Capítulo 36 - ¿que paso el 27 de abril y el 23 de octubre? 🩸

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Malena

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Malena.

Cuando entramos al restaurante quedo completamente asombrada por la belleza del lugar, desde la vestimenta de los meseros hasta las mesas adornadas por arreglos florales tan grandes y ostentosos que ocupan gran parte del espacio, puedo ver como hay algunas personas la cuales lucen bastante arregladas, veo como estos se mueven por todo el sitio, el cual también es increíblemente grande, mientras nos adentramos una de las mujeres encargadas de lugar se nos acerca y nos guía a la que sería nuestra mesa.

En su asentó logró notar que no es aquí, su forma de hablar y de moverse es tan refinada que siento ganas de pedirle un consejo para poder comportarme así, como si fuera una muñequita de carne y hueso.

Thomas está a mi lado, en silencio y muy serio, cómo siempre, pero desde que recibió una llamada vi como su expresión cambio, llegando al punto de parar en medio de la carretera para poder bajarse del auto para hablar por teléfono, cuando volvió solo dijo que era el contratista de una nueva propiedad, el cual solo daba problemas y que deseaba con ansias mandarlo al otro barrio, en palabras un poco más serias, que deseaba poder asesinarlo, yo solo me reí, porque la verdad fue un gran chiste.

Pero tampoco le creí, un contratista jamás lo sacaría de sus cabales, a un contratista normal simplemente lo amenizaría con una demanda millonaria y el hombre simplemente cambiaría.

Nos seguimos adentrando por el restaurante, el lugar me asombra, pero intento parecer lo más desinteresada posible para no quedar como una tonta, pero estoy muy segura que en mis ojos se nota la ilusión.

Mi padre tiene dinero, pero comparado a lo que veo a diario con mi grupo de amigos me doy cuenta de que no tenemos ni un cuarto de lo que ellos poseen, eso no me preocupa la verdad, porque se que a ellos no les interesa, no les interesa saber si tengo dinero, porque simplemente yo no les intereso del todo.

Pero por eso mismo este tipo de cosas me asombran, las cenas lujosas entre semana y sin ser una ocasión espacial me genera disturbios en mi cabeza, porque sé que muy probablemente yo solo podría pagar esto para mi boda o en su defecto en algún cumpleaños, para ellos no es así.

La casa de Thomas también es una muestra de su dinero, he ido en varias ocasiones, pero los lujos del lugar al inicio lograron hacerme sentir incómoda, desde los collares finos que usa su madre hasta el papel que está en el baño, todo es caro e impagable para mi.

Recuerdo la primera vez que fui a su casa y conocí a sus padres, dos personas finas bastantes cerradas según ellos, pero la verdad muy maleables y fáciles de manipular, supongo que eran así porque no piensan que yo sea una amenaza, aunque probablemente siempre estén a la defensiva, me di cuenta que les encanta tener el control, sentirse superiores y saber que el juego está en sus manos o bueno, eso les hice sentir yo, y me amaron sin más.

Probablemente están muy centrados en protegerse de alguien más que simplemente me dejaron entrar.

Aunque todos los ricos son así, es muy simple, a ellos les gusta tener el control, sentir que son superiores y que tienen poder sobre ti, a ningún ser humano le gusta sentir que es inferior, bueno, a mí no me interesa si sentirme inferior y humillada es el precio que debo de pagar para poder robarme un poquito de su vida.

Secretos que asfixianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora