Advertencia (+18)
Su compañero estaba callado, aunque a nadie le resultaría difícil deducir el motivo de ello. Luego de llevar las pruebas que conrcernian al caso, debían volver al viejo galpón para desmantelarlo.
La carretera era prácticamente para ellos dos,difícilmente verían a otro carro, un desvío de tierra le indicaba que habían llegado. El sitio estaba rodeado por una densa arboleda formada por pinos que impedían ver la estructura metálica que se encontraba a unos cuantos metros de distancia.
Algo parecía estar fuera de lugar, un par de ramas partidas, unas marcas de un vehículo desconocido, el silencio de las aves autóctonas.
Toco el hombro de su compañero para obtener su atención -Saca el arma-Se desajusto el cinturón de seguridad y salieron del vehículo.
Se acercaron sigilosamente, tratando de hacer el menos ruido posible, pero las hojas caídas que crujían debajo de las suelas de sus zapatos le estaban jugando en su contra.
—Mierda—Susurro Taehyun al partir una rama oculta entre las hojas.
Yeonjun miro hacia todas las direcciones, tratando de buscar algún índice de movimiento, pero salvo las hojas de los árboles que se mecían por viento, no saltaba nada a la vista.
Las huellas del vehículo llegaban hasta el galpón donde finalmente se hallaba, se acercaron para comprobar que este se encontraba completamente vacío.
—Parece que fue robado.—La ventanilla del conductor estaba destrozada, la acción se había hecho desde el exterior del vehículo, pues la mayoría de los cristales en su trayectoria fueron a parar al interior del mismo.
—¿No me digas?—Hablo con total sarcasmo.—¿Sientes eso?
Yeonjun inhalo profundamente, el aroma que había ingresando a través de sus fosas nasales e hizo todo un recorrido hasta la parte posterior de su cerebro donde se guardaban los instintos más primitivos.
-¿Será una trampa?-Las feromonas afectabán principalmente a la familia de los cánidos y ambos lo eran. Antes de que el aroma tomara el control de sus cuerpos, taparon sus narices.
Taehyun dirigió su vista a la puerta del galpón que se encontraba abierta,-¿Olvidaste cerrarla con llave?
—Estamos en el medio de la nada ¿Cómo iba a saber que podían encontrarnos aquí?
—Cúbrete-Antes de proseguir se quitaron las camisas, para poder taparse parte el rostro, de otra forma se les hacía complicado apuntar solo con una de sus manos.
Se asomaron cuidadosamente, todo parecía despejado e ingresaron al recinto topándose con la mirada de un joven que los observaba desde lo alto de las escaleras metálicas.
—¿Beomgyu?
—¿Beomgyu?
Dijeron al unísono, el chico estaba paralizado y no se movía del lugar. Bajaron sus armas y subieron las escaleras para comprobar el estado. Pero cuando se acercaron este retrocedió de inmediato.
-Tranquilo, somos nosotros.-El mayor se bajó la mascarilla improvisada. Pero pronto se arrepentiría de haberlo hecho.—¿Por qué tú...?—Miró a su compañero que estaba a punto de cometer la misma falta.-¡Tae no...!.-La advertencia no había llegado a tiempo para detener las manos de su compañero.
El aroma se intensificó hasta el punto que tomó el control total de su compañero, tuvo interponerse para evitar esté para que no se abalanzara sobre el joven, mientras luchaba con sus propios instintos. El hombre tenía prácticamente su misma fuerza a pesar de ser menor tamaño, el haber nacido como un alfa lo había dotado de una buena musculatura que la mantenía con ejercicios diarios. Se colocó por detrás de su espalda y lo detuvo cruzando sus brazos por detrás de esta. Lo mantuvo en el piso en esa forma por unos segundos.
El menor lejos de alejarse caminó hacia ellos y acarició el brazo del mayor, que volteo apenas ser tocado por la mano de este. El joven lentamente acercó su rostro hasta juntar sus labios con los suyos. Aquello aplastó por completo su cordura o lo que quedaba de ella. No había manera que su cuerpo no quisiera corresponderle,y poco a poco su agarre hacia su compañero disminuyó lo suficiente como para que este pudiera liberarse. La ansiedad que había sentido momentos antes aminoró con la cercanía y calor que desprendía el joven, solo un tiempo después se unió a las caricias que impartía el menor.
