La noticia de la muerte de la mano del rey, Jon Arryn, llegó junto el aviso de la visita del rey. El rey llegaría en una semana. Se dio aviso a los señores para que volvieran a Invernalia a recibirlo. Su señor padre si acudiría en esta ocasión.
"Vendrá a recibir al rey", le había dicho Amara a su abuela amargamente más tarde. Su padre acudiría a Invernalia a recibir al rey pero no a verla a ella.
En Invernalia el ambiente era frenético, todos se preparaban para la llegada de la corte. Ned Stark estaba preocupado, el rey no haría un viaje tan largo solo para saludar. Amara por su parte evitaba a su tío, el soldado seguía en su puerta pero no volvió a mencionarlo, y ahora la seguía a todas partes. Era insufrible.
Sansa estaba entusiasmada, no dejaba de hablar de príncipes, reyes y princesas. Una tarde, ambas bordaban junto a Arya, a la que Amara intentaba enseñar con cariño y paciencia. Amy estaba cansada de oír a Sansa parlotear sobre lo apuesto que era el príncipe Joffrey o lo encantador que era Jaime Lannister. La chica se volvió y vió como Bran y Rickon jugaban.
- ¡Chicos!
Los niños corrieron a su encuentro.
- Decidme niños, ¿conocéis la historia de Cregan Stark?
Los niños negaron, habían oído hablar de muchos señores de Invernalia pero sus jóvenes mentes tendían a confundirlos, a veces, su padre los bajaban a las criptas para que recitaran los nombres de sus antepasados.
- Cregan Stark, era llamado el Viejo Norte o el Lobo de Invernalia. Luchó en la danza de dragones a favor de la reina Rhaenyra Targaryen. Cregan se hizo muy amigo del príncipe heredero, Jacaerys. El príncipe llegó volando en su dragón, el joven Vermax, hasta Invernalia para pedir su apoyo en la guerra.
Los niños la escuchaban atentos, sus ojos se agrandaban de emoción al imaginar a un dragón sobrevolando Invernalia.
- Dicen que el príncipe se llevó tan bien con Lord Cregan que bebían y cazaban juntos. E incluso que Vermax llegó a anidar en las criptas. Cregan era tan valiente y tan fiel que, a pesar de la muerte de la muerte de la reina y del príncipe, siguió luchando por ellos. Marchó sobre el sur y sentó al hijo menor de Rhaenyra en el trono de hierro.
- ¿De verdad Vermax puso huevos en Invernalia? ¿Qué pasó con ellos? - preguntó Bran.
Amara lo miró con ternura, Rickon también esperaba expectante su respuesta.
- Es solo una leyenda, Bran, nadie ha encontrado huevos en la cripta.
- ¡A lo mejor nadie los ha buscado! - añadió el pequeño Rickon.
- Puede ser. - rió Amara.
- ¡Yo los encontraré y te regalaré uno! - dijo entusiasmado Bran.
Amara rió.
- Ven aquí. - cogió la cara del niño y le dio un beso en la mejilla.
Los dos niños salieron corriendo, seguramente a comenzar su búsqueda. Arya quería hacer lo mismo pero su madre entró en ese momento dándole una mirada severa, por lo que continuó peleando con su bordado.
- ¿Sabes que el príncipe... - comenzó Sansa, Amara suspiró.
- Como empieces otra vez, te meto la cabeza en la chimenea.
- ¡¡Arya!! - gritaron Lady Stark y Sansa al unísono.
...
Jon golpeaba furioso el maniquí de paja, lo atravesaba y lo acuchillaba con fuerza. Amara lo observaba, mentiría si dijera que no le resultaba atractivo, ese fuego de su interior la volvía loca.
- ¿Disfrutas de la vista?
Jon se apartó el pelo rizado hacia atrás y se acercó a ella.
- La verdad es que sí.
Jon sonrió de lado.
- ¿Qué te parece? - le preguntó ofreciéndole su espada, era nueva, Lord Stark se la había dado esa mañana.
- Es fuerte y austera, justo como Lord Stark. ¿Te atreves conmigo o prefieres seguir enfrentándote a tu temible enemigo de paja?
Jon recuperó la espada. Y le asintió, guiñándole un ojo. Sus aceros chocaban y sus respiraciones se mezclaban.
- Lady Glover.
Maldito Garrett. Amara tomó distancia.
- Su padre se acerca.
La chica suspiró.
- Buen combate Jon, iré a asearme.
- Lady Glover. - Jon se despidió educadamente.
Amara marchó hacia su habitación, con Garrett en sus talones.
...
Amara recibió a su padre con un hermoso vestido rojo, con adornos en plata. Los colores de la casa Glover. Lord Robett solo asintió en respuesta, ni una palabra, ni un abrazo, nada.
- Estás hermosa hermana. - le dijo su hermano y se retiró tras su padre.
El corazón de Amara no se rompió, hacia años que su padre no le provocaba tristeza, solo decepción, él había decidido no amarla. Ella no tenía la culpa.
- Lord Stark, me alegro de verle, ha criado buenos muchachos.
La vista de su padre se paseó por los niños Stark, estrecho la mano a Robb. Su gesto se torció al ver a Jon.
- Gracias Robett.
Los hombres entraron en la fortaleza, ella se quedó allí de pie.
- Galbart, debí hablar contigo, me han llegado varias propuestas de matrimonio, quería consultar las opciones contigo. Podemos sacarles partido.
Amara escuchó aquellas palabras, su padre pretendía venderla como a una yegua de cría, ya tenía a los compradores. Solo debía elegir al que pagaba más. Jon se acercó a ella.
- ¿ Estas bien? - intentó acercarse un poco pero ella le hizo un gesto y retrocedió.
Garrett estaba allí, a unos metros, como una sombra.
- Voy a salir a cabalgar.
...
Duncan volaba por las tierras de los Stark, el viento agitaba la melena rizada de Amara mientras galopaban, Robb, Theon y Jon se habían ofrecido a acompañarla, también Delilah. Por suerte pudieron dejar a Garett en Invernalia.
- ¡Vamos Duncan!
El joven caballo era veloz, más que los demás, y llegó el primero hasta el lugar donde solían reunirse, un claro que apenas se metía en el bosque, por el que pasaba un riachuelo donde podían beber los animales.
Nada más llegar, la chica bajó de un salto y dejó que Duncan bebiera. Los demás llegaron tras ellas momentos después.
- ¡Maldita sea! ¡Ese caballo corre como si le persiguieran demonios! - comentó Robb exhausto.
- Eso es porque huye de tu fea cara. - bromeó Theon llevándose un empujón del Stark.
Los demás reían ante esto. Amara los miraba reír, aquel era su hogar, ellos lo eran, y Sansa, y Arya, Bran y Rickon...
- ¿Qué ocurre Amy? - Jon estaba preocupado.
- Se acerca el invierno.
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El príncipe del invierno - Jon Nieve
Fanfic¿Qué es el honor, comparado con el amor de una mujer? ¿Qué es el deber, comparado con el calor de un hijo recién nacido entre los brazos, o el recuerdo de la sonrisa de un hermano? Aire y palabras. Aire y palabras. Solo somos humanos, y los diose...