caminar y su voz guiara mis pasos.

Porque Blake era mi Shakam, porque era un Celestial, porque era Samuel, el guerrero celestial. Por eso, no podía permitirme esto, no podía permitirme sentir como lo estaba haciendo.

Sam - Entre sangre y cenizas. (Entre mundos parte II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora