Capítulo 29 - lo que debía de hacer 🩸

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malena

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malena

El camino de regreso a la ciudad fue mucho más agotador que cuando llegamos a la casa de campo, a las 7 de la mañana una de las mujeres que trabajan para él entro a mi cuarto y sin más me pidió que recogiera mis cosas porque volveríamos a la ciudad, sentía tanto sueño que no logre entender muy bien sus razones, pero cuando por fin pude despertarme del todo hice lo que ella me pidió.

Cuando salí de mi habitación vi a un par de mujeres las cuales terminaban de empacar lo que parecía ser nuestros desayunos mientras otras ayudaban a Erica a bajar las escaleras, lo cual me hace pensar que después de la discusión ella decidió seguir con la fiesta.

Ella se ve destruida, más de lo que me gustaría aceptar, las ojeras hacen contraste con su cabello azul el cual se ve pálido y sin vida, en sus mejillas tiene rastros de mascara de pestañas, la cual parece que se corrió a causa del llanto, ella no dice nada, parece casi inconsciente, veo como otra mujer se acerca para intentar subirla a la parte de atrás del auto, una de esas mujeres me pide que haga lo mismo y yo solo asiento.

Cuando estoy en el auto veo como Tiago ya está ahí, aunque saludo este solo asiente sin decir más, pero las lágrimas que salen de sus ojos me hacen entender que algo malo paso, no me atrevo a preguntarle nada y veo como él saca un libro de su mochila para después colocarse sus audífonos, probablemente con el fin de que nadie hablara con él.

Todo el viaje fue así, Erica paso el 95% del tiempo durmiendo, el otro 5% estuvo vomitando todo lo que ingirió la noche anterior, mientras tanto Tiago no dijo nada, mantuvo su cabeza contra el vidrio, pero en ocasiones sus sollozos se volvían mucho más fuertes, el chofer encargado de llevarnos no quiso decir mucho de donde estaba Thomas, solo dijo que tuvo que salir mucho más temprano y que nos encontraríamos con él después.

Cuando por fin íbamos entrando a la ciudad las palabras de Tiago me sacaron de mi trance

— Necesito que te detengas en el hospital, por favor.

—El señor Vilentine me dio ordenes exactas de dejarlos a todos en la casa de la señorita Malena —responde el chofer como si fuera un robot.

—No me interesa que te pidió Thomas, vamos a detenernos en el hospital — habla Tiago de una forma tan cortante que logra sorprenderte.

El chofer no dice más solo asiente y continúa manejando hasta llegar al hospital, donde Tiago se baja y cuando yo voy a hacer lo mismo el habla.

—Malena no, por favor esto tengo que hacerlo solo — me dice y yo solo asiento.

Veo como Tiago desaparece por unos segundos y después regresa con un pequeño grupo de enfermeras, abre la puerta de atrás del auto, después les indica que tomen a Erica y la lleven a dentro del hospital.

—Tiago, ¿qué estás haciendo? — la expresión de seriedad en su cara hace que comprenda lo que está pasando.

—Lo que debía de hacer hace mucho Malena .

Secretos que asfixianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora