Al llegar al Bastión se encontraron con una sorpresa, una gran caja de madera.
- Lady Karstark, esto ha llegado de Invernalia para usted.
Amara miró curiosa la caja.
- Ve a hacer lo que te he dicho, Didi. Suban esto a mi habitación.
- Sí, señora.
Los hombres obedecieron y la chica los siguió. Por suerte, su marido y su suegro estaban de cacería en aquel momento.
Cuando la caja estuvo en su habitación y los hombres salían, Delilah llegó.
- Justo a tiempo, abrámosla, ven Garett, cierra la puerta.
El joven caballero obedeció, lo cierto es que también tenía curiosidad. Amara abrió con cuidado el cierre del baúl y levantó la pesada tapa.
- No es posible. - murmuró la chica.
Eran tres enormes huevos escamados, uno de ellos azul verdoso, otro de un rosa muy pálido casi blanco y el último de color bronce. Amara levantó el primero en sus manos, sin creerlo. Estaba tibio.
Delilah miraba embobada los huevos cuando notó un papel entre la paja.
- Aquí hay algo.
Amará seguía ensimismada contemplando el huevo.
- Querida Amara, - empezó Delilah.- espero que seas feliz en tu nuevo hogar, en Invernalia te echamos de menos. Te prometí que encontraría los huevos de Arrax para ti. Mientras estuve dormido soñé con ellos, estaban en la cripta, como tú dijiste. Cuando los encontré supe que debía mandártelos. Te quiere, Bran.
Amara miró a la rubia.
- ¿Dice que soñó donde estaban?
- Puede que solo haya sido casualidad. - añadió Garret.
- Puede ser.
La puerta sonó.
- Mierda, escondedlos debajo de la cama.
Amará se dirigió a la puerta y la abrió.
- Lady Karstark, su doncella me ha dicho que me necesitaba.
El maestre hizo una reverencia y miró con desagrado a Garrett que seguía en la habitación.
- Si, maestre Beldon. De hecho me he sentido mareada y mi escolta ha tenido que traerme hasta aquí. Puedes retirarte Garrett.
El joven caballero saludó a su señora y salió de la habitación.
- Bien, Lady Karstark, si me permite...
- Por supuesto.
Mientras la joven se desvestía el anciano le hizo varias preguntas.
- ¿Cuando fue la última vez que sangró?
- Unas dos semanas antes de la boda.
- ¿Se ha sentido, cansada, mareada o extraña?
- Con todos mis respetos maestre, dejé mi hogar hace un mes para casarme con un extraño, créame que me he sentido extraña.
- Entiendo, veamos...
El diagnóstico era claro, Lady Karstark estaba embarazada, el Bastión de Kar tendría pronto un nuevo heredero. Su suegro estaba contento, su marido también, además había dejado de visitarla, lo que para ella era un alivio. El tiempo pasaba, y su vientre crecía. Cada noche Amara cogía el huevo verde azulado y lo ponía junto a su vientre, el calor que emanaba le calentaba. Se sentía extrañamente atraída hacia ese huevo. No podía explicarlo, los otros eran hermosos pero ese era especial.
La felicidad duro unos cinco meses, pues una mañana llego la noticia.
- Ned Stark ha sido apresado por Joffrey Baratheon tras la muerte del rey. Robb Stark marchará contra Desembarco del Rey. Marchamos a Invernalia mañana al alba.
Amara vió como los hombres se marchaban, acariciaba su vientre mientras pensaba en su hogar, en Ned Stark, en Robb, en las chicas, en Jon... ¿Lo sabría ya, que su padre había muerto? Pensaba en él continuamente, en su sonrisa, en su pelo, en sus ojos, en sus besos... ¿Le habría hecho feliz saber que iba a ser padre?
- Amara, cogerás frío querida, entra, no te preocupes, volverán pronto.
Amará miró con cariño a su suegra, si ella supiera que rezaría cada día para que su esposo no volviera de la guerra...
Lady Karstark era callada y cariñosa, ni una gota de maldad salpicaba su cuerpo. Lastima que su hijo no hubiera heredado su carácter....
El embarazo de Amara marchaba bien, al parecer la guerra también, Robb Stark ganaba batallas y hacia prisioneros, parecía que el final de la guerra estaba cerca, pero todo se precipitó. Lord Stark fue ejecutado, ahora Robb era el rey en el norte.
- ¿Que pasará ahora? - Delilah estaba a su lado, junto al fuego.
Amara daría a luz pronto, antes de que cambiara la luna.
- La guerra no acabará pronto. Robb no sólo lucha por liberar a su padre, le ha dado la espalda a la corona. Y la corona querrá someterlo.
...
Amara cepillaba a Duncan cuando sintió la primera contracción, no era fuerte así que lo le dió importancia, decidió pasear a su amado caballo. Su tripa le impedía montarlo, pero disfrutaba de su compañía, y pasaba con él. Garrett la acompañaba siempre.
- Lady Karstark, no debería alejarse mucho.
- Garrett, ¿cuántas veces tengo que decirte que me llames solo Amara o Amy?
- Disculpe Lady Karstark.
Amara rió, el joven era encantador, fiel y sincero. De repente se paró por una contracción más fuerte.
- ¿Esta bien?
- Si, solo ha sido una patada. - mintió.
Caminaron un rato más hasta que las contracciones se hicieron más fuertes y cayó de rodillas. Amara jadeó por el dolor. Las parteras le habían dicho que iría más despacio.
- ¡Amara!
Garrett gritó y se agachó junto a ella, la ayudó a ponerse en pie. Su falda estaba mojada. El caballero no lo dudo y la cargó en brazos.
- ¡Espera! ¡Duncan vamos!
El caballo aunque algo extrañado los siguió obediente, el caballero casi corría con su señora en brazos. Al entrar por la muralla gritó al primer soldados que vió.
- ¡Guarden al caballo de la señora y avisen al maestre y a las parteras! ¡Rápido!
Garrett subió a toda prisa a su señora a su habitación y la dejó sobre la cama, Delilah los había visto y corrió tras ellos.
- ¡Por los dioses! ¡Ya viene!
ESTÁS LEYENDO
El príncipe del invierno - Jon Nieve
Fanfiction¿Qué es el honor, comparado con el amor de una mujer? ¿Qué es el deber, comparado con el calor de un hijo recién nacido entre los brazos, o el recuerdo de la sonrisa de un hermano? Aire y palabras. Aire y palabras. Solo somos humanos, y los diose...