Secretos que asfixian

Capítulo 2 - ¿nepotismo? jamás 🩸

Al entrar al aula no vi a Marcos, él es mi único conocido en esa clase y el único futuro buen arquitecto en este salón, además de mi claro, a diferencia de la mayoría de las personas con las que estudio las cuales están en este salón a causa del nepotismo o como Marcos suele llamar ''el dinero de papi''.

Como amo el dinero de papi.

No suele molestarme que la gente tenga dinero y contactos, los cuales utilizan para subir o seguir avanzando en este mundo capitalista donde vivimos, es solo gente conociendo gente, dicha gente nacida en una cura de oro, criados por un equipo de niñeras, educados en las mejores escuelas del país y preparados para tener el mejor futuro posible, bueno, eso es lo que sus padres desean, pero en muchas ocasiones ellos tiene ese futuro sin hacer el más mínimo esfuerzo.

Para mí un estilo de vida completamente increíble para mi grupo de amigos algo normal.

No hago parte de este mundo y Marcos tampoco, eso lo tengo claro, pero la verdad no dudo en cambiarlo.

Entre él y yo hay una diferencia, la verdad es que yo aprendí a adaptarme para poder convivir con ellos y gracias a una beca puedo mantener aquí, mintiendo y nadando en este mar de dinero infinito, donde siempre hay otro aún más rico.

No suelo fingir diciendo que tengo dinero o cambiando todos los factores de mi vida, en pocas ocasiones, algunas veces, cuando la situación lo amerita suelo mentir, en cosas simples o para encajar, a veces se me sale de las manos y llego hasta el punto de sentirme como una muñeca que habla, de esos que pueden decir todo lo que su dueño quiere escuchar.

Me gustaría decir que cuando esto ocurre tengo una lucha interna, pero realmente no es así, simplemente miento por diversión o por conveniencia, como todos aquí.

Marcos no es así, el odia este mundo, odia a las personas con dinero, de forma frecuente suele criticar y hasta cuestionar sus pequeños triunfos, él es de ese tipo de personas que prefieren trabajar hasta el cansancio en vez de utilizar la ayuda que alguno de estos chicos adinerados le ofrecen, el no se adaptó y dudo mucho que planee hacerlo.

La ausencia de Marcos es algo extraño, no suele faltar, no le gusta y no puede, es un muchacho comprometido que busca día a día superarse, pero él vive un poco apartado de la universidad en una de esas casas para personas refugiadas donde viven muchos desconocidos los cuales son mantenidos por el gobierno, así que esa podría ser la causa de su ausencia.

Cuando se terminó la clase, la cual siento que duro mil años aproveche mi tiempo libre para almorzar y verme con mis amigos, al llegar a la misma cafetería me encuentro con un sonriente Sam el cual llevaba su bata como buen estudiante de medicina.

— Hey — me saluda levantando la mano.

Me siento a su lado y me dispongo a sacar mi almuerzo el cual prepare antes de salir de casa mientras Sam me habla de mil cosas de su carrera la cual claramente no entiendo, pero intento prestar atención.

— Sigo sin entender como esa perra es la mejor del semestre, es tan arrogante, es que es increíble, se cree la mejor por ser hija de uno de los mejores cirujanos de la ciudad, como si eso le proporcionará la seguridad de poder ser algo en su vida.

Escuchar a Sam hablando de una de sus compañeras privilegiadas me hace recordar que no todos comprenden el funcionamiento del mundo, él vive en una burbuja, una burbuja de privilegio.

— Básicamente así funciona el mundo, puede ser una perra, pero eso no le quita que sea buena — le digo sin ser tan directo e intentando darle un cierre al tema.

Él es uno de mis mejores amigos, pero no sé en qué momento llegamos a serlos, su vida es una mezcla entre peleas familiares, besarse con hombres ricos y gastar el dinero que su padre le deposita cada mes.