El príncipe del invierno - Jon Nieve

11. Celos

La mañana pronto se volvió más frenética, al poco de la llegada de su familia, otras casas nobles hicieron su aparición. Amara tuvo que dejar al caballo en los establos para recibirlos a todos.

Los primeros en llegar fueron los Frey, directamente desde los gemelos llegaban Edwyn Frey, junto a su padre Ryman, y su madre, Lady Corenna. Edwyn era un muchacho joven, de la edad de Robb y Jon, pero ni de lejos compartía su porte. Su rostro no era desagradable. Sin embargo, sus ojos azules brillaban con malicia, un rasgo que supuso, caracterizaba a los Frey. El chico sería algún día heredero de los Gemelos.

Tras los Frey llegaron los Bracken, Lothar Bracken era visiblemente mayor que ella, de rostro tosco, pero atractivo, alto y fuerte. Le pareció jovial, al igual que su padre, Jonos, señor del Seto de Piedra.

Lady Cat recibió entusiasmada a su hermano Edmure, el Pez Negro lo acompañaba, aunque Branden Tully le agradó, a Amara le escandalizó la idea de que Edmure Tully viniera a cortejarla debido a la diferencia de edad. Tenía la esperanza de que solo fuera a visitar a su hermana.

Los estandartes de los Umber no se hicieron esperar demasiado, fieles a los Stark no rechazaban nunca el llamado de su señor y por supuesto no desaprovecharía la oportunidad de una alianza. En el norte era bien sabido que, si bien la chica Glover no compartía sangre con Ned Stark, este la consideraba una hija. El pequeño Jon Umber, que sacaba un palmo a su padre, el Gran Jon Umber no tenía nada de especial. Su rostro común adornado con una barba, ojos y pelo oscuro, alto y fuerte como su padre, de aspecto algo intimidante, a su parecer se veía arrogante.

Los Karstark fueron los últimos en llegar, entraron al patio de Invernalia con estruendo, luciendo sus pendones con orgullo. Los Karstark se sentían superiores al compartir ancestros con los Stark. A Amara eso le quedó claro, Lord Rickard Karstark era un viejo presuntuoso y desagradable, su hijo, Harrion, era grande como un oso. De aspecto amenazador y tupida barba, miraba por encima del hombro a los demás.

- Lady Amara, los rumores de su belleza se quedaban cortos, sin duda una dama como usted debe ser muy deseada...

A Amara le recorrió un escalofrío ante la mirada de Harrion, el hombre, que sería al menos ocho años mayor que ella, la desnudaba con la vista. Estaba claro por su aire de seguridad que el heredero Karstark suponía que se llevaría a la joven Glover fácilmente.

Desde el otro lado del patio la sangre de Jon nieve hervía al ver como el Karstark miraba a Amy, fue Theon quien llamó su atención. Sabía que había algo, Robb también, pero ninguno se metería en los asuntos de la Glover y el bastardo. Jon entró enfadado al castillo, iría al bosque a golpear algún árbol con la espada.

La actitud del joven Jon no paso de desapercibida para Galbart Umber que lo observó marcharse.

. . .

Una vez todos los invitados descansaban en sus habitaciones, Amara pudo escapar a los establos, los niños le siguieron, Sansa se quedó con Lady Stark y las demás damas tomando té, ella se retiró alegando que estaba cansada. Delilah la acompañó.

El caballo relinchó al verla.

- Hola precioso... - lo arrulló mientras lo acariciaba.

- ¿Como lo llamarás? - preguntó Arya, los huargos que ya eran más grandes que un lobo normal correteaban por las cuadras.

- Podrías llámarlo Dorado, o Dragón...

- Fuego.

- Tornado.

- ¡Mejor Príncipe!

Los niños lanzaban nombres al aire sin parar, Amara rió junto a Delilah.

- ¿Que tal Duncan, como el gran caballero errante que se convirtió en guardia real? - sugirió Delilah.