29. Soves

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A la mañana siguiente, despidieron a Sam y a Gilly. Amara podía notar la tensión de Jon. Sam era su mejor amigo y le dolía perderlo, pero sabía que estaría bien. Didi se acercó a ella, los niños jugaban con Fantasma.

- Tienes buena cara, ¿donde estuviste anoche?

Amara sonrió y miró a Jon que estaba con Tormund al otro lado del patio, este le sonrió de vuelta.

- Estuve con Jon, Sam y Gilly. Hablamos sobre su viaje y el traslado de los clanes.

- ¿Hasta la madrugada? - Didi levantó una ceja.

- Puede ser.

- Anoche preguntaron por Zaethor y Taelos.

Amy miró al cielo preocupada. No sabían nada de ellos, era la primera vez que se alejaban del Bastión de Kar.

- ¿No se lo has dicho, verdad? - le preguntó Delilah.

- ¿El que? ¿Que sus hijos hicieron eclosionar un huevo de dragón y que ahora hay dos enormes bestias rondando el Muro? Me tomaría por loca.

Delilah hizo una mueca y ladeó la cabeza.

- Dicho así tienes razón, pero a los dragones los he visto, a los caminantes aún no.

- Buen punto.

- El fuego mata a los caminantes. Tú has estudiado la historia de los Targaryen. ¿Cuál ha sido el jinete más joven?

- Rhaenyra Targaryen, con siete años, aún es pronto y no permitiré que mis hijos vayan a la guerra. Además, sus dragones no tienen experiencia en combate.

- Pero son grandes, podrían luchar sin jinetes, ellos... Ya sabes... Pueden hablar con ellos...

Amara lo pensó, era cierto.

- ¡Mamá! - Cregan fue hasta a ella corriendo y llamó la atención de Jon, este se acercó. - Anoche soñé con Zaethor, está triste, quiere verme.

Johanna llegó tras él junto a Fantasma.

- Taelos está enfado, dice que vendrá aquí a por mí, no le gusta este lugar.

Jon estaba muy confundido y miró a Amara en busca de respuestas. Ella acarició la cabeza de los niños.

- Ensilla tu caballo, saldremos a dar un paseo.

...

Amara iba con Johanna en Duncan, Cregan había querido ir con Jon y parloteaba sin parar sobre mamuts, osos, caballeros, y le acribillaba a preguntas. El joven bastardo estaba un poco abrumado.

- Allí.

Johanna señaló una gran arboleda, que parecía tocar el cielo. Al llegar al centro desmontaron y ataron sus caballos.

- ¡Māzigon rȳbagon, Zaethor! (Ven aquí, Zaethor) - Gritó el pequeño Cregan.

- ¿Skoriot issi ao Taelos? (¿Dónde estás, Taelos? - gritó también Johanna.

De pronto las copas de los árboles comenzaron a agitarse y el caballo de Jon se asustó y empezó a relinchar y a tirar para soltarse. Jon miró hacia arriba asustado cuando los dos grandes dragones empezaron a bajar y sacó su espada.

Amara le tocó la mano de la espada para que se calmara y la guardase.

- Está bien.

Jon contempló anonadado como los dragones se acercaban a los niños. Amara cogió su mano y se acercó a ellos.

Zaethor lo olió y se dejó acariciar por él.

- El es Zaethor, ¿es bonito verdad? - le dijo Cregan entusiasmado.

Jon sonrió mientras acariciaba al dragón aguamarina.

- Sí, sí que lo es.

Taelos se acercó un poco, le gruñó al principio pero dejó que le tocara el hocico. Johanna estaba confundida.

- No deja que nadie lo toque, ni siquiera mamá o Didi. - dijo la pequeña mientras rascaba el cuello de su dragón.

Jon no tenía respuesta para aquello, y de hecho no encontraba explicación para lo que tenía ante sus ojos.

- Al final Bran si encontró los huevos, me mandó una carta... - a Amara se le saltaron las lagrimas al recordar a Bran y a Rickon - Decía que habia soñado con ellos mientras estaba en cama y sabía dónde estaban y me los envío. Yo ponía uno de los huevos junto a mi tripa y cuando nacieron lo puse en su cuna. Al poco tiempo el huevo se abrió y nacieron dos dragones. No sé cómo, pero sucedió.

- Los Targaryen...

- Lo sé, Ned nunca dijo nada... En más me una ocasion he estado a punto de escribir a Howland Reed, él acompaño a tu padre en la Rebelión.

- Reed... Bran está con sus hijos.

- Bran... Creí que estaba muerto.

- Yo también, pero Sam lo vió en el Torreón de Craster, al parecer está bien.

- Bien, ¿y Rickon?

Jon negó. Amara se acercó a él y lo abrazó. Él besó su frente.

- Estaremos bien. - le dijo la chica aún abrazada contra su pecho.

- Eso espero.

Se quedaron allí un tiempo, Jon y Amara se acomodaron bajo un árbol mientras observaban a los niños. Johanna se había montado sobre el lomo de Taelos y le susurraba palabras en valyrio.

- ¿Cómo han aprendido valyrio?

Amy sonrió.

- Dicen hablan con los dragones y ellos les enseñan, una vieja bruja los llamó cambiapieles.

- Los salvajes me llaman Warg, dicen que estoy unido a Fantasma.

- ¿Y es cierto?

- No estoy seguro, por las noches, a veces sueño que soy Fantasma.

- ¡Soves! - Johanna gritó y Taelos comenzó a batir sus alas.

- ¿¡Johanna!? - Amara se levantó asustada.

El dragón empezó a elevarse antes de lanzarse hacia el aire junto con la niña que se aferraba a su lomo.

- ¡Johanna! - gritó Jon.

Cregan vió como su hermana volaba con su dragón y se quedó maravillado. Jon vió su expresión, era la misma expresión que ponía Robb cuando estaba a punto de hacer algo realmente estúpido.

- ¡Cregan no se te ocurra! - le gritó Jon.

- ¡Soves Zaethor, soves! ¡Iré a por ella!

El dragón se elevó también sin dificultad y emprendió el vuelo tras su hermano ante la vista de Jon y Amara, que corrieron fuera de la arboleda. En el cielo podían ver a los dos dragones, sus escamas relucían a la luz del Sol.

- ¿Qué hacemos? - Amara estaba aterrada.

Solo pudieron esperar, unos instantes después los dragones volvían, se posaron suavemente y los niños bajaron. Jon y Amara corrieron hacia ellos. Se apresuraron a comprobar que ninguno estaba herido y respiraron tranquilos.

- ¿Mamá nos has visto, estábamos volando?

- Cregan, debiste obedecer, nos habéis dado un susto de muerte. Johanna, aún sois muy jóvenes para montar.

Jon reprendía a los niños pero en su voz se notaba el miedo. Cregan agachó la cabeza y Johanna lo miró desafiante, manteniéndole la mirada. Jon no pudo resistirse más y los abrazó a ambos.

- Maldita sea. Sois muy valientes.

Amara podía ver como los niños lo abrazaban de vuelta y como sonreían, incluso Johanna lo hacía.

El príncipe del invierno - Jon NieveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora