Epílogo

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Desde el día de nuestra boda hasta ahora han pasado exactamente dos años, hoy es nuestro aniversario y quería darle la mejor noticia que una pareja puede dar y recibir, sin embargo, una vez más no estoy embarazada. Llevamos casi un año intentándolo pero simplemente no puedo quedar embarazada, esto me ha comenzado a afectar tanto en el trabajo como en mi relación con Lexie, me siento insegura y estoy dañandola con mis desplantes, mis reproches, mis groserías y mi celos.

Ya fuimos a revisarnos y ambas estamos en condiciones de poder concebir, pero no logro quedar embarazada y tampoco quiero perder a Lexie. Ella siempre se encarga de cuidarme, procurarme y atenderme cada vez que esto sucede, esta vez no le dije que me había hecho una prueba porque quería que fuera sorpresa, tenía un retraso y esperaba enormemente que por fin lo logrará, una vez más no sucedió.

—Hola. —entró a mi oficina con un ramo de alguna flor blanca. Cada que me regala flores estas tienen un significado, solo espero que este no sea relacionado a mi infertilidad. —Feliz aniversario, mi niña. —no ha dejado de llamarme así, cosa que amo mucho.

—Feliz aniversario, amor. —no compre ningún regalo porque creí fielmente que estar embarazada sería el mejor de todos, pero me equivoque, otra vez. —¿También tienen un significado? —señale el arreglo.

—Por supuesto, que si. —se acerco a mi lugar y se recargo en el escritorio. —Son crisantemos blancos. —me los entrego y espere a que dijera el significado. —Lealtad. —palabras que golpearon duro dentro de mis pensamientos, porque últimamente la he estado acusando de engañarme y de escribirse con otras mujeres. —Lealtad que te jure el día que te di ese anillo de promesa, la misma que te jure el día que nos casamos y es la misma que te juro cada día que despierto a tu lado. —lágrimas llegaron a mi y me levante para quedar entre sus piernas, la abrace por la cintura y ella me rodeo entre sus brazos. —Nunca envié esos mensajes, alguien robo mi foto y se creo ese perfil falso. —explicó lo que esta mañana le reclame, me llegaron mensajes y capturas de pantalla sobre una supuesta conversación entre Lexie y otra mujer. Me sentí traicionada y que me lo dijeran justo este día me hizo explotar en contra de Lexie. —Te amo mucho, Paula. Y sé que nuestro amor será para toda la vida. —escondí mi rostro en su cuello ya sin intentar detener mis lágrimas.

—Perdón. —susurre. —Perdón, te hablé muy feo en la mañana y ahora estas aquí con un hermoso arreglo, sin reclamarme nada sobre mis celos, yo…

—Esta bien.

—No. No está bien, amor. —me separe solo un poco para verla a los ojos. —No está bien que soportes mis arranques de celos, de miedo, de inseguridades…

—Eres mi niña, mi amor, mi esposa, mi todo y sé que estos sentimientos que tienes aquí. —tocó el lado izquierdo de mi pecho. —Acumulados, son por no lograr embarazarte. —quería tanto ser madre que ver a Zara, ahora esposa de Arthur con su bebé en brazos. Ver a mi mejor amiga; Zoe esperando su primer bebé a lado de Bárbara su esposa, me sentía impotente. Comenzaba a sentirme frustrada por no poder darle un hijo a Lexie. —Sé que Arthur y Bárbara se dieron prisa en agrandar sus familias, pero eso no debe presionarte, no te estoy exigiendo un hijo, nunca haría eso. Si aún no es nuestro momento, debemos ser pacientes y esperar. —volví a esconder mi rostro en su cuello y rompi en llanto tras sus palabras, muy en el fondo sentía que eso provocaría que Lexie buscará a una mujer que si pueda darle hijos.

—De verdad quiero un bebé. —dije entre sollozos. —No quiero perderte.

—Y no me vas a perder, seguiremos intentando hasta que lo logremos. —dijo apretandome más a su cuerpo. —Si esta tardando en llegar es porque seguramente será tan hermoso como su madre. —amo que siempre me hace sentir mejor sin importar que tan mal esté. —Te amo y ya llegará.

Tequila; Puro amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora