Wild city (TXT Y BTS, Solo Bl)

Cap extra 3: Mágico (arco Soobin y kai + fin del arco de Jimin y suga)

Tres meses más habían pasado, el invierno le había dado paso a la primavera. Kai había estado al pendiente de su amigo en cinta y hasta su madre, luego de una larga discusión, terminó por disculparse con él.

Soobin, quien se había alejado por un tiempo, comenzó a visitarle más seguido, ya que Beomgyu no podía simplemente salir de su casa sin marearse, el llevar dos bebés en su vientre era un gasto energético enorme para su cuerpo y el oso polar aunque quisiera no podía permanecer mucho tiempo en su casa debido al aroma que se había impregnado en ella, le era muy molesto y desagradable, si bien el zorro se había disculpado con él y ya no hacía comentarios irritantes hacia su persona, se daba la tarea de demarcar su territorio tanto como le fuera posible,al igual que Taehyun, este no lo veía ciertamente a él como una amenaza, pero era un aviso para cualquier intruso que quisiera adentrarse, que no era bienvenido precisamente ahí y que ese joven no encontraba solo. Ahora entendía que el mayor ahora debía cuidarse, aunque claramente eso no evitaba el hecho de que se deprimiera sin nadie con quien hablar, luego de escucharlo atentamente Soobin se dió a la tarea de acompañarle, no como solo como animal sino como persona.

—¿Porque no pruebas otro sabor?—El más joven detuvo su marcha.
Desde que habían estado saliendo juntos el joven solo pedía ése gusto en particular, era raro que sin importar cuántos gustos hubiera en la carta, siempre elegiría el mismo.
—La verdad… no es que me guste mucho.—Su mirada se clavó en la arena. A su derecha encontraba el mar, que con sus olas provocaba que la brisa removiera su cabello.
—¿Qué? Y porque siempre escoges él mismo.
—¿Realmente necesitas saberlo?—El mayo asintió suavemente —No me sentía especial… Nunca fui muy bueno en algo o sentí que destacaba, pero cuando te conocí, aquella tarde en el kermes,por primera vez sentí que era el protagonista de algo y estaba tan feliz que era como si el mundo solo girará para mí… Con todas mis fuerzas quise aferrarme a ese momento. Este sabor, me regresa a ese instante.—El mayor quedó atónito y sin palabras—Es vergonzoso, lo siento.
—Es todo lo contrario, es… hermoso.—Dio unos pasos hacia él, los  rayos del atardecer alumbraban maravillosamente sus facciones. —Tu eres hermoso.—Tomó su rostro y lo miró fijamente, perdiéndose en ellos, ¿Hacía cuánto tiempo que se sentía así? ¿Cuando había caído completamente enamorado de un niño?¿y cuando este se convirtió en todo un hombre? ¿Porque si el joven no tenía miedo en mostrar sus sentimientos, a él le costaba tanto expresar los suyos?. Todo ese tiempo había intentado mantener cierta distancia, pero ya le era imposible soportarlo, el calor de la respiración lo estaba seduciendo atrayendo inevitablemente hacia él, a ninguno de los dos ya le bastaba con tan solo contemplar al otro. El  mayor acercó tímidamente sus labios y el joven rubio hizo presión con los suyos, sin darse cuenta dejaron caer sus helados.—Me aseguraré de que crees tantos momentos felices como olas en el océano.
El cielo nocturno comenzó a llenarse de brillantes estrellas, y alumbraron la orilla con una pequeña hoguera. Era su momento mágico y nada ni nadie se lo arrebataria.

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La cirugía de Taehyung había sido todo  un éxito después de siete años volvió a oír, al principio fue difícil acostumbrarse de nuevo a los sonidos constantes se había habituado tanto al silencio que la constante estimulación del ruido hacía que sintiera jaquecas a menudo, aun así se alegraba de poder escuchar no solo Jungkook sino también a Jimin y a su familia nuevamente.
Como parte de su terapia de recuperación debía exponerse al menos treinta minutos al día a los ruidos de la ciudad y su novio tendía a acompañarlo a la mayoría de ellas.
Fueron hasta el gran parque que se encontraba en el centro de la ciudad, de esta manera los sonidos serían más tenues debido a su gran arbolada que reduciría.
La temporada de cerezo estaba casi finalizando pero aún había unos cuantos que habían florecido tarde. Estaban caminando por el sendero de la mano cuando el mayor se detuvo abruptamente frente de un enorme cerezo y se arrodilló frente a él, sacando de su bolsillo un delicado estuche negro que al abrirlo contenía una sortija en su interior.
—Espere todo  este  tiempo  para saber que realmente pudiera oír tu respuesta… ¿Así que dices?¿Quieres casarte conmigo?—Una sonrisa se había dibujado en su rostro
Los rayos del sol rebotaban en el diamante del anillo que este contenía, produciendo hermosos destellos arcoiris.
El pelinegro se sonrojo, avergonzado, cubrió sus ojos con una mano mientras que le tendió la izquierda al mayor.—Sí, quiero.—luego de su confirmación el hombre delicadamente deslizó el anillo por su dedo anular y selló la unión con un beso.