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Que mamá me confesara que le diagnosticaron cáncer fue algo muy difícil de asimilar, más que nada porque yo conscientemente estuve prolongando que me lo dijera. No le di la confianza de hablar conmigo acerca de eso y fue tiempo en el que ella pudo tratarse, pero otro duro golpe fue saber que no quiere recibir ningún tipo de tratamiento, ella solo quiere dejarse morir sin pelear.

Los últimos días estuve presentando exámenes semestrales y no tuve mucho tiempo para visitarla, tampoco quería ir porque tenía miedo de encontrarme con Sasha.

—Hola. —saludó Lexie cuando abrí la puerta de su oficina. —Dame unos minutos y nos vamos. —por fin era viernes y le pedí que me acompañe a hablar con mamá para convencerla de ir al médico.

—Amor…

—¿Que? —dejo lo que estaba haciendo y se acercó a mi. Era la primera vez que le decía amor, siempre le había dicho Lexie y estaba bien con eso, pero quería llamarla de otra forma más cariñosa.

—Amor. —repetí y me abrazó mientras me colgaba de su cuello, lo que provocó qué diera vueltas en el mismo lugar —¡Lexie! —me dejo en el piso y uní nuestros labios en un largo y prolongado beso. —Te amo. —susurre antes de volver a besarla.

—También te amo mucho, mi niña. —tuvimos una larga sesión de besos antes de salir del edificio.

Minutos después salimos rumbo a la casa de mamá, tardamos un poco debido a que pasamos por comida y el tráfico estaba muy intenso. Cuando llegamos el coche de Sasha estaba estacionado frente a la casa, de inmediato intente pedirle a Lexie que nos fuéramos pero ella negó y tomo mis manos entre las suyas.

—Julia también es tu madre y vas a estar para ella, sin importar si Sasha quiere o no. —Lexie siempre sabe que decirme para darme valor de enfrentarme a Sasha. —¿Vas a pasar navidad con tu mamá? —cuestionó, mientra comenzamos a caminar. Faltaban cinco días para navidad, veinte de diciembre, que rápido paso el mes.

—Me gustaría mucho, pero no lo sé. —uní nuestras manos en el camino. —Supongo que todo dependerá de lo que suceda hoy.

Aún tenía las llaves de la que algún día también fue mi casa, no sabía si debía usarlas y preferí tocar el timbre. Esperamos hasta que mamá fue quien nos abrió la puerta, cosa que agradecí.

—¡Paula! —me abrazo en cuanto me vio detrás de la puerta. —Me alegra que estés aquí, Sasha llego hace poco pasen. —me dejo pasar y vi como también le dio un pequeño abrazo a Lexie.

—Mamá, sé que ya la conoces pero ella es Alexia, mi novia. —la presente aún en la puerta. —Lexie, Julia, mi madre.

—Mucho gusto, señora.

Entramos y en el comedor estaba Sasha, mamá me llevo con ella a la cocina para servir la comida que Lexie y yo trajimos, no quería dejar a Lexie sola con Sasha pero debía de confiar en mi novia.

—¿Sasha ya lo sabe? —pregunte mientras sacaba los platos para servir.

—Se lo dije ayer y por eso se quedó a dormir conmigo. —la verdad me sorprendía que ella todavía no lo supiera, creí que lo sabía desde que mamá se entero. —Quiero que se lleven bien, no puedo obligarlas pero quiero que hagan el intento, por favor.

—No te prometo nada, pero lo voy a intentar. —regresamos al comedor y Sasha se había sentado al lado de Lexie, me moleste pero no quería armar una escena frente a mamá.

Durante la comida pude notar como Sasha en varias ocasiones intento poner su mano sobre la pierna de Lexie, quería pedirle que parara pero me contuve por respeto a mamá.

Tequila; Puro amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora