Capítulo 20 Cautela

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Beomgyu había acordado con los agentes que un cambio de su ayuda para rescatar a Kai, él debía traerles material fotográfico o en video que vincularan al padre de este con los crímenes. Era realmente el trabajo de un detective, pero no cabía ninguna duda que si ellos aparecían por el barrio su hermano les intentaría dar caza.

Esperaba pacientemente que su hermano estuviera fuera de la universidad, tomó una cámara de video y su propio teléfono. Tendría que volver a aquella fábrica "abandonada". 

Beomgyu se preguntaba así mismo como algunas personas le daban miedo los fantasmas ya él lo que más le temía eran a los narcotraficantes, aunque ahora también debía agregar a la lista a Taehyun.

El lugar parecía que se caería en pedazos, esta vez fue mucho más cauto que la primera vez, sabía por donde entrar sin ser visto, y ya estando ahí dentro prendió su cámara, esperaba que el padre de Kai al menos tuviera un cierto grado de parecido con su hijo, sino iba ser complicado que le pudiera reconocer. 

Adentro, la humedad había deteriorado severamente el piso y las paredes, las viejas cañerías que pasaban por el techo, habían hecho casi todo el trabajo por sus innumerables filtraciones, pero en parte también se debía a las inclemencias del tiempo y la falta de mantenimiento del sitio.

Algunas voces se escuchaban deambular, no era exactamente un como en el arte de sigilo, pero los genes de su familia estaban en su sangre y si usaba su hiperacusia a su favor podía evadir a aquellos guardias.

Se paró detrás de unas columnas y rodeo a los deambuladores, una puerta roja lo separaba del cuarto de las calderas, se asomo con cuidado con la cámara, había unas dos o quizás tres personas fabricando con mascarillas el potencial estupefaciente, claramente no podía adentrarse en Ese lugar sin ser visto pero, aun así logró filmar algo a través de la rendija de la puerta. 

Prosiguió con su camino, aún tenía la curiosidad de para qué era la droga, ¿Era para uso recreacional?. Bajo unas escaleras metálicas, al parecer en el subsuelo se encontraba un almacén improvisado.Había varias cajas de maderas, el ruido de pisadas lo hizo alertar y nuevamente esconderse detrás de una de estas, era otro hombre armado patrullando. Las cajas tenían la inscripción "frágil" en color rojo en sus laterales, las fotografías y procedieron con mucho cuidado a deslizar una de las tapas que no estaban clavadas, eran jarrones con diseños muy bellos y excelente acabado. Metió su mano en uno y sacó una pequeña bolsa con pastillas que estaban adheridas a la pared de este. Las fotografías y abrieron el pequeño paquete para llevarse unas cuantas como evidencia y las volvieron a colocar en su sitio.

Envío todas las fotografías que había tomado hasta el momento al número de celular que le habían indicado. Ahora solo tenía que vincular la droga con el jefe de la mafia, era una idea arriesgada pero era la única que se le había ocurrido, activo la ubicación en el celular y lo puso entre su calcetín y el borcego, dejo la pequeña cámara grabando escondida. en un estante y luego rompió unas cuantas cápsulas con la droga y las rogó por el piso, puso un poco de ese polvo sobre su nariz para después recostarse en el más duro suelo, solo le tocaba hacer un poco de ruido y con suerte no lo matarían. Golpeó la caja y se quedó inmóvil con los ojos cerrados, esperando a que los guardias vinieran por él.

No tardó mucho en que unos hombres llegaron.

—Malditos drogadictos— El sonido de cargando cerca suyo puso a prueba su valentía.

—Espera, no podemos matarlo aquí, el sonido de los disparos podría llamar la atención de los uniformados y tenemos que mover esto cuanto antes.—Se refería al cargamento.

—Bueno entonces lo descartaré en el río.

Sintió una mano girar su rostro.

—Por qué no mejor se lo llevas al jefe, le gusta divertirse con los que se meten con su mercancía.—Comenzaba a sospechar que su plan quizás no era tan bueno como lo había imaginado.

Lo cargaron como un costal y lo pusieron en la parte de atrás de una camioneta negra blindada.

La gran mansión estaba ubicada en las colinas, por encima de la gran ciudad, con demasiadas curvas por delante, que sin duda acabaría mareado, aquel viaje no sería precisamente placentero para él. 

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—Mira esto.—Yeonjun mostró su celular a su compañero. En él estaban las imágenes que Beomgyu había tomado, incluso había una en la que salía posando con un paquete con drogas.

— ¿Fue solo aquel lugar?

—También envió su ubicación.—Un pequeño mapa en la pantalla mostró un punto, en movimiento.

—Hay que seguirlo.

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Soobin esperaba a que se hiciera de noche, para que su pelaje negro se camuflara con la oscuridad. Estaba a solo unas cuantas casas con un par de binoculares para medir cuántos hombres eran los que custodiaban la entrada. Solo eran unos cuatro y para su suerte ninguno era alfa, así que sería fácil disuadirlos. En la calle, un vehículo que pasaba se tenía en la propiedad y de él salieron dos personas y lo que parecía un bulto con forma humana.

—Beomgyu?— Tomó los binoculares y lo confirmó, era su amigo.

Aprovecho la distracción y corrió a adentrarse por el jardín trasero de la propiedad, ¿Ahora también tendría que rescatar a Beomgyu?, ni siquiera había pasado un día desde que lo habían secuestrado.

La noche ya estaba en auge, tomó la forma de conejo y golpeó un par de guardias por detrás, haciendo que estos cayeran como moscas.

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Cuando lo bajaron de la camioneta lo llevaron al sótano y lo colgaron como piñata. Sus muñecas estaban atadas juntas y sus piernas suspendidas en el aire. 

Hizo el intento de huir cuando lo dejó solo en esa oscura habitación, pero fue interrumpido pocos minutos después, con el sonido de la puerta abriéndose.

— ¿Qué tenemos aquí?.

Al instante que el hombre ingresó, el ambiente cambió, una presión invisible le cortó la respiración, todos sus músculos se tensaron al instante y su piel se le erizo,había escuchado a Soobin antes de hablar de aquella sensación, el día en el que este conoció. un su hermano. Terror, era la palabra, un terror paralizante que lo dejaba sin aliento y sin pestañear. 

Un instinto natural de millones de años que se había activado solo con su presencia, uno que le recordaba que incluso siendo un descendientes de depredadores, su lugar en la cadena alimenticia seguía estando por debajo de ese ser y ahora lo ponía a él en el lugar. . de la presa.

—Lo sientes ¿verdad? Incluso aunque quieras.... te es imposible moverte.—En su rostro tenía una nada tranquilizadora sonrisa. Aunque tétrico, este tenía cierta similitud con el de Kai.—Es miedo.—le susurro en su oído para luego inhalar profundamente a través de su nariz.—Y huele tan bien.

Lo siguiente que hizo fue golpearlo en el estómago, haciendo escupir saliva.

—No tienes ni la idea más mínima de para qué es esta droga.

 Beomgyu no lo sabía pero poco a poco la sustancia que había fingido inhalar, se estaba haciendo paso por su sistema nervioso a través de su pie y mucosas.

—¡Kai!—Los gritos provenían de la parte superior, Beomgyu reconoció la voz de Soobin.

—Lo siento, pero tendrás que esperar pero volveré a por ti.—Lo golpeo fuertemente el rostro, noqueandolo. 

Wild city (TXT Y BTS, Solo Bl) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora