-Otra vez-

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Harry despertó temprano después de esa noche imitando el sonido de animales con ayuda de unas golosinas que consiguieron sus amigos. Tiene la intención de comenzar ese día con los cambios positivos.

Entro al baño, cepillo sus dientes, mojo su cara, sacudió su cabello rebelde para dejarlo más rebelde, se puso el uniforme de Gryffindor, sus lentes circulares y bajó corriendo las escaleras para desayunar. Al entrar al Gran Salón, lo primero que vio fue a Draco Malfoy entretener a un grupo de gente perteneciente a Slytherin con una historia divertida. Harry sabe que se está burlando de su desmayo -apropósito- en el tren.

Al pasar a su lado, Malfoy hizo una parodia de su desmayo, coreado por una carcajada general. Harry, como ya le resultaba graciosa y quería vengarse, en cierto modo y por así decir, también río y siguió hasta llegar a la mesa de Gryffindor. Allí ve a Ron y a Hermione comiendo su desayuno, y frente a ellos están Fred y George. Los gemelos revisaban unos pergaminos; uno dice HORARIO TERCER AÑO y el otro dice HORARIO SEGUNDO AÑO.

-Buenos días -dijo llegando con sus amigos.

-Magníficos buenos días, camarada Potter -saludó Fred entregándole el horario de su curso.

-Perce nos dejó esto a nosotros, pero no nos dio el nuestro -comentó George.

-¡Lo tengo yo! -al grupo se une Ginny, quien llegaba trotando y agitando un pergamino en la mano-. Percy me lo dejo y cuando trate de decirle que era de ustedes se fue.

-¡Eh, Potter! ¡Cuidado que vienen los Dementores, Potter! -gritó Pansy Parkinson.

Harry no se aguantó las ganas, con delicado movimiento con su varita hizo aparecer unas cucarachas en el desayuno de la chica. La cara del pelinegro fue de satisfacción absoluta. Pero, pese a que Ron y los gemelos rieron por esa broma bien merecida, Hermione lo pateó debajo de la mesa.

-Se lo merece -murmuró refregándose la pierna, donde recibió la patada.

-Pero no deberías responder de esa manera, Harry -contestó Hermione.

-Pero, Harry tiene razón, comentó George-. Son un par de imbéciles. No se reían cuando los Dementores entraron en el tren, ¿verdad, Fred?

-Efectivamente, George -afirmó el gemelo-. Malfoy vino corriendo a nuestro compartimento gritando como una nenita... Sin ofender a nuestra hermanita y bella amiga.

-No te preocupes, Fred -responde Hermione-. Yo también creo que Malfoy es una nena.

-Casi se hace pis encima -confirmó George y todos comenzaron a reírse. Malfoy los miro con mala cara-. Apropósito, el primer partido de la temporada en Gryffindor contra Slytherin, allí veremos qué cara pone Malfoy y las demás víboras cuando pierdan.

Hermione dejó a un lado su desayuno y reviso el horario, como era de esperarse para ella, y sin que se dé cuenta también para Harry, tenía tres materias que iniciaban a la misma hora y en distintos puntos del colegio. Ella quiso añadirse a Adivinación, Estudios muggle, a pesar de ella ser una bruja nacida de muggle, y Aritmancia para ponerse a prueba. Hasta la profesora McGonagall le comentó que eran muchas materias para ella sola y reconoce que es una gran estudiante, pero que no está bien exigirse de ese modo. Supone, porque eso es algo que casi no recuerda, que es ahí cuando obtiene el giratiempos.

Harry y Hermione esperaron a que Ron terminara su inmenso plato, mucho más lleno que otras veces y, luego de que terminara, partieron los tres a su primera clase. Harry decidió hacerle una broma a Malfoy, quien para su suerte estaba volviendo a hacer el chiste del desmayo, pero ya no tenía tanta gracia para la mayoría de sus amigos.

-Oye, Malfoy -dijo con vos tranquila-, ¿tus compañeros saben que te fuiste a esconder cuando los Dementores entraron en el tren y te orinaste encima?

Harry Potter: Una Nueva Oportunidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora