19. La boda

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Delilah permaneció en la habitación de Amara esa noche, no la dejaría sola de nuevo. Recogió todas las pertenencias de sus señora y los mozos las cargaron en el carruaje de los Glover. Antes de irse, Amara se despidió de Lady Stark y de Bran.

- Debes despertar pronto Bran, - las lágrimas caían por sus mejillas. - aún no has encontrado los huevos de dragón que prometiste regalarme.

Amara acarició la mejilla de Bran y beso su cabeza. Acarició al huargo de Bran, que estaba junto a él en su cama.

- ¡No te vayas por favor! - el pequeño Rickon sollozó agarrado a sus piernas.

Amara lo levantó y lo abrazó.

- Tengo que hacerlo pequeño. Nos veremos pronto.

Tras despedirse de Ser Rodrik y del maestre Luwin, la chica subió al carruaje. El mundo se desmoronaba frente a ella y solo deseaba llorar. Dejaba su hogar, a su familia... Y había perdido a Jon.

...

Esa misma noche mientras Amara acampaba en el camino hacia el Bastión Kar, se desató un incendio en Invernalia. Todos corrían e intentaban apagar el fuego. Entre la confusión, un hombre se coló en la habitación de Bran, daga en mano, para asesinarlo. Lady Stark luchó con todas sus fuerzas contra el asesino pero no le sirvió de mucho. Por suerte el joven huargo de Bran se abalanzó sobre el atacante acabando con él. El niño se despertó en ese instante.

- Verano. - susurró.

- ¿Madre?

Lady Stark se acercó al niño, no podía creer que estuviera despierto. Robb llegó corriendo y se acercó también.

- Bran.

- Madre, quiero bajar a la cripta, he soñado con Arrax, sé dónde están los huevos.

...

El séptimo día de su penoso viaje, los Glover llegaron al Bastión Kar, Amara lucía apagada, Didi la había estado obligando a comer.

Lord Karstark les dió la bienvenida.

- Galbart, Robett, - les saludo contento y besó la mano de su abuela. - Lady Glover. Nos alegra que estén aquí.

- Y a nosotros, Rickard.

- Vamos, entrad, venid junto al fuego. Querida Lady Amara, estáis tan hermosa como siempre.

Amara sonrió amargamente.

- Si me disculpais, Lord Karstark, estoy muy cansada del viaje.

- Por supuesto, Greta la guiará hasta sus habitaciones.

La doncella regordeta de pelo oscuro la llevo junto a Didi y a Garett hasta su dormitorio. Era parecido al de Invernalia pero más amplio al ser el de una futura señora.

- Lady Glover, en un rato vendremos a ayudarla a prepararse.

- Gracias Greta, si no te importa, he cambiado de opinión, ¿podrías llevarme hasta el bosque de los dioses? Me gustaría rezar.

- Por supuesto Milady.

...

Amara pasó dos horas bajo aquel árbol, rezando todas las oraciones que sabía, pidiendo por la seguridad de los que amaba, por Ned Stark, por Sansa, Robb, Arya, Bran, Rickon. También por Theon y Lady Cat, y por Jon... Le pedía a los dioses con todas sus fuerzas que lo mantuvieran a salvo, y que se lo devolvieran algún día. Por último pidió por ella, pidió a los dioses que le dieran al menos una gota de felicidad en aquella nueva vida que la esperaba.

- Lady Glover, es la hora, debe vestirse.

...

El vestido era sencillo pero hermoso. Blanco con bordados color crema y manga larga. Le daba un aspecto dulce e inocente.

Amara caminaba del brazo de su padre por el bosque de los dioses. Siempre se imaginó a si misma en Invernalia, caminando del brazo de su tío hacia Jon. Pero aquello no era Invernalia, y su futuro marido era Harrion Karstark, que la esperaba sonriente. Parecía un oso al que habían vestido de noble.

- ¿Quién viene ante los antiguos dioses esta noche? - preguntó Lord Rickard Karstark.

- Amara, de la casa Glover. - contestó su padre.- Viene a casarse. Una mujer crecida, legítima y noble. Viene a implorar la bendición de los dioses. ¿Quién viene a solicitarla?

Harrion dió un paso al frente y se posicionó junto a su padre.

- Harrion de la casa Karstark, heredero de la casa Karstark y el Bastión de Kar. ¿Quién la entrega?

- Robett, de la casa Glover, su padre.

Amara sintió una punzada en el pecho, su padre, que nunca fue su padre, la entregaba cual mercancía.

- Lady Amara, - la llamó Lord Karstark. - ¿Tomáis a este hombre?

Amara guardó silencio, la gente la miraba. Puedo ver lagrimas en los ojos de Didi e incluso en los de su abuela. Su padre le apretó dolorosamente el brazo y la empujó para que diera un paso adelante.

Miró a los ojos de Harrion, se le cortó la respiración, deseo sacar su espada allí mismo. Tomó aire.

- Tomo a este hombre. - dijo con un hilo de voz.

Harrion sonrió y la besó en la frente.

- La unión ha sido pactada ante los dioses. ¡Celebrémoslo!

La gente allí reunida, aplaudía feliz mientras Harrion sujetaba la mano de Amara, ella creyó que vomitaría allí mismo.

...

El banquete fue abundante, corrieron el vino y la cerveza. Para cuando llegó la hora del encamamiento, su marido estaba muy borracho. Amara por un momento llegó a pensar que quizás se quedaría dormido, pero no tuvo esa suerte. Su marido la tomó de forma brusca y salvaje. Nada pudo hacer ella para resistirse. Y así fue noche tras noche. Él tomaba su cuerpo a su antojo y ella solo se quedaba inmóvil, rezando por que terminara y se fuera. Ya no luchaba, la última vez que lo había hecho, su esposo la derribo de una bofetada y le amenazó con matarla a golpes si no se comportaba como su esposa. El carácter de Amara le habría hecho coger su espada y plantarle cara allí mismo. Prefería morir apaleada que seguir viviendo a su lado. Pero algo en su interior le dijo que no lo hiciera.

Había pasado un mes desde su boda y había salido a cabalgar en compañía de su doncella y de Garet. Cuando pararon a descansar en un lugar alejado Didi le habló.

- Amy, ¿recuerdas cuando fue tu último sangrado?

Amara se hallaba bebiendo algo de agua y casi se atraganta. No, no lo recordaba, le aterraba la idea de estar embarazada de Harrion. No era posible, Didi le preparaba el té de luna.

- Bebo el té.

- Sí pero... Cuando pasó lo de Bran... ¿Amara tomaste el té durante ese tiempo? No lo recuerdo, y tampoco recuerdo que sangraras antes de venir aquí.

La realidad cayó sobre ella como un balde de agua fría, pero también floreció en ella un pequeño brote de esperanza.

- Cuando volvamos, avisa al maestre, dile que tu señora sangró dos semanas antes de su boda con Lord Karstark y que aún no ha sangrado.

El príncipe del invierno - Jon NieveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora