Capítulo 9 - oigan, donde esta sam? 🩸

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—Oigan, ¿Dónde está Sam?

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—Oigan, ¿Dónde está Sam?

Le pregunta abandona los labios de Thomas mientras él se encuentra tirado en uno de los costosos, pero delicados sofás de la casa de los mellizos, esta casa es muy elegante y excéntrica, demasiado para mi gusto.

— Desde el día de la fiesta no me contesta, ¿a ustedes?

— Ayer me llamo, me dijo que debía de irse por una semana porque su hermana se accidentó — responde Tiago el cual se acomoda en el mueble dejando ver sus calcetines de Bod esponja en pijama, llamando la atención de Thomas el cual suelta una risita y tira de uno de ellos, dejando desnudo el pie de mi amigo.

— Tus calcetines son lo más varonil del día — dice Thomas mientras analiza una la calceta que tiene en su mano — No me imagino tú con un chico y estos calcetines, aunque Bob esponja tiene lo suyo.

—Con esos calcetines logra conquistar hasta al Papa.

Tiago es abiertamente gay, él nunca tuvo su gran salida del closet, de esas donde se tiran platos, se rompen ventanas y se dañan familias, simplemente con el paso de los años fue comprendiendo que solo le gustaban los chicos y al parecer sus padres lo sabían desde mucho antes, tal vez desde que él era solo un niño, no lo sé, de lo único que estoy segura es que su familia es diferente, diferente en el lado positivo, son personas extrañamente amables y compresivos, solo con sus hijos.

El moreno con el calcetín en la mano vuelve a hablar.

— Dejando el tema de tu vestimenta exótica, pensé que Sam y su hermana se odiaban, ella fue quien lo saco del closet mandándoles a toda su familia fotografías del con un chico, su padre casi lo mata — lo último lo cuenta como si de un secreto se tratase o tal vez lo sea.

— eres un chismoso y de paso eres un mal chismoso — interrumpe Tiago — ella no envió las fotos, su hermana planeo una cena, pero la muy perra puso una foto de el en el menú de todos los invitados, bueno, los demás ya es fácil de imaginar — suelta Tiago el cual si parece ser un chismoso de profesión y pasión.

La situación me hace que suelte una pequeña risa y me detenga a escuchar detenidamente cada detalle que dicen mis amigos, esto siempre pasa, ellos son amigos desde hace mucho más tiempo, no estoy muy segura desde cuando, pero esto es gracias a que sus familias bailan en el mismo mundo capitalista y comparten ciertos negocios que esta donde pueden pasarse un poco de la línea de lo legal, al inicio me generaba algo de conflicto de moral, pero después aprendí a ignorarlo y simplemente a asentir.

El ignorante vive feliz.

Sus historias siempre están llenas de lujos, excentricidades y una que otra visita al abogado familiar, lo normal en su nido, aunque no para mí, mi nido familiar no era así y no estoy acostumbrada a ciertos temas, algunas ocasiones suelo cuestionarme uno que otro detalle sobre ellos, comienzo a sentirme como una intrusa.

Secretos que asfixianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora