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Todo paso muy rápido en la discusión con Sasha, fue un momento difícil saber que su manera de protegerme en el fondo era para alejarme de Lexie, porque eso es lo que realmente quiere, la quiere a ella. Pero lo que también me dolió fue que le dijo fenómeno, ella no es ningún fenómeno es mi novia y la acepto tal cual es.

—Puedo escuchar tus pensamientos. —susurró Lexie, hoy era la tercera noche que me quedaba con ella. Le conté sobre que Sasha sabe donde vivó y por consiguiente no ha dejado que regrese a mi departamento, lo que no me he animado a decirle es toda la verdad de mi molestia con Sasha. —¿No puedes dormir? —y también eran las dos de la mañana y aún no lograba conciliar el sueño.

—Tengo algo que decirte, no puedo seguir ocultando todo lo que Sasha me ha hecho. —dije sentándome en la cama.

—¿Es grave? —preguntó copiando mi acción pero posando su espalda en el respaldo de la cama. —Bonita, si es difícil podrás decírmelo en otro momento. —dijo tomando mis manos entre las suyas. Quería estar cerca de ella, Lexie se está volviendo una necesidad y tener contacto constante con ella es lo que más anhelo.

—Lexie, sé que ella es tu amiga…

—Fue, Sasha ya no sigue siendo mi amiga. —me interrumpió. Necesitaba más contacto que solo sus manos y me senté en sus piernas, lo que provocó que sus manos comenzarán a vagar entre mi cintura y mis piernas. —¿Estas cómoda? —preguntó coqueta.

—Si, mucho. —deje un pequeño beso en sus labios y ambas entendimos que este era un momento serio y no hicimos ningún movimiento con otras intenciones. —Sasha nunca me ha querido, desde que llegué a la casa ella siempre me ha tratado mal.

—¿Como qué desde que llegaste? ¿Te refieres a cuando naciste? —interrumpió dejando de jugar con sus manos.

—Soy la hija bastarda de papá…

—No eres una bastarda ¿ok?

—Él me tuvo fuera del matrimonio. —continúe. —Pero cuando tenía cuatro años mi mamá murió… creo que un accidente, la verdad no recuerdo mucho sobre el como falleció. —me gire y me senté entre sus piernas, recostando mi espalda en su pecho. —Él me llevo a su casa con mi madre; Julia y Sasha, ahí fue cuando todo comenzó; los maltratos, los abusos, yo era básicamente su esclava. Cuando comencé a crecer ella no estaba mucho en la casa por la universidad y esas cosas.

—Eso fue como un respiro. —afirmó y si lo fue, pero lo siguiente fue algo difícil de afrontar.

—Si, algo así… —si le decía lo que le pidió a su novio, seguro la odiara. —Lo que te voy a decir va a ser difícil y necesito que me prometas que no le harás nada.

—¿De que hablas, mi niña? —dijo dejando un beso en mi cabeza.

—Solo promete que no le harás nada. —repetí apretando sus manos en mi vientre.

—Te lo prometo.

—Cuando cumplí catorce mamá, bueno Julia, ella no estaba en casa porque estaba trabajando, ese día era algún cierre o algo de las cuentas de mes y tenía que entregar los informes al final del dia… entonces llegaría tarde. —los recuerdos de lo que provocó Sasha llegaron nuevamente a mi.

—Si es difícil continuar, no lo hagas. Entiendo perfectamente si son malos recuerdos. —dijo apretando el abrazo cuando sintió que esto me comenzaba a afectar.

—Llegue de la escuela y Sasha ya estaba ahí, comí algo y fui a mi habitación para comenzar con la tarea. No sé cuanto tiempo paso cuando el timbre sonó, creí que sería comida que Sasha había pedido. —venía el momento más difícil. —Estaba tan inmersa en mi tarea que no me di cuenta que alguien había entrado.

Tequila; Puro amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora