POV JENNIE.
Ese día iba a servir para algo, iba a darlo todo en La ola perfecta.
El director era un gran comunicador, que parecía respetar tanto al reparto como al equipo. Habíamos mantenido numerosas conversaciones a lo largo de los últimos meses sobre cómo veía yo a mi personaje, y estábamos totalmente de acuerdo. Parecía gustarle lo que había hecho para prepararme y, obviamente, se sintió aliviado cuando vio que me sabía los diálogos. Por suerte para mí, la coprotagonista estaba igual de concentrada y era toda una profesional. Habíamos terminado más rápido de lo que esperaba, y a las seis ya estaba de regreso en casa.
Sonreí al recordar las bromas del equipo, que siempre eran señal de un set en armonía.
Eso no significaba que no pudieran empezar las quejas más tarde, pero al menos por el momento no había tensión ni infelicidad que drenaran toda la creatividad de la producción.
Me sentía entusiasmada.
Las seis semanas siguientes iban a ser estupendas.
Nos detuvimos frente a la cabaña y salí corriendo antes de que Changbin tuviera la oportunidad de abrirme la puerta.
—Nos vemos mañana a las siete. —El horario variaba según los días, pero iba a darme muchos madrugones.
Cerré la puerta de golpe.
—Seguro que te apetece dar una vuelta.—dijo una voz femenina a mi espalda.
Sonreí antes de girarme.
—¿Qué tal la carrera? .—le pregunté a Lisa, que estaba en el porche con un vaso de vino sobre la mesa.
—Bien, gracias. ¿Has estado en algún sitio bonito? .—me preguntó, lo que me sorprendió.
Ella no había iniciado nunca una conversación conmigo hasta ese momento.
Tampoco había sido grosera, solo concisa en sus respuestas.
¿Se había dado cuenta de quién era?
—Sí, por la costa. Por trabajo.—expliqué.
Seguía sin haber ningún atisbo de reconocimiento en su rostro, ninguna sonrisa de complicidad.
Se limitó a asentir mientras yo subía lentamente los escalones de su porche.
Una ráfaga de aire frío me recorrió la espalda cuando me volví hacia el mar.
El cielo se había vuelto negro.
Hasta hacía unos minutos, había sido una tarde preciosa.
—Va a llover.—dijo cuando pisé el último escalón.
La frase llegó acompañada del estruendo de un trueno.
Arqueó las cejas y sonrió, claramente encantada con la perspectiva.
—Pensaba que no te gustaba la lluvia.
—No, lo que no me gusta es que los forasteros tontos intenten electrocutarse. —Sonrió y dio un sorbo a la copa—. No hay nada como ver una tormenta eléctrica en Maine desde el porche envuelta en una manta.
Volví a mirar el mar, que se transformaba en melaza mientras el cielo volvía a rugir.
—¿Te sirvo un poco de vino? .—preguntó.
Debía decir que no.
Ir a casa, repasar los diálogos del día siguiente y revisar los currículos de mis posibles novias.
Debía…, pero no quería.
—Gracias, pero ya lo hago yo. Quédate ahí.
Asintió.

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Scandal
FanfictionKim Jennie es una estrella de Hollywood... Lalisa Manoban es, literalmente, la chica de al lado. Soy Kim Jennie, la niña mimada de la industria del séptimo arte, pero si quiero seguir en la cima, tengo que borrar la imagen de bad girl que he proyect...