Taehyun lo abrazo por detrás y beso el cuello del leopardo, por su parte, este lejos de molestarse recargo todo su peso sobre él torciendo su nuca por encima de su hombro.
Mientras el lobo lo entretenía con sus besos, el zorro desabotonaba la pijama del hospital que este traía, dejando al descubierto su piel blanca reluciente, cuando se deshizo por fin de ella se vio tentado a recargar su frente contra el pecho del joven, para luego hundir su nariz él, inspirando profundamente para embriagarse por completo del aroma que este despedía.
Era una retroalimentación de olores y fragancias. Estos hombres que se encontraban encima de él, de igual forma liberaban esencias que permitía una completa sumisión de su parte. No había nada que lo detuviese y sin embargo no podía sentirse más atado a ellos, el placer que sentía el ser tocado por dos hombres a la vez, eran suficientes como para que su mente desistiera de la idea de huir del lugar. Quería experimentar esas sensaciones, quería sentir más del calor de sus cuerpos, quería llevarlo más allá, al punto del no retorno.
Lentamente se incorporaron y se dirigieron a la cama. Esta vez su parte de enfrente quedó mirando hacia Taehyun y Yeonjun hizo de respaldo entre la pared y él. El lobo le quitó los pantalones hacia adelante, acariciando sus suaves glúteos en el proceso, el chico no contaba con ropa interior así que quedó al denudo por completo. Elevó sus piernas y bajó hacia una zona en concreto del cuerpo del menor acercando su lengua hasta llevarla a través de su entrada. El zorro seguía besándolo, solo que ahora había descendido su mano hacia su miembro mientras que con la otra lo abrazaba y jugaba a pellizcar los rosados pezones.
—Ahh...—Un gemido hizo eco en la habitación, esté lo había producido la intromisión de un dedo en su entrada, haciendo que su espalda se arqueara de forma exagerada. Sólo después de relajarse el lobo metió un segundo dedo, estaba tan mojado allí abajo que prácticamente podían deslizarse sin esfuerzo hacia su interior.
El zorro tomó al joven y lo giró sobre su cuerpo, dejando la espalda descubierta hacia el disfrute de su compañero, quien con desesperación buscaba desabrochar sus apretado pantalón, acarició su delgado cuello permitiendo que el menor se aferrara a él con dientes y garras que se hundían en su piel.
El lobo posiciono su miembro contra la entrada de Beomgyu, lo tomo por la cintura dejando las marcas de sus huellas digitales sobre la delicada piel, la ansiedad que sentía en esos momentos impedían que midiera la fuerza con que la que lo sujetaba, y tampoco la intensidad de las primeras embestidas que le propicio, pero de a poco fue cogiendo un ritmo más lento.
Yeonjun elevo el rostro de Beomgyu,quería poder ver qué expresiones eróticas hacía este mientras su compañero lo montaba como un perro en celo. Le dió una mirada lasciva, también estaba necesitando atención, su abultado pantalón lo dejaba en claro, intentó con una mano bajarselo, pero era complicado en esa posición. El inconveniente no había pasado desapercibido por el menor, que estuvo sintiendo cada roce que esa elevación producía sobre su vientre. Ayudó al mayor bajando a su entrepierna y deslizando la cremallera con los incisivos y una notoria erección salió a relucir en ese instante, su mente quedó obnubilada, perpleja de no estar seguro de que hacer con eso que tenía delante suyo, pero cuando nuevamente fue embestido por el lobo, este fue empujado indirectamente hacia el miembro del zorro que al sentir impacto sobre su excitado miembro, resopló del placer, dándole al menor una valiosa clave, tomó a este con una mano y comenzó a devorarlo, desde la base hacia la punta relamiendo cada relieve que este tenía, para luego engullirlo por completo o al menos en gran parte. El mayor se dejó llevar esas sensaciones y enredó los dedos en su suave cabellera. Su mente no podía creer en lo bien que se sentía en ese momento de todo el placer que estaba experimentando, amaba el sexo pero jamas lo habia sentido de aquella forma.
