Cap extra 2 :No cantes victoria (arco de Jimin + Beomgyu)

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Jimin había dado una excelente performance, tenia tantos nervios que casi no pudo dormir en toda una semana pero al menos supo usar su insomnio a su favor ensayando la rutina, las tantas veces que fueran necesarias para dominarla por completo, pero incluso si bien dio lo mejor de sí, el maestro de danza distaba mucho de verse algo impresionado y cuando finalizo este apenas le aplaudió tan vagamente, que le dolía oirlo.
—Muy bien, está dentro nuevamente.
El rector que estaba supervisando todo aquello,se despidió, pero antes de irse firmó la planilla  la cual contenía las notas que le daban el paso al siguiente semestre.
—¿Podré actuar en la obra?—Su respiración era agitada debido al cansancio.
—No.
— ¿Por qué?lo hice excelente y
El hombre lo interrumpió —No admito privilegiados en mis obras… no se como lograste que el rector te diera una segunda oportunidad finalizando el semestre, pero yo soy el único que tengo el poder de elegir quienes actúan en ellas. Si te quedaras en mis clases haré todo lo posible para mantenerte siempre a las sombras del resto.
—¿Que?¿Porque?—La vida le daba otra cacheda, aquel hombre tomó todo el asunto como algo personal y una especie de burla hacia el resto de alumnado.
—Si estás tan comprometido para triunfar lo harás otra vez, pero si no, te puedes despedir de tus sueños.—El hombre lo veía con desprecio desde mucho mas arriba.
—¿Y por qué no se negó en ese entonces?,—Había destrozado sus ilusiones con  hacerle creer que tenía aún posibilidades—  yo… yo me esforcé mucho y si lo hubiese sabido…
Lo interrumpió—Todos se esfuerzan para destacar en mis clases, pero valoro por sobre todas las cosas la constancia y la disciplina.—tomó el puntero que utilizaba para corregir la postura y lo señaló de arriba hacia abajo.—y  veo que te hacen falta ambas.
—Entonces desapruebeme.—Sus lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos, él sabía que era muy constante en todo lo que se proponía, sólo había tenido unas muchas malas rachas esa semanas, pero prefería eso a que jamás le reconocieran como un verdadero bailarín.
—Bien.—El hombre tomó la planilla y tachó su nombre.—Nos veremos el próximo año.—Salió del salón victorioso y lleno del orgullo arrebatado, como si el haberlo hecho renunciar por su propia cuenta, le hubiese otorgado placer.
El leopardo había contemplado el suicidio asistido, junto a las puertas del salón, esperando tranquilamente a que el ciervo terminará su función, en completo silencio intentando no incomodarle en lo mas minimo. Pero claro que al oír aquellas duras palabras lo llenó de tanta rabia hacia aquel profesor que quería matarlo con sus propias manos, él había sido el mayor testigo de cuánto Jimin se había esforzado, hasta hacerlo excelente y su talento estaba muy por encima de cualquier otro estudiante.
Cuando él hombre pasó por su lado quiso golpearlo hasta que su cráneo estallace por la presión de sus puños y que ni siquiera su propia madre consiguiera reconocerle, tuvo toda la iniciativa para seguirle a cualquier lugar donde esté se dirigiera y lo único que lo detuvo fue el sonido del llanto que provenía desde dentro del salon, por muchos que lo deseara, esta no podía ser su pelea y el joven detrás suyo requería más de su apoyo que de su fuerza bruta.

Jimin se había quebrado emocionalmente, sus piernas finalmente cedieron ante el cansancio que había acumulado físico y psíquico, se sentía tan miserable y derrotado, que mientras lloraba se reía de sí mismo.

El joven felino se le acercó y comenzó acariciar su espalda, molesto de pensar pensar que este creyera había fracasado de alguna forma.

—Ahora escúchame bien, puedes llorar aquí todo lo que quieras, pero  jamás lo hagas nuevamente enfrente de él.—El mayor alzó su rostro, el joven al verle fijamente le pareció que sus ojos estaban encendidos y sus pupilas lucían algo rasgadas— No les des la posibilidad de verte derrumbado otra vez,  ese malnacido, es solo una puta hiena que no puede hacer otra cosa que alimentarse con eso.—Le limpio aquellas gotas qué bajaban por sus mejillas. —Gánale en su propio juego y cuando estés en la cima,le podrás presumir todo tu triunfo.—Lo abrazo y este recargo su cabeza sobre su hombro—Date el placer de humillarlo en lo único en lo que se cree bueno para dejarlo completamente sin nada.

Wild city (TXT Y BTS, Solo Bl) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora