POV LISA.
—¿En qué estás pensando?.—preguntó Jennie desde la puerta del baño, con el pecho salpicado con gotas de agua.
Había vuelto pronto de la fiesta de despedida de la noche anterior.
Cuando había aparcado el coche justo antes de las once, había supuesto que era otra persona. Me había alegrado demasiado de verla, lo que me preocupaba un poco.
Iba a irse al día siguiente.
Se suponía que lo nuestro solo era una aventura de verano, pero, cada día que pasaba con ella, anhelaba estar una semana más.
Y cada vez era peor, no mejor.
La casa iba a estar vacía sin Jennie.
Yo iba a sentirme vacía sin ella.
Intenté desenredar los nudos del pelo húmedo y no pensar en que a partir del día siguiente no habría nadie cerca que me hiciera preguntas como esa.
—En todo. En nada. ¿Por qué? ¿En qué estás pensando tú?
—Estaba pensando que… —hizo una pausa y miró el reloj.—te conozco desde hace casi seis semanas.
—¿Ya hace tanto tiempo que te salvé la vida de morir electrocutada en el quiosco de música? Debería haber dejado que te cayera un rayo encima. Habría sido un buen titular.
Sonrió y se acercó a la cama.
—Seis semanas desde que me maltrataste y acosaste verbalmente.
Eché la cabeza hacia atrás para mirarla.
—Creo que las cosas no te han resultado tan mal.
—No cambiaría ni un segundo. —Me pasó el pulgar por el pómulo.
—Me pregunto si tus fans imaginarán lo ñoña que puedes llegar a ser. He oído que eras una ligóna, una mujeriega. Una rompecorazones. —Negó con la cabeza—. ¿Qué te ha pasado?
Se rio.
—No tengo ni idea. Tu cuerpo y tu alma son mágicos. Y bien sabe Dios que haces las mejores mamadas del país.
—Vale, quizá no seas tan ñoña. —Puse los ojos en blanco.
Se agachó y me dio un beso en los labios. ¿Cómo iba a acostumbrarme a que no estuviera cerca?
—Tengo algo que enseñarte.—dije.
—Verte con mi camiseta sabiendo que no llevas nada debajo es suficiente.—alegó.
—Creo que esto te gustará casi tanto. —Abrí el cajón del tocador y saqué el brazalete en el que había estado trabajando la última semana y que había envuelto cuidadosamente en un papel libre de ácido. Apenas había ido por la tienda, ya que quería tenerlo terminado antes de que Jennie se fuera—. He pensado que podría poner una pestaña de encargos en mi página web y usar esto como ejemplo.
Coloqué la pieza en el tocador y la desenvolví.
—Vaya, Lis. Es precioso.
Volví a poner los ojos en blanco antes de mirar el brazalete de oro que hacía juego con el collar más intrincado de la colección Bastet.
Era más pequeño, y también menos costoso de hacer.
—¿No crees que podrías venderlo? Es el tipo de joya que esperaría ver en los Óscar.
—¿En Worthington, Maine? No creo que vaya a venir muy a menudo por aquí nadie de Hollywood. —Le pinché con un dedo el estómago, justo por encima de la toalla —. Supongo que siempre hay una excepción.

ESTÁS LEYENDO
Scandal
FanficKim Jennie es una estrella de Hollywood... Lalisa Manoban es, literalmente, la chica de al lado. Soy Kim Jennie, la niña mimada de la industria del séptimo arte, pero si quiero seguir en la cima, tengo que borrar la imagen de bad girl que he proyect...