POV JENNIE.
Terminé lo que quedaba de queso, recogí el plato y el vaso y lo llevé todo al fregadero.
Estaba bastante segura de que Angelina Jolie no lavaba los platos sucios, pero por el momento seguía disfrutando de la novedad. Sin duda, era un baño de realidad, y eso era lo que había estado buscando cuando me había trasladado a Maine.
Desde la primera noche, esa era la primera vez que volvía a la cabaña antes de medianoche, y teniendo en cuenta que me había levantado todos los días a las cinco de la madrugada, había sido una semana larga y agotadora.
Necesitaba descansar, y, por suerte, al día siguiente libraba por primera vez.
Actuar no era duro, a pesar de lo que decían algunos de mis compañeros, demasiado privilegiados y reacios a esforzarse.
Mi padre había acudido durante treinta y cinco años a hacer su trabajo en el astillero.
Eso sí era duro.
Él había visto a amigos suyos morir o a otros quedar discapacitados por los riesgos que corrían en su cometido, un buen baño de realidad. Sabía que mi oficio era pan comido, pero pasar tantas horas en el plató esperando a que se montaran las tomas, a que cambiaran las escenas y a que la iluminación fuera la adecuada me robaba la energía.
No había encendido ninguna luz, y lo único que iluminaba mi camino hacia la cocina era la televisión apagada.
Abrí el grifo y puse el dedo bajo el chorro, esperando a que el agua saliera caliente; allí, delante del fregadero, levanté la vista para ver a Lisa en la ventana, iluminada a contraluz. Incluso los contornos borrosos de su silueta eran hermosos.
Nuestro beso había sido sexy, tentador y peligroso. Gracias a Dios que se había detenido. No estaba segura de que yo hubiera sido capaz de contenerme.
Fregué el otro plato y la taza de café que había usado por la mañana mientras observaba a Lisa, que parecía dibujar algo en un caballete de escritorio.
Se incorporó, levantó las manos por encima de la cabeza y se estiró antes de ponerse de pie. Comprobó algo en el otro extremo de la habitación y luego se agachó.
Me puse de puntillas para verla.
Cuando se levantó, nos encontramos cara a cara.
No estuve segura de que podía verme hasta que me hizo un pequeño gesto con la mano.
Me llevé dos dedos a la frente para dedicarle un saludo informal, y ella volvió al escritorio.
Parecía que estaba sola.
¿Quería compañía?
Saqué el móvil del bolsillo.
Solo eran las nueve, y me gustaba la idea de salir con alguien que no tuviera nada que ver con la industria del cine, que no siquiera supiera quién era.
Alguien que olía como el mar en verano.
Podía acercarme y pedirle prestada una taza de azúcar… Volví a mirar hacia arriba, pero había apagado la luz.
¡Maldita sea!
De todas formas, era una mala idea.
Cogí una cerveza de la nevera y fui al porche para disfrutar de un rato de relajación escuchando el chocar de las olas contra la orilla.
La puerta mosquitera se cerró a mis espaldas e inspiré hondo el aire fresco y salado del mar, que me recordaba el sabor de Lisa.
Era un lugar precioso, incluso cuando llovía, incluso después de la puesta de sol.

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Scandal
Fiksyen PeminatKim Jennie es una estrella de Hollywood... Lalisa Manoban es, literalmente, la chica de al lado. Soy Kim Jennie, la niña mimada de la industria del séptimo arte, pero si quiero seguir en la cima, tengo que borrar la imagen de bad girl que he proyect...