-Los nueve Weasley-

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-(Créditos a su respectivo/va creador/dora)-
-Aviso: Al esto ser un AU de la película, va a haber diferencias con respecto a la descripción de los libros-
-Disfruten-


-¡Están retrasados!

La semana paso rápido para los dos amigos. Se la pasaron escapándose durante la madrugada y regresaban cuando el sol comenzaba a salir. No hicieron más que dar vueltas por las calles, comprarse comida chatarra e ir a sentarse en los columpios para disfrutarlos.

En otra ocasión subieron al techo y se quedaron ahí viendo el cielo estrellado y se durmieron allí. De no ser porque Dudley los llamó a los dos, se habrían quedado y se quemarían por el sol.

El domingo llegó para la "tristeza" de Harry y Hermione, disfrutaron la semana de tal forma que querían repetirla otra vez. Ese día, se supone según lo que decía la carta de Ron, los Weasley iban a ir a buscarlos para llevarlos a La Madriguera y de ahí salir para el partido de Quidditch al día siguiente. A Harry siempre le ha gustado ir a la casa de su amigo, se siente más feliz y libre. En el caso de Hermione, sería la primera vez que iría.

-Deben de haberse perdido -sugirió Hermione tratando de calmar al tío Vernom. Aunque le daba la impresión de que no es tarea fácil.

-¿Perdidos? ¿PERDIDOS? -preguntó furioso, con la cara roja y sus pequeños ojos bien abiertos-. Esos rufianes ya vinieron una vez aquí y me rompieron una ventana.

Hermione abrió los ojos con sorpresa y buscó la mirada de Harry para saber si era cierto, a lo que el pelinegro solo asintió apretando los labios. Hermione hizo fuerza para no reírse, pero temblaba haciendo el intento.

A las cinco y media oyeron al tío Vernom y a tía Petunia rezongando en la sala de estar.

-No tienen consideración.

-Podríamos haber tenido un compromiso.

-Me atrevería a decir que la gente de su clase no le da mucha importancia a la puntualidad. O bien es que en vez de coche tienen una cafetera que se les ha averia... ¡AAAHHHH!

Harry y Hermione pegaron un salto. Del otro lado de la puerta de la sala les llegó el ruido que hacían los Dursley moviéndose aterrorizados y descontroladamente por la sala. Dudley bajo las escaleras y vio a sus padres yendo de un lado al otro, mientras que su primo y compañía tienen sus varitas en la mano en caso de algún problema.

-¿Qué está pasando? -preguntó inmóvil al lado de la escalera.

En el interior de la chimenea de los Dursley, que tiene empotrada una estufa eléctrica que simulaba fuego falso, se oían golpeteos y rasguños. Así como quejidos y susurros. La tía Petunia retrocedió hasta su hijo aterrorizada, mientras que tío Vernom toma un paraguas para defenderse.

La duda solo duro unos segundos. Desde adentro de la chimenea cegada se pueden escuchar voces muy familiares para el pelinegro y la castaña.

-¡Ay! No, Fred... Intenta regresar, ha habido algún error. Dile a George que no... ¡Ay! No, George, no hay espacio. Regresa rápido y dile a Ron que...

-A lo mejor Harry puede escucharnos, papá... Tal vez nos pueda ayudar...

-¡Yo se como salir!

Harry y Hermione reconocieron el grito de dolor de George, mientras se escucha la carcajada de Fred por toda la chimenea. Resultó ser que la idea de Fred era utilizar una aguja y clavársela a su hermano y este saldría volando para después caer y empujarlos a los dos.

Harry Potter: Una Nueva Oportunidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora