Capítulo 29 La vida continua

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Su cuerpo se mantenía alerta ante cualquier movimiento que el depredador delante de sus ojos hiciera. La escena que leopardo había pintado produjo que Jimin rememorara con lujo de detalle, todo su pasado como interminables flashes que azotaban su mente.
Aquel animal le hizo recordar al monstruo de sus pesadillas, su salvajismo, la sangre y una víctima en el suelo.
Su tía siempre le había dicho que sus padres habían muerto en un incendio cuando él era apenas un infante. Pero sus pesadillas estaban plagadas de bestias, con grandes colmillos y afiladas garras que eran capaces de tajear la piel y desgarrar la carne.
Pero el joven no podía culparla ni enojarse por aquella mentira pues, quién tendría el valor de decirle a un niño que su padre había devorado brutalmente a su madre, era simplemente inconcebible.

Taehyung bajó del auto y arrastró a su paralizado amigo dentro, quizá la pelea había concluido pero eso no le daba la seguridad de nada. La bestia tampoco hizo un intentó  de justificarse, por lo que les permitió que se marcharan, tal y como habían llegado. El felino se quedó en el medio de esa desolada calle. Había un silencio de sepulcro que parecía extenderse más allá de donde las farolas podían alumbrar, como si toda la vida natural se hubiese apagado en aquel instante.

Cada día que pasaba, la noche se hacía mucho más fría y húmeda que la anterior, acompañado por una luna que iba adquiriendo su forma redondeada, aportando más luz en el oscuro firmamento.

Fueron más de uno, los que en aquella noche, lidio con su propia batalla interna, donde el “si hubiera” parecía reinar en sus pensamientos.

A la mañana siguiente Yoongi publicó en venta la propiedad, a pesar de su latente depresión. El rumbo de su vida parecía haber cambiado, pero si aún respiraba  significaba que tenía que seguir adelante, dándole prioridad a sus estudios si no quería que todo su esfuerzos se fueran por el drenaje.

Su semblante oscuro debía de ser fácilmente visualizable, la gente parecía esquivarle más de lo usual. La buena noticia es que al menos eso significaba que no tendría que hablar con nadie.
La clase nuevamente se repetía con profesor Namjoon, y además de las chicas eran varios chicos los que parecían estar interesados en él. Pero este no se dejaba llevar por las insinuaciones de los alumnos. Siendo cortés pero a la vez muy serio en las constelaciones.

Jimin estaba unos asientos detrás del de Suga, cargaba consigo una férula de plástico en forma de bota y hacía uso de unas muletas para caminar.
Esa misma mañana había tenido que ir a urgencias dado el grado de inflación que contaba, la tomografía reveló que había tenido un desgarre en sus ligamentos.
El leopardo llevó su mano a la frente y fregó su ojos, apenas le vio ingresar. La vida no dejaba de echarle en cara las consecuencias de sus actos impulsivos, y la clase del arte del medievo no parecía de ser una gran ayuda, las imágenes estaban repletas de torturas, bestias del infierno con mucho simbolismo religiosos  ¿Como se suponía que iba distraerse con todo eso?
Cuando está finalizó y prácticamente todos abandonaron el salón con excepción de ellos dos, el leopardo decidió acercarse pero el amigo hipoacúsico lo interrumpió antes de que este comenzara a hablar
—No te le acerques.—Había tanta rabia en su voz que podía competir contra la del alfa, y este retrocedió un poco al oirla, el joven había ido para ayudar a movilizarse a su amigo. Por su parte Jimin no dijo nada, solo tomó el brazo de Taehyung para poder pararse.
Caminaron unos cuantos metros  por el pasillo por delante de él mientras que el felino se quedó parado en el umbral.
—¡Te amo!.
El grito resonó en todas las paredes y el ciervo se detuvo.
—”Solo será un momento”—Le hizo señas para que se fuera y lo dejara a solas con él.
—”No voy a dejarte con ese loco”
—”Tómalo como el pago de tener que buscarte por toda la ciudad”
Taehyung miró hacia atrás para hacer contacto visual con el alfa.
—No habrá mar o tierra en la que te puedas ocultar si le vuelves hacerle daño.— Siguió su camino.
Jimin caminó hacia el leopardo que portaba una mirada baja.
—Jimin yo…—Lo abofeteó haciendo que volteara la cara del golpe.
—¡Confíe en ti!, Inventaste una excusa para irte de mi casa ¿Solo para qué?¿Para pelearte?¿Tienes alguna idea de cuántos mensajes y llamadas envíe al buzón de tu celular?¿O de lo preocupado que estaba?...—Hizo una pequeña pausa para poder respirar, le estaba costando el hablar—Hace un par de días creí ver a mi mejor amigo morir, en ese mismo lugar. ¿Sabes lo que significó eso para mi?
—Accidentalmente rompí mi celular cuando supe que mi hermano había escapado de la clínica y cuando lo vi con ese alfa no pude contener mi rabia y me cegué. No quería que me vieras de esa forma.
—No voy a perdonarte, no hasta que demuestres constancia en la relación—Incluso si lo decía enojado, el que usara la palabra relación en la oración le daba un poco de esperanza al mayor —Y a diferencia de ti, si pienso cumplir con mis promesas, ¿Quieres que siga siendo tu modelo? Está bien pero yo decidiré el cómo y el cuándo. A menos que tenga otras ideas.
Después de haberlo herido tanto física y emocionalmente, el leopardo no se sentía con el más mínimo derecho a reclamar esa deuda que ya a su parecer había sido más que saldada. Simplemente no quería perderlo.
—Está bien. —Dijo mientras asentía.
El mayor esperó a que se retirara para irse él también, quería de lo posible darle algo de espacio para no avallasarlo. Una sombra detrás de él hizo que volteara a ver de quien se trataba.
—Si aún se preocupa por ti significa que te ama.— Era el profesor Namjoon, había escuchado la conversación pero se mantuvo detrás de una columna donde estaba leyendo un libro.
—Profesor.—Se disculpó haciendo una leve reverencia.
—No es necesario, si necesitas algún consejo, aquí me tienes.—Palmeo un par de veces.
—¿Como? ¿Cómo puede ser tan sereno y  carismático a pesar de también ser un alfa?
—Bueno pues soy un león, pero con el tiempo aprenderás a controlar tus estados de ánimo, aunque siendo sincero siempre estarán ahí y habrá otras veces en los que ni siquiera te reconozcas al espejo.—Dijo lo último en un tono más serio y sin sonreír.

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Soobin había sido dado de alta y se despidió amablemente de las doctores y enfermeros que lo acompañaron, su hermano se encargó de llevarlo en su auto.
—¿Que eso?—Señaló la bolsa que Taehyun le había entregado.
—Es de Beomgyu, los agentes lo trajeron. ¿Sabes si ya lo encontraron?—Las noticias corrian rápido dentro de un hospital.
—Aun no hablo con Suga. Así que no lo sé. Pero puede ver que su casa está a la venta.—Jungkook, estaba molesto, ¿Ahora quien iba reparar su Impala?, no quería confiarle su "bebé" a nadie más.
Cuando llegaron al departamento, dejaron todo en la entrada, sus yo del futuro se harían cargo de ordenarlo.
—Me iré a trabajar. Tomate unos cuantos días. Pareces conejo recién salido de la lavadora.—El aspecto de su hermano aún seguía distando mucho del normal o de uno medianamente saludable. Tenía hematomas por todo el cuerpo incluido su cara.

Nota de la autora

Que onda con los que se saltean los capítulos?
Bueno vasta que los lean.
Los TKM

Wild city (TXT Y BTS, Solo Bl) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora