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POV JENNIE.

Me quedé mirando el techo de mi habitación, con las manos detrás de la cabeza.

Nunca me había gustado compartir la cama; prefería dormir sola. Pero era el décimo día que me despertaba en Los Ángeles y seguía acercándome al otro lado, con la esperanza de encontrar el cálido cuerpo de Lisa, solo para sentirme decepcionada.

En tres días ella iba a estar allí conmigo.

No pude evitar sonreír al imaginarla en mi cama, desnuda a mi lado.

Bajé la mano para sujetar mi erección matutina. No iba a tener que desperdiciarla cuando llegara Lisa.

La erección vibró en mi puño y cerré los ojos, imaginando que era la mano de Lisa la que me envolvía en lugar de la mía.

Abrí los ojos de golpe cuando mi móvil empezó a sonar.

Esperaba que fuera ella, dispuesta a tener sexo telefónico.

Cogí el teléfono.

Minho.

Qué mala suerte la mía.

Me solté y me senté apoyando la espalda contra el cabecero de la cama.

—Hola.

Gracias a Dios que has vuelto a la zona horaria correcta. Sinclair también está en línea.

—Hola, Sinclair. ¿En qué puedo ayudarte?

Siempre tan servicial, Jennie.

—Ya me conoces. ¿Qué pasa?

Se trata de Hyunji. Hemos estado haciendo una gestión de medios desde que han aparecido esas fotos en Maine, y tenemos que adelantar vuestra ruptura.

—No veo por qué. El estudio querrá esperar hasta que acabemos de promocionar la película.

Mira, la prensa anda detrás de ti después de ver esa fotografía con esa mujer alta.—me comentó Sinclair.

—¿Por qué? Esas fotos no eran incriminatorias. Y, para futuras referencias, su nombre es Lisa. —Dios, la forma que tenía la gente de Hollywood de referirse a alguien por la parte más prominente de su cuerpo era ridícula—. Y es mi novia.

Al decir las palabras, se me secó la garganta.

¿Era mi novia?

Me había alegrado de no tener nada serio con ella cuando me había marchado de Maine, pero al estar separada de ella, quería ponerle una etiqueta.

¿Ella sentía lo mismo?

Da igual. Te estoy diciendo que la prensa está buscando una historia de cuernos. Van a empezar a medir el tiempo que Hyunji y tú pasáis juntas, o a buscar razones por las que estáis separadas. Incluso podrían pillarla con su prometido. Todo esto podría acabar fatal.

Si Sinclair tenía razón, aquella situación era una bomba de relojería.

—¿El equipo de Hyunji está de acuerdo con esto?

Si estás de acuerdo tú, esa será la siguiente llamada que haga.

Inspiré.

—Déjame hablar antes con Hyunji. Ella me avisó por lo de la ruptura, así que debería ser yo quien diera el primer paso. —Con suerte, iba a ver que aquello también podía evitarle un escándalo a ella—. Pero ¿cómo haremos con los directivos del estudio? ¿No se enfadarán?.—Lo que no quería era cabrear a los productores, que confiaban en la química que había entre Hyunji y yo para generar ventas de entradas. En el fondo, Hollywood era un lugar pequeño. El objetivo al salir con Hyunji había sido demostrar que yo era responsable y de fiar. No quería que me saliera el tiro por la culata.

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