Suga salió de la clínica cuando una llamada interrumpió su caminar, odiaba atenderlas pero aprendió a lidiar con la sensación molesta por motivos de su trabajo.
—Hola ¿Quien habla?
—¿Señor Min Yoongi?—Se oyó del otro lado del teléfono.
—Si
—Necesitamos que se acerque a la institución universitaria y dirigirse a la secretaría de asuntos estudiantiles, es de extrema urgencia.
—Si, estaré ahí dentro de quince minutos.
Cortó el teléfono y lo guardó en su chamarra, justo hoy quería tomar un descanso no había sido la mejor de las semanas y luego de la advertencia del médico no le apetecía ir y justo encontrarse con la persona que había desorganizado su vida.
Al llegar al sitio no había casi nadie, apenas un puñado de gente recorría los pasillos.
El edificio de secretaría se encontraba separado del edificio principal y, un poco más alejado que esté. Sus enormes puertas eran un símbolo de egocentrismo barato, completamente innecesarias, y su única finalidad era elevar el estatus de quienes, estando adentro, se creìan seres superiores, aquellas escaleras de marmol lustrado le aportabàn la altura necesaria, simulando ser un pedestal para esculturas valiosas e inalcanzable a las que personas con una economía promedio no podrían jamás acceder.
Amaba el arte, pero por otro lado, odiaba toda esa parafernalia y le causaba cierto asco, como los hombres tomaban la pasión de otros y las volvían los peldaños para su estatus social, y al igual que épocas pasadas, despreciaban lo actual, al final, solo quedarían sus obras y nada del artista que le dio vida. Acarició el barandal de madera en un intento de conectarse con aquel maestro que la esculpió. Quizá estaba siendo demasiado sentimental, sacudió la cabeza para alejar esos pensamientos que lo estaban distrayendo, y se dispuso a golpear la puerta.
Para su sorpresa un hombre joven le atendió y no un señor viejo como lo había imaginado y le solicito amablemente a que pasara al recinto.
Dentro ya había alguien ocupando una de las sillas del despacho. El susodicho se giró al reconocer su voz y se levantó de su asiento.
—Yoongui.
—¿Jimin? ¿Por qué estás aquí?
El joven leopardo creyó que era uno de esos problemas en lo que se metía por su condición de ser un Alfa, pero al parecer este no era del todo por ese caso.
—Siéntese joven Park o su sanción será inmediata.
—¿De qué se trata todo esto?— Sin dudas no estaba en sus planes el verse hoy y menos luego de haberse retirado casi sin mediar palabras, por miedo a que sus propios instintos le ganasen. Sin duda merecía antes una disculpa de su parte.
—¿Puede por favor tomar asiento?— La pregunta era mera cortesía y simplemente hizo caso.
—Disculpe señor Min, pero queremos constatar el acoso por parte de joven Park y quería escuchar su posición acerca de una sanción y suspensión. Este instituto no justifica ni avala ningún tipo de descriminacion, el joven aquí presente aquí presente.—Señaló despectivamente a su compañero.—Dijo que no se trató de un acto de odio a su condición, sino una venganza por una pelea anteriormente, y que usted ya le perdonó.
—Es verdad, dije algo que lo molesto y por eso fue la riña inicialmente, pero concordamos en hacer las paces.
—Sin embargo testigos dicen que el día de ayer en la clase de fotografía el joven lo flasho con la cámara y que después lo siguió por los pasillos.
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Wild city (TXT Y BTS, Solo Bl)
RomanceEn un mundo paralelo, la humanidad está conformada por diversas especies diferentes entre sí, aunque en ella los problemas siguen pareciendo los mismos: Discriminación, violencia y corrupción. Aún así los personajes de esta historia buscarán encontr...