Las embestidas comenzaron hacer estragos sentía una leve comezón que en parte le hacía doler el bajo vientre. Taehyun acaricio su zona abdominal y seguido a eso una sensación cálida inundó su interior, Beomgyu no puso demasiada atención en aquello, sin embargo cuando el lobo salió de él algo parecía escurrirse por sus muslos, el zorro se incorporó y rápidamente relevo al de su compañero, sentado al menor encima suyo.
—Ahh ahh...—Su trasero rebotaba contra las caderas del mayor, coloco sus brazos alrededor de su cuello. A medida que el tiempo transcurría la sensación de dolor aumentaba.
El lobo no tardó en encenderse nuevamente, los sonidos que el chico producía no paraban de incitarlo. Se sentó detrás de él, y llevó su cuerpo hacia atrás, besándole el cuello y mordiendo suavemente el lóbulo de su oreja estaba lo suficientemente cerca como para que su miembro tocara la espalda baja, el menor lo tomo con su mano e inclinó su cuerpo nuevamente hacia adelante y lo apoyó sobre su entrada ejerciendo presión sobre ella. La acción fue determinante, lo estaba invitando a entrar.
Yeonjun lo observó por un momento, su lado racional estaba preocupado de que pudieran dañarlo si seguían sus sugerencias. Claro que la decisión no estaba en sus manos precisamente y su compañero tampoco podía decirse que estaba en el mejor uso de su facultades mentales.
El joven cerró los ojos derramando una lagrima, toda su espalda se enderezó y un gran escalofrío bajó por ella, cuando el segundo miembro se adentro en su cuerpo, sintió que el tiempo del mundo se detuvo en ese instante, seguido por el intenso calor que estos irradiaban en su interior.
El espacio era muy reducido, Taehyun fue más que paciente para lograr que este pudiera adaptarse, eran minutos que más bien parecían horas. El zorro tuvo la gentileza de detenerse por completo para que el proceso resultará lo menos traumático que pudiese, aunque terminó por morderse el labio inferior al tratar de aguantar las intensas ganas de seguir penetrandolo.
La tolerancia de ambos culminó, ninguno de los dos pretendía dañarlo, solo que el instinto era un poco más fuerte que ellos, Yeonjun se aferró a su cintura y Taehyun lo abrazo por encima del pecho, y comenzaron a embestir de una forma sincrónica, entrando y saliendo a la vez.
El cuerpo de Beomgyu se había vuelto tan lascivo para ellos que no paraban de dejar huellas sobre él, besos, lamidas, chupone, mordidas cualquier cosa que hiciera aumentar la cantidad de gemidos que este generaba. Era una competencia entre ambos, para ver cual de los dos lo complacía mejor.
-Esperen por favor...ahg-Las embestidas iban cada vez en aumento sentía que algo iba a salir de él y ya no podía aguantarse. Pero sus súplicas no serían escuchadas, sino todo lo contrario.
Era el momento culmine, lo abrazaron tanto de atrás como de adelante, y hundieron sus colmillos en la clavícula de cada lado, aquella era la forma en la que los caninos marcaban a una pareja, seguido a eso le dieron el último golpe de gracia. Todo el cuerpo del menor se contrajo al venirse, lo que en parte provocó que los hombres también lo hicieran dentro suyo. Había sido un gran cierre, solo que el orgasmo terminó por dejarlo inconsciente nuevamente.
Los hombres lo recostaron y se quedaron a su lado y esperando a que retomara la conciencia, aquel aroma que les había hecho perder la razón se fue desvanecido casi por completo, la culpa sobrevino poco después, cuando el silencio reinó en la habitación y las huellas del delito sobresalian a plena vista.
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Wild city (TXT Y BTS, Solo Bl)
RomanceEn un mundo paralelo, la humanidad está conformada por diversas especies diferentes entre sí, aunque en ella los problemas siguen pareciendo los mismos: Discriminación, violencia y corrupción. Aún así los personajes de esta historia buscarán encontr...