Capítulo 34 Deja vu

9 2 0
                                    

El ambiente era tan húmedo como asqueroso, no podía ver nada, pero los olores eran más que suficientes para darle una imagen del sitio horrible en el que se encontraba. Tenía sus tobillos y pies amarrados.
—¿Vas a rendirte y nos dirás dónde está tu hermano?.
Una voz distorsionada salía por un parlante en la esquina de esa sala. El leopardo había dejado de contar las veces que lo habían electrocutado, no solo como método de torura sino también para evitar que este se transformara. De su pelo aún goteaba parte del agua helada que le habían echado, para hacer que electricidad fluyera a largo de todo su cuerpo.
—No lo sé. Pero si lo sabría tampoco te lo diria, idiota.—Luego del insulto recibió un puñetazo en la comisura de su labio, haciendo que escupiera sangre.
La tortura continuo toda la noche practicamentes sin cambios hasta la tarde del siguiente día. Su cuerpo parecía haberse insensibilizado después de tanto tiempo. Estaba perdiendo la noción del tiempo y lo único que lograba mantener su conciencia era el ser electrocutado.
Su mente se nublaba una y otra vez, estaba a punto de desmayarse producto del cansancio, cuando la voz dijo. —Quitenle la bolsa.
La luz le quemaba los ojos al ser repentinamente descubierto apretó sus párpados hasta que sus pupilas se acostumbraron al cambio.
El ruido de una pesada puerta metálica abriéndose y los pasos acercándose qué hacían eco en el galpón, le hicieron intuir que era probablemente el hombre que hablaba a través del parlante.
—Espero que estes mintiendo o lo lamentarás.
Un vestigio del pasado, pensó al reconocer la voz de la persona que se encontraba a escasos centímetros de él, la primera vez en años, hubiese preferido que se tratase de una simple coincidencia o que su mente le estuviese haciendo una mala pasada, pero sin embargo sus ojos rectificaron lo que sus oídos habían concluido.
—Hoseok.
Le había conocido cuando estaba liderando la pandilla. Al principio solo era un chico más, uno con uno con el peor pasado que hubiese escuchado, habían sido tanto el abuso durante su infancia, que su mente tuvo que fragmentarse en dos para poder lidiar con esos traumas. Sus personalidades eran completamente diferentes entre sí, una muy energética y positiva que ciertas veces pecaba de incrédula. La otra era totalmente lo opuesto, desconfiada y oscura, pero perfecta para hacer los trabajos que el jefe mandaba.
Quizá fue la cercanía, o simplemente el hecho de que sus vidas estaban casi igual de jodidas que empezaron a salir. Su relación significó mucho para ambos por ser la primera, pero lo cierto es que fue más bien un tipo de mutualismo, en el que se lamían las heridas que el bajo mundo les había causado.
—Mi querido Suga. Tu estupido hermano jodió todo mi negocio. Si no obtengo su cabeza tendré la tuya en su lugar.—Levantó su cabeza desde su mentón.
—¿Tu negocio?¡¿Tu provocaste todas esas muertes?!.
—Corta una cabeza a la Hidra y le saldrán otras dos, ¿Quién crees que mató a ese otro vejestorio?
— ¿Fuiste tú?
—Estaba cansado de estar siempre debajo de la pirámide y luego pensé ¿Por qué no mejor  subir unos peldaños? y me deshice de él.
Estaba completamente fuera de sí. En todo ese tiempo transcurrido, que le había pasado a su otra personalidad dulce, en que parte de su mente había quedado sepultada para lograr hacer todo tipo de atrocidades y sin pena alguna.

—Necesito hablar con jhope
—A lo siento pero eso no va a poder ser—Dijo con tono de sarcasmo— ahora Jack está fuera de la caja.
El leopardo sintió escalofríos en su espalda, ni siquiera estaba seguro de sí podría razonar con él.
—Dime, ¿qué fue lo que le hiciste?
—¿Yo? jajaja mas bien tú qué le hiciste, o acaso no recuerdas que nos abandonaste, ¡miserable!—Con su pie tumbó la silla, en la que este se encontraba haciendo que su cabeza se golpeara contra el duro suelo de cemento.
—Yo no le abandone el decidió quedarse—Podía sentir el calor de su sangre brotando de su sien.
—Y tú irte. Hicimos todo esto por tí. Lo tendríamos todo, por fin podríamos vivir sin preocuparnos por el dinero. Tu te volverías un artista famoso y yo sería tu musa, pero en cambio ¿Que hiciste?¡¿Que hiciste?!—Lo pateó, furico.
—¡¿A qué costo?! ¿crees que hubiese podido sobrellevar esa carga?, ¿O en ver en lo que te convertías?.
—Te vi cobrandote la vida de otros. Así que no te vengas a hacerte el inocente, que ese papel no te queda.
Miro el reloj en su muñeca.—Esta es tu última oportunidad, vas a decirme ¿Dónde está Beomgyu?
—No.—Su vida valía poco, en comparación con la de su hermano y tampoco le temía a la muerte, sabía que esta vendría tarde o temprano, aunque lamentaba el no poder lograr sus objetivos por los que tanto había luchado.
—Está bien. Mira la hora que es, es un hermoso atardecer no te parece—En una pequeña ventana en lo alto de la pared se podia vislumbrar el atardecer con tonos rojizos y anaranjados.—¿Sabes que mañana es nuestro aniversario? y te tengo un lindo regalo
—No quiero nada tuyo y desde hace mucho que ya no somos una pareja.
—Que malvado y con lo mucho que me costó traerlo, es algo que te amas mucho y que no aguantarás en abrirlo.—su voz sonaba perturbadoramente dulce y luego cambió repentinamente a otras mucho más seria frunciendo el entrecejo.—Casi que podría apostar a que no.

Wild city (TXT Y BTS, Solo Bl) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora