Harry Potter: Una Nueva Oportunidad.

-Seguir con el sufrimiento/plan: 1/4-

El carruaje se detuvo detrás de otro, Neville bajó con cuidado y le pidió a Hermione que le lanzará un hechizo de levitación a su planta para que pueda ayudar a los demás a bajar. Ron ayudó a Padma, que casi le rompe los huesos del pie tras saltar y caer justo ahí, y luego ayudó a Luna, quien dio la impresión de pesar igual que una pluma: nada. Los seis dejaron sus cosas (equipaje) e ingresaron al castillo. 

Los cuatro prefectos ya llevaban su insignia colgada en sus túnicas, Ron irradiaba felicidad al ver el logro que había conseguido, uno que no creía posible de alcanzar al ser un flojo en el estudio. A Hermione y a Padma no parecía sorprenderles, en absoluto, daba la impresión de que solo querían demostrar de que sirve el esfuerzo y la dedicación; pero en el fondo estaban felices. Mientras que Harry sonreía feliz de que no pasaría el resto del año lejos de sus dos mejores amigos y que podría dar rondas con ellos, obviamente, turnándose cada tanto.

Llegaron con sus demás compañeros de año e ingresaron al Gran Salón a la espera de que llegaran los chicos del primer año. Las miradas hacia Harry no se hicieron esperar en cuanto su pie paso la entrada, ni siquiera tuvo tiempo a ponerlo en el piso cuando varias cabezas voltearon hacia él y se le quedaron viendo. Harry los ignoró por completo y siguió su camino hasta sentarse; Hermione se sentó a su lado y Ron en frente de ellos dos.

Harry miró a la mesa de los profesores y vio a Dumbledore sonreírle amistosamente; luego le guiñó un ojo y movió los labios formulando la palabra "Felicidades" al verle la insignia en su túnica. El pelinegro sonrió agradecido e hizo una leve reverencia al director del colegio. Sin embargo, su sonrisa, la cual estaba llamando la atención de cierta castaña de ojos color miel, se borró en cuando vio una macha rosada en un extremo de la mesa; pronto sentía su molestia crecer dentro de él y regresó su atención a la conversación que acababan de empezar Neville y Dean sobre el verano.

Hermione, que dejó de ponerle atención a la conversación de Lavender con Parvati cuando se quedó mirando a Harry hasta notar su cambio de humor repentino, dirigió su mirada a la mesa de los profesores. La presencia de Hagrid fue lo primero que la hizo preguntarse que le había pasado a su gran amigo, pero una mujer bajita con prendas rosas hizo que le prestara atención. Padma, que estaba a su lado, y Katie Bell, la compañera de Quidditch de Harry y los gemelos, le hablaron a la castaña, pero decidieron mirar en dirección a la que ella miraba.

-¿Es una nueva profesora? -preguntó Katie mirando con mucha atención, a la vez que se sentía asqueada por tanto rosa, a la mujer que está sentada a la izquierda de Snape-. ¿Será la nueva profesora de Defensa?

-Es la única cara nueva en la mesa -intervino Parvati con una ceja arqueada mirando a la mujer.

-Hagrid tampoco está -dijo Hermione con obviedad-. La chica que está ahí debe ser su reemplazo.

-¿Qué le habrá pasado? -preguntó Katie-. ¿Lo habrán arrestado de nuevo?

-¿Por qué volverían a arrestarlo? -juzgó Alicia girando su cabeza a las puertas del Gran Salón, ahí se aproximaban McGonagall seguida de todos los chicos de primer año-. Fue demasiado con que le hayan quitado la oportunidad de seguir estudiando, él es tan atento y carismático.

-Ese es Hagrid -concordó Hermione sonriendo cuando vio a un pequeño de lentes caminar detrás de la profesora McGonagall-. Un ser de luz que mancharon con oscuridad por una equivocación. 

Los pequeños del primer año caminaban mirando todo a su alrededor con asombro, Nick Casi Decapitado se presentó delante de ellos y asustando a algunos que lo vieron aparecer delante de McGonagall. Uno de los pequeños vio a Harry y le sonrió, Harry hizo lo mismo y le tendió la mano hecha un puño para que se saludaran; el pequeño estuvo a punto de hacerlo, cuando Seamus lo tomó y le dijo que siguiera su camino y que no se quedara atrás. Ron estuvo a punto de meterse, pero Harry lo detuvo y le pidió que no haga nada.