Capítulo 10: Presa del deseo

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Advertencia este capítulo tiene escenas sexuales pase al siguiente si desea no leerla y continuar la historia.

Los brazos comenzaban a entumecerse, los minutos pasaban y el no poder ver con claridad hacia que sus otros sentidos se intensificaran, el sonido del lápiz contra las las hojas, el sutil aroma a colonia masculina y la fricción que probocaba las cuerdas contra su piel, estaban haciendo que la temperatura de su cuerpo se elevara por las nubes, una erección era inminente esperaba que de alguna forma esta no se notara.

—¿Cuanto tiempo más te vas a tardar?—Comenzó a desesperarse.

El joven alfa paró su trazo y se levantó de la silla, el sonido de los pasos acercándose podían ser una buena a una muy mala señal. Pero este se detuvo a escasos centímetros de su cara, podía literalmente olerlo, su cerebro no tuvo mejor idea que recordarle aquel incidente en el baño. De nuevo parecía ocupar el lugar de la presa.

Minutos que le parecieron eternos, el hombre quitó el vendaje de sus ojos y apartó unos cabellos que se habían adherido a su frente, por el sudor.

—Parecía que lo estabas disfrutando. —Acarició suavemente su cintura.

El roce con las yemas de sus dedos se sintieron como un fuego en la delicada piel del menor, algo que ninguno de los dos esperaba era que a este se le escapara un sutil pero audible gemido.

—Yo...— Intentaba de alguna manera excusarse pero sus palabras morían en su garganta y sus mejillas se estaban tornando de un ligero tono rosado.

—Esta bien fue mi culpa, te desataré ¿Vale? —Si contemplar su silueta por casi una hora lo había excitado, ahora con aquel gemido no le iba a sobrar el tipo antes de que se pusiera duro por completo.

Se deshizo primeramente del nudo de las muñecas haciendo que los brazos de este cayeran sin fuerzas y cuando este se agacho para desatar el nudo de su tobillos, fue rodeado por estos, el menor había hundido su cara en el pecho del mayor.

—Espera, por favor.

—Sabes que no podré quedarme sin hacer nada si te quedas aquí.

—Está bien yo asumiré toda la responsabilidad de lo que pase a continuación.

El joven alfa acercó su rostro y beso sus labios carnosos, su compañero por su parte lo correspondió dejándole paso a su lengua. Era más cálido que todos los café que había hecho y más dulce que cualquier postre que hubiese probado. Quería disfrutarlo tanto como pudiera pero a su vez debía luchar consigo mismo para no saltar encima de él y destrozarlo sin ningún tipo de preparación.

Bajo su mano acariciando su entrepierna para luego masturbarlo, lo que provocó que el menor se separara y hundiera su cara en su cuello, gimiendo descontroladamente.

Al cabo de unos minutos el más joven sentía que se iba derretir, quería apartarse para evitar correrse entre sus dedos, pero prácticamente no le quedaban fuerzas en sus brazos y leopardo usaba los suyos para rodear su cintura y evitar que se alejara.

—Por favor yo ya.. ahh... no aguanto .—Se sujetó fuertemente antes de acabar en sus manos .—Yo lo siento.

—Era lo que buscaba.—Le sonrío de lado. Lo puso de espalda contra la pared y lo besó una última vez antes de introducir dos dedos en su entrada utilizando el líquido seminal como lubricante. Jimin ante la repentina intromisión se tenso, curvando su espalda.—Trata de relajarte— Mantuvo esa posición hasta que el cuerpo de su amante le permitió introducir un tercer dedo, poco a poco su entrada fue aflojando y nuevamente una erección se hacía presente.

Sería suficiente, pensó Yoongi, aunque dudara un poco, también estaba en su límite, desabotono su camisa y desabrocho su cinturón con una sola mano mientras que con la otra se dedicó a jugar con los pezones de su amante y dejar pequeñas marcas en el delgado cuello con su boca.

Jimin sintió el roce de su miembro pasar por la división natural de sus glúteos e instintivamente acercó su mano para poder tocarlo, al notar que no podía rodearlo por completo con ella se giró bruscamente.— ¿Qué?

—No quería que lo vieras.

Definitivamente era su miembro, ahora entendía el porqué se dio a la tarea de prepararlo adecuadamente, si ahora dudaba que entraría antes le hubiese sido imposible, al menos no sin lastimarlo primero.

—Voy hacerlo de la manera que vas a poder disfrutarlo, no te preocupes por su tamaño.— Liberó el nudo en sus tobillos, lo separó de la pared, quería darle algo de confianza a su presa antes del final.

Lo puso de rodillas al suelo rodeando su cintura y cuello con su brazo, para tomarlo introduciendose en él por completo, mientras que su compañero se ahogaba con su propio aire que había sido deliberadamente sacado de sus pulmones.

Después de la gran entrada dejó que el trasero de Jimin se acomodará para él, este comenzó a moverse debajo suyo, dejándole claro que estaba listo y prosiguió dando embestidas suaves, pero tan pronto como pudo fue elevando su velocidad.

—Ah.. ah.— Jimin estaba perdiendo la cabeza sentía la sangre y el sudor acumulandose en su frente y en sus partes bajas, había perdido por completo el control de los gemidos que emitía, sin saber que eso hacía que su compañero aumentará cada vez más el ritmo.

Este le dio vuelta para besarlo nuevamente.

Elevó sus piernas a la altura de su pecho y por cada embestida que daba pudo observar como su vientre subía y bajaba, lo que le incito a apretar esa zona con su pulgar.

—No por favor, voy a venirme.—Sintió aquella presión bajo su vientre y por mucho que le gustara, ya era incapaz de continuar.

—Aguanta un poco más.—Dijo tomándolo de la base de su miembro para evitar que eyaculara. Este apretó los dientes, el hombre no paraba de entrar y salir dentro de él. Cuando este lo soltó, dio un último golpe en su interior escalando en lo más profundo de su ser,solo para que ambos terminaran a la vez.

El más joven termino derrotado, sentía como su interior se llenaba de la sustancia caliente proveniente de su compañero, le dolia la espalda y sin duda el piso no era un buen lugar para tener sexo, pero ninguno de los dos queria desaprovechar esa oportunidad. Yoongi salió lentamente de su interior. Si no hubiese sido por el sitio en el que se encontraban probablemente habría continuado por el resto del día, aunque observando el estado de su compañero, acabaría haciéndolo con una persona inconsciente.

Un aroma dulce emanaba de su debilitado compañero, algo dentro suyo le decía que era mejor alejarse, pero no pudo con su curiosidad y se acercó para comprobar si realmente le pertenecía y no solo se percató que así era, sino que este se acentuaba en la zona de su delgado cuello, más precisamente en el lado derecho de este. Se relamió los labios anticipadamente deseaba fuertemente probarlo, abrió su boca dejando a relucir sus pálidos colmillos antes de que un golpe de conciencia lo volviera en sí.

—Vístete, te llamaré un taxi— Rápidamente tomó sus cosas y lo dejó solo en la sala cerrando la puerta tras de sí.

Se recargó contra el marco de la puerta mientras se recuperaba mentalmente de lo que casi estuvo a punto de hacer, sacó su móvil del bolsillo y marcó el primer número de taxi que encontró.

—Buenas tardes, solicito un vehículo para un compañero, ¿Especie?, claro un ciervo, a mi ubicación por favor. 

Wild city (TXT Y BTS, Solo Bl) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora