—¡Alexia! —ya era hora, bueno no, ya se había tardado. —¡Alexia, ¿donde carajos estás?! —a veces de verdad que odio sus gritos.
—Aquí. —susurre y evidentemente no me escucho porque volvió a gritar.
—¡Alexia!
—¡¿Que?! —grite sentándome de golpe, algo que fue mala idea.
—¿Estas bien? —pregunto corriendo a abrazarme.
—¿Por qué no debería de estarlo? —después de dejar a Paula en su edificio fui a un bar por un par de tragos, fueron más que un par de tragos, si es cierto, pero luego volví a mi departamento y no es justificación pero la cita con Paula fue increíble, excelente y espectacular. Todo eso me hizo recordar a la ex que le entregue mi corazón, mi amor y todo lo que ella necesitaba, todos esos momentos, los meses, los recuerdos, todo. Absolutamente todo y no pude evitar que esa extraña voz en mi cabeza me advirtiera de que no volviera a caer que Paula podía hacer lo mismo, yo solo quería ahogarla, hacer que se callara y mi ex mejor amiga; la botella fue una vez más mi refugio.
—No fuiste a la oficina. —si, no le avise a Susy que cancelara todo. —Me ocupe de las reuniones que tenías y no me estoy quejando, pero de verdad estaba preocupado... tu no habías faltado. —en eso tenía toda la razón, desde que tome el mando no había sucedido.
—Estoy bien... yo solo necesitaba un descanso.
—¿Descanso? ¿Descanso de que? —bueno tal vez era momento de exteriorizar mis pensamientos. —Es por tu cita de ayer, ¿salió mal?
—No, todo salió según lo planeamos, es solo que los recuerdos me abrumaron y...
—Te tomaste todo lo que había aquí. —termino por mi.
—Arthur, Paula es una chica hermosa pero no puedo volver a caer... ya pase la peor humillación de al menos diez vidas, tal vez mi destino es estar sola. —finalice levantándome de la cama.
—Eso no es cierto y lo sabes... —comenzó y odio cuando se pone a verle el lado bueno a las personas.
—Basta Arthur, estoy cansada de esas buenas excusas... —me saque el pantalón y la camisa del pijama para entrar a la ducha. —Solo déjalo así. —no quería saber más y si pudiera ahora mismo me lanzaría del edificio.
—Alexia, no puedo creer que pienses eso de Paula. —este hombre no me va a dejar en paz. —Estabas muy emocionada con esto, ¿que fue lo que paso? —la ducha fue relajante y ahora él no estaba ayudando.
—¡Paso que no sirvo para estar en una relación! —explote y no quería, pero necesitaba sacarlo. —¡Qué puede que Paula sea la mejor o la peor persona...! Pero no voy a quedarme para tener una relación seria con ella. —dije segura de mis palabras.
—¡ELLA NO ES JULIETA! —grito acercándose a mi. —Paula es una niña que tal vez esta descubriendo el amor contigo o tal vez no, que ya haya tenido otra relación o tu seas la primera, puede que ya le hayan roto el corazón como a ti o tal vez no. ¡Eso no lo sabes! Y no vas a saberlo sino te hundes... yo también estoy cansado de darte buenas excusas como lo acabas de llamar. Pero estoy más cansado de ver como solo estas en la orilla, siempre en la orilla desde que Julieta...
—No lo digas. —pedí en una súplica.
—Yo estuve contigo en todo momento, o al menos donde me dejaste estar. —ver sus ojos era como ver el reflejo de los míos y ahora mismo estaban rojos por retener las lágrimas. —Pero yo también sufrí contigo, no solo tu. Sé que la expuesta fuiste tú, pero soy tu hermano... —odio ver a mi hermano llorar. —Te amo y no sabes como me dolió verte hundida en el alcohol, lo que dolía ver esos golpes con los que quisiste callar todo... pero lo que nunca podré olvidar es esa vez en la que te encontré hundida en esa maldita tina inconsciente, no sabes el miedo que sentí al saber que te podía perder, eres mi otra mitad y solo nosotros podemos entender lo difícil que es vivir sin el otro y... si hubiera podido te juro que yo habría cambiado mi lugar por el tuyo. No sólo tu sufriste, yo tuve que ser fuerte por los dos... estabas rota Alexi y yo no podía darme el lujo de caerme contigo, estaba luchando por ti y no me lo hiciste nada fácil... todas las noches me iba a la cama con el miedo de que hicieras alguna locura, de despertar y no poder verte, de no poder abrazarte, sé que lo repito mucho pero tu y yo somo uno. —ya a estas alturas ninguno hacia el esfuerzo por retener las lágrimas, ambos estábamos llorando. —Daría mi vida por ti ahora y siempre, pero no puedes dejar que esa mala mujer condene a todas las demás. —después de mucho tiempo ahora fui yo quien corrió a sus brazos. —No sabes como extrañaba que hicieras esto. —susurró acercándome más a su cuerpo.
—Solo quería desaparecer... fui egoísta y solo pensé en mi. —nunca tocamos el tema, él nunca dijo nada y siempre me apoyo, yo provoque que Arthur silenciara sus emociones y sentimientos para no hacerme sentir mal y volver a cerrarme. —Sé que somos uno... los dos lo sufrimos, no de la misma forma pero no podía pensar con claridad.
—Mi Alexi, mi hermanita, mis alas. —hace mucho que no me decía alas. —Sin ti, solo seria un pájaro que sin alas sería sacrificado.
Después de tan intenso momento salimos a comer, ambos estábamos de acuerdo en que necesitábamos un poco de aire y ninguno tenía los ánimos para cocinar. Durante la comida menciono que por la mañana hablo con nuestros padres y que su tiempo de descanso había llegado a su fin, lo que quiere decir que en aproximadamente en una semana estarán de vuelta a la ciudad, cerca de nosotros. No podía estar más equivocada al respecto, resulta que ellos tomaron la decisión de regresar a la Maravilla, después de muchos años viviendo en la ciudad necesitaban volver al lugar que nos vio nacer y crecer, muy en el fondo de mi sabía que esa era una posibilidad pero esperaba que tardara más tiempo, justo ahora necesitaba de mis padres; del amor de mamá por sus consejos que siempre son tan ciertos y me han servido mucho a lo largo de los años, de papá que ve todo diferente ayudándome a cambiar la perspectiva de las cosas, siempre me negué a ver el lado bueno de las cosas como él porque muchas de ellas no la tienen y terminan haciéndonos daño, tal vez es momento de ser un poco como él y como Arthur, es momento de confiar más y dejar de pensar que todas las personas que tienen un interés en mi solo me quieren usar o me harán daño.
R.
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Tequila; Puro amor
RomanceAlexia directora general de la tequilera de sus padres, tiene un hermano que es su más grande protector; Arthur. Ha vivido un momento demasiado vergonzoso y estuvo en el ojo público durante mucho tiempo lo que ocasionó muchas críticas, insultos y le...