Capítulo 28 Recuerdos

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Luego de que Yoongui se fuera de su casa, el joven ciervo intentó reconciliar nuevamente el sueño, los medicamentos que había tomado para el dolor no hicieron más que aumentar la somnolencia.
Se despertó en lo que parecía una gran mansión, el olor a hollín le quemaba las fosas nasales, había fuego por donde quiera que veía, el lugar le era familiar. Se levantó del sofá, y caminó hasta un arco que dividía el living de la cocina, quería detenerse con todas sus fuerzas, que sus pies se detuvieran en ese instante,esas horribles llamas solo eran el telón, la mera decoración antes de presenciar el verdadero espectáculo que le precedía. Inevitablemente sus pies le llevaron hasta ese lugar,  giró su cabeza hacia la dirección en donde se encontraban la figuras de dos seres completamente diferentes entre sí, que dada su naturaleza contraria que jamás deberían haber permanecido juntas y la consecuencia de poner a prueba sus instintos habían dado como resultado aquella macabra escena.
Sintió náuseas,  quería correr, quería gritar, pero no podía ni siquiera respirar, el terror lo invadió por completo cuando la figura que se hallaba devorando a la otra se giró y lo miró directamente, sus ojos además del calor de las llamas que en ellos se reflejaba, estos parecían emitir una luz propia, de un tono verde fosforescente hipnotizante. En la completa oscuridad, estos podrían confundirse como dos extrañas luciérnagas, pero eran más bien como las luces del abismo. Solo el infortunio les esperaba aquellos que se quedaban cautivados con su brillo.
Ese ser abrió sus fauces y el destello de las intensas llamas esta vez reflejaron en sus colmillos e incisivos, corrió hacia su dirección y cuando este salto con sus garras distendidas, fue despertado frenéticamente por su mejor amigo.
—¡Jimin, jimin, Jimin!—El hombre no dejaba de sacudirlo, había llegado tan solo unos instantes, cuando percibió la rigidez total de su compañero, este tenía los ojos completamente abiertos, y a pesar de encontrarse solo acostado en el sofá, su expresión era como si estuviera contemplando la muerte misma, era seguramente otra de sus pesadillas, pensó Taehyung para sí mismo, lo abrazó hasta que el ritmo de su corazón desacelero.

Este miró hacia todas las direcciones, aun podía sentir el calor de esas llamas sobre su cuerpo y el pitido en su oído luego un disparo, un ligero vistazo hacia el reloj de pared le dio noción del tiempo y del lugar en el que se encontraba. Habían pasado dos horas y aquel hombre no había vuelto.

—”Taehyung necesito usar el auto”—Si la montaña no iba hacia Mahoma, Mahoma iría a la montaña, pensó Jimin.
—"Yo conduciré"—No estaba en posición de negarse a una petición de su amigo, pero sea cual fuera lo que estaba pasando por su mente no lo dejaría hacer una locura solo y menos con un pie lastimado.

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Los agentes llevaron a Beomgyu hasta las esquina de su casa, el chico aseguraba que su hermano debía de estar en la universidad dada esa hora pero no había la necesidad de arriesgarse a ser vistos.
Solo tomaría algunas herramientas y sus  ahorros. Se sorprendió al ingresar y ver que todas sus pertenencias ya estaban guardadas en cajas de cartón. Tuvo que abrir unas cuantas de ellas para encontrar lo que le realmente le importaba, al lado de su alcancía donde tenía el dinero, estaba el dichoso cuadro familiar, unas lágrimas cayeron de su rostro, si su hermano había empacado todas sus cosas, era porque quizás su paciencia con él se había terminado por completo y ya lo quería por completo fuera de su vida.
—Ya no seré tu dolor de cabeza.—Dijo mientras acariciaba la cara del mayor.
El ruido de un motor acercándose le alertó, tomó las cosas y las puso en una mochila para colgarcela al hombro y se apresuró a salir corriendo. Fue cruzar por el pórtico que una bestia se balanceo sobre él,  interceptando su escape. Era su hermano en su forma animal.

—¿Por qué huiste del hospital?¿Tienes una idea de…—Su vista se centró en las marcas al costado de su cuello, le tomó unos segundos en percatarse que su aroma había cambiado. —¡¿Qué hiciste?!—Su ira era tal, que sus garras habían logrado penetrar su ropa y ahora se estaban clavando  en su carne, el gruñido detrás suyo desvío su atención al propietario de aquel sonido, era nuevamente ese agente que lo había estado provocando desde que llegó ese  barrio, solo que ahora estaba en forma de lobo, un odio le invadió cuando el viento sopló y atrajo los aromas que ese alfa llevaba consigo, su asquerosa esencia estaba impregnada en la piel de su hermano. Sentía que le hervía la sangre como un calor que provenía de su estómago y se propagaba por todo su cuerpo.
Toda su musculatura se giró e impulsado por sus por la fuerza de sus muslos dio un salto hacia ese lobo.
Su cuerpo era lo suficientemente pesado como para tumbar a su contrincante pero no para someterlo, también este corría con la ventaja de contar con experiencia del combate cuerpo a cuerpo.
Este no tardó en invertir las posiciones pero el leopardo usó sus patas traseras para catapultarlo lejos, respiraron unos segundos antes de volver a enfrentarse en un especie de abrazo que para cualquier otro ser hubiese sido mortal, el pelaje denso de ambos ayudaba a que esto no fuera así.
Yeonjun entró a la escena solo para detener a Beomgyu que estaba a punto de adentrarse al combate en un intento de detener la pelea, pero este comenzó a desesperarse tanto que se le fue imposible al mayor retenerlo por más tiempo entre sus brazos, en el aire se percibía sutilmente el olor a óxido debido al sangrado de ambos.
—¡Basta los dos por favor!—se interpuso entre medio de la batalla y como resultado recibió un golpe que lo arrojó al suelo.
Los dos auspiciantes de la pelea, observaron casi en cámara lenta, como este se derrumbaba, el felino se le paralizó, la contusión había sido plenamente de su parte.
Unos faros le alumbraron, era un vehículo que por desgracia reconocía.
—¡Sube al auto Jimin!—Grito Taehyung
El leopardo elevo su mirada solo para encontrarse con su amante en estado de catatonia absoluta.
—Jimin…—¿Por qué estaba él aquí? ¿Cuánto tiempo lo había observando en esa forma tan deshumanizada? Su amigo bajó del vehículo y le cubrió la vista.
La calle, la vereda e incluso el pequeño buzón de la vivienda, contenían salpicaduras de sangre.

El zorro se acercó a la escena y lo apuntó con su arma reglamentaria. Las intenciones eran claras, iba a ejecutarlo ahí mismo incluso delante de la presencia de testigos. Una bestia que fuera de sí era incapaz de reconocer a su propio hermano, no podía coexistir dentro de una sociedad.

El leopardo aceptó su destino y cerró sus ojos, la muerte no le producía ningún temor, lo único que lamentaba era que Jimin y su amigo tuvieran que presenciarlo.
Segundos antes de que su verdugo jalara del frío gatillo, la voz carraspeante de su hermano le detuvo.

—Si matas a mi hermano jamás te lo perdonare.

Yeonjun miró a ambos hermanos varias veces antes de bajar el arma. Incluso si había sido accidental quería tomar venganza, pero finalmente la bajó, y se alejó del leopardo para asistir al menor y llevandolo a la camioneta.
El lobo siguió los pasos del mayor, debido a las heridas, este presentaba una leve cojera. Aun así esto no le impidió ser de ayuda para movilizar al joven hacia el interior del vehículo. 

—¡Prométanme que estará bien!
—Lo prometo.—Dijo el lobo, incluso si había odio y resentimiento entre ellos la prioridad seguía siendo la salud de Beomgyu. Entendía en cierta forma al leopardo, y es que, internamente, se parecían. Probablemente su reacción se hubiera asemejado a la que él había tenido.
Para un alfa serían tan pocas las personas con la que formaría un vínculo familiar, que eran capaces de luchar con dientes y garras por tan solo uno.

Wild city (TXT Y BTS, Solo Bl) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora