Capítulo 21 Trasmutación

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Soobin ingresó a la mansión llamando a Kai, le había sustraído la equipación completa a unos de los guardias. La entrada contaba una gran lámpara de araña colgaba del techo y unas escaleras de mármol daban paso a la planta alta.

—¡¿Choi?!—Era la voz de Kai, provenía de la parte superior. Escucho unos traqueteos seguidos por golpes en la madera,—¡Vete Choi!.
Del ala derecha salio el anfitrion, el joven conejo pudo suponer de quien se trataba. Este fue directo hacia él, infundiendo un terror casi indescriptible, a duras penas logró esquivar su puño, tenía los suficientes buenos reflejos para hacerlo, pero carecía de fuerza física para enfrentarlo.
Aquello enfureció más al hombre y siguió arremetiendo contra él. Todo el ambiente era orquestado por los sonidos producidos de la puerta siendo golpeada incesantemente por la desesperación del menor.
Estaba siendo seriamente acorralado, tenía que defenderse a como diera lugar, lanzó su primer golpe y lo alcanzó justo en la costilla, este paró su ataque por unos segundos y se  miró en donde lo había tocado.
—Mi turno.— De un solo puñetazo había logrado mandarlo a volar por los aires haciéndolo caer sobre una pequeña mesa junto a la pared, la cual, producto del impacto, terminó por partirse.
Todo le dolía y casi pierde la conciencia. Cuando el sujeto se le acercó nuevamente tuvo que cambiar su forma a la de su animal para evitar que le asentara otro golpe y al hacerlo saltó por encima de este. Aquella osadía le causó tanta rabia al mayor que su cuerpo y mente no lo toleraron, sus uñas se convirtieron en garras, su boca en un hocico y su cuerpo tomó dimensiones descomunales, ante su vista se había convertido en un gran oso polar.
El sonido de quiebre de la madera distrajo por una milésima de segundo al conejo, lo que suficiente para  ser alcanzado por el zarpazo de aquel oso, que hizo que impactara su cuerpo contra la pared.
—Fue bueno conocerte pero en futuro quiero que mi hijo sea un hombre de verdad.
Cerró sus ojos, no lamentaba nada en su vida más que el no haber podido lograr sacar al joven de ese encierro, se sentía un verdadero inutil incapaz de cumplir una promesa que se había jurado así mismo, ~Que lamentable final—pensó.
Segundos antes de ser alcanzado por las garras que sellarían su destino, su rival fue  embestido, desplomándose fuertemente contra el suelo. Un segundo oso tan blanco como la luna,lo golpeaba salvajemente tiñéndose de un intenso carmín mientras lo hacía, este era de menor tamaño, pero toda la ira y la  frustración que había estado acumulando esos meses, hicieron que su salvajismo explotara en un frenesí de ataques contra su progenitor.
—Te convertiste en un alfa.
Huening Kai abrazó el cuello de su padre con su mandíbula, estaba determinado a acabar con él partiéndole la nuca de tan solo un  mordisco.
—Eres mejor que él, no te conviertas en un asesino, esto es lo que él desea—No le importaba si ese hombre moría o no, solo no quería que ese chico cargará con la culpa de haber asesinado a un hombre.
Su voz lo sacó de ese trance, hacía que el  dolor de cabeza disminuyera y sus músculos se relajaran.
Un grupo de hombres uniformados interrumpieron en el sitio, rompiendo las puertas y ventanas, rodeando con armas de fuego, al más grande de los osos polares.
—Señor Nabil Huening queda detenido por el cargo de secuestro y el tráfico ilegal de estupefacientes, tiene derecho a guardar silencio si no tiene un abogado el estado le proporcionará uno.—El hombre estaba lo suficientemente herido para que no pudiera resistirse y fue trasladado en un camión envuelto por una red metálica que podía dar descargas eléctricas si intentaba luchar contra ellos.
Mientras algunos policías registraban la propiedad, Kai se acercó a Soobin que aún mantenía la forma animal, era una pequeña fracción del tamaño de lo él era. El respirar tan solo su aroma le tranquilizaba, cómo si se tratase de un sedante natural, le recordó al aroma de las lavandas en primavera haciendo que cambie lentamente su forma a la humana, recostándose en el suelo sin fuerza…
—Perdona debí decirte lo que era desde un primer momento— Uso unas de las cortinas caídas  para cubrir sus cuerpos.
—Está bien, yo lamento haberte tratado como una mascota.
El sonido del estómago de Kai resonó. Hacía días que no se alimentaba correctamente.
—¿Tienes hambre?, te traeré lo que gustes.
—Quiero un helado de menta con chocolate. — Suscitó justo antes de quedarse dormido.
—¿Helado de men…ta?—Estaba confundido por la extraña petición hasta que lo recordó, y luego sonrió para sí mismo.
Unos de los hombres se les acercó, era Yeonjun que le dio un cambio de ropa para ambos.
—Disculpe, ¿Sabes donde esta Beomgyu?
—¿Beomgyu? ah casi lo olvido.
—Lo encontré.

Taehyun lo sostenía en sus brazos, estaba inconsciente y con marcas de hematomas en sus muñecas, una herida sangrante en su rostro indicaba que había sido duramente golpeado.

Wild city (TXT Y BTS, Solo Bl) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora