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La cena con mis padres fue excelente, en la mochila que deje en mi auto tenía un vestido perfecto para Paula, se veía hermosa en el. Era azul oscuro, le llegaba arriba de las rodillas y tenía un brazo descubierto al igual que su hombro, el otro en cambio, estaba cubierto por la larga manga.

Papá está vez me felicito por mi elección de novia, sus palabras exactas fueron no la dejes ir y no tardes mucho en hacerme abuelo. Mis malas decisiones me llevaron a enfrentarme muchas veces con él, sin embargo, ahora puedo asegurar que estamos en la mejor etapa de relación y comunicación, lo extrañaba por ser mi consejero y mi gran mentor en los negocios, y sobre todo en la vida.

Después de la cena regresamos a la casa de mis padres por petición de ellos, querían iniciar el mes de diciembre en familia y Paula accedió, creo que más por no contradecir a su suegra, que por la experiencia.

—Gracias. —dijo cuando se recostó a mi lado, hace rato tome una ducha y me recosté en la cama, estaba boca abajo a punto de dormir. —Es el primer cumpleaños que alguien me celebra y estoy feliz de que tu hayas sido la primera. —dejo un pequeño beso sobre mi frente.

—No me agradezcas, mi propósito siempre es hacerte feliz. —la verdad si tenía otras ideas de como terminar este día, pero con mis padres cerca y con el cansancio todos esos planes seguro sean para mañana. —Te amo, mi niña. —susurre acariciando su rostro.

—También te amo, Lexie. —dejó un tierno beso en mis labios y se giró, lo cual era mi señal para abrazarla. Minutos después ambas caímos profundamente dormidas.

Por la mañana cuando desperté, Paula seguía a mi lado y eran casi las seis de la mañana, al ser sábado todos se levantarían hasta las nueve y con el fiel propósito de seguir durmiendo me abrace más a Paula para conseguirlo. Cuando volví a despertar estaba sola en la cama, me levante e hice mi higiene matutino para ir en busca de mi familia.

—Buenos días. —saludé cuando llegue al comedor donde ya todos estaban esperando el desayuno. Segundos después mamá entró acompañada de Silvina que comenzó a servir.

—Le queremos comentar que esta navidad nos quedaremos en la ciudad. —habló papá en medio del desayuno. —Su mamá y yo queremos estar con ustedes y disfrutar estas fechas aquí, en la ciudad que nos vio crecer. —mamá tomó tu mano y asintió de acuerdo con él.

—Por favor Arthur trae a tu novia y hagamos una comida o cena entre todos, es momento de que la conozcamos. —en tanto mamá dijo eso, note cierta incomodidad en Arthur. Tengo que preguntarle después sobre Daila. —Alexia, sé que es temporada de cierres anuales pero por favor no te excedas. Todo a su tiempo y también deja que los demás trabajen a su ritmo.

—Ma, ¿por qué nos dices todo esto? —pregunte curiosa por su peticiones.

—En años anteriores quien se encargaba de toda la decoración y la preparación de estas fechas, era solo yo. —eso fue hasta que Arthur y yo dejamos la casa para mudarnos. —Ahora que Antonio esta aquí haciéndome compañía quiero que sea como la primer navidad que pasamos juntos. —mamá dijo todo eso sin dejar de ver a papá a los ojos. —Cuando nada nos preocupaba y esperábamos que nuestro trabajo comenzará a dar frutos, pero ahora que ya los dio quiero que por primera vez en muchos años todos seamos partícipes, quiero a mi esposo y a mis hijos a mi lado. —incluyo a Paula cuando mencionó a sus hijos. —Quiero celebrar esta navidad como una familia común y corriente, sin pretenciones o grandes galas. Esta navidad solo seremos la familia Carvajal Juárez. —terminó de hablar y claro que la entendía, estábamos todos y no teníamos que esperar a que faltara alguien en la mesa para recordar lo que vivimos antes, porque no siempre fuimos exitosos y siempre tenemos que tener en cuenta nuestros orígenes y el como comenzamos.

—Por supuesto que si, mami. —me acerque a abrazarla cuando comenzó a soltar lágrimas.

—Será como tu ordenes y mandes, mi reina. —dijo papá con palabras llenas de amor. —Así que niños durante este mes se mudaran aquí y no quiero peros. —nos pidió a Arthur y a mi.

El resto del día comenzamos a planear la decoración y como iríamos adornando, veía a mamá muy ilusionada y nada me hacia sonreir en grande que ver a la mujer que me dio la vida feliz y emocionada.

—Mi niña. —hable entrando al baño donde Paula se estaba preparando para ir a dormir, porque claro papá no nos dejó ir ni a mi, ni a Arthur. —Perdón por esto, creí que te podía ir a dejar…

—No pasa nada, tus papás los quieren cerca y se están asegurando que así sea. —dijo abrazándome por la cintura y escondiendo su rostro en mi cuello. —Además me siento en familia y hace mucho tiempo que no pertenencia a ningún lugar. —susurró contra mi cuello.

—Me alegra que te sientas así, pero tal vez es momento de hablar con Julia. —sabía que en los últimos meses Julia no ha dejado de insistir con esa supuesta platica pendiente. —La estas evitando y postergando más esa conversación.

—¿Y si quiere que hable con Sasha? —preguntó saliendo del baño. —No quiero que nuevamente interceda por ella…

—Mi niña, por lo que me cuentas y en las llamadas que te ha hecho estoy segura de que no quiere pedirte que perdones a Sasha. Y eso no lo sabrás si no hablas con ella. —no dijo más porque sabía que tenía razón, solo esta alargando más la agonía del silencio. —No quiero presionarte, así que hazlo cuando estés lista.

Me acosté y tome mi celular revisando mis mensajes, encontrando uno de Bárbara.

Barby 🥳
¿Como estuvo todo? ¿Les gustó?

Me encantaría hablar contigo y tal vez ir de fiesta como en los viejos tiempo…

Bueno, como en los viejos tiempo no. Ahora tienes novia y debes de respetarla. Pero podemos ir por unos tragos con Arhtur y nos ponemos al día con nuestras vidas.

—¿Y esa sonrisa? —preguntó Paula con cierta molestia en su tono.

—Es Bárbara, quiere vernos; a Arthur y a mi. —le dije mientras tecleaba una respuesta. —Le comentaré a Arthur y ya luego le avisaré. —dije dejando mi teléfono para atender a mi celosa novia. No entendía sus celos con Bárbara, pero debía de darle la seguridad de que solo tengo ojos para ella. —Mi niña…

—Perdón, Lexie, pero…

—Si tus celos son por lo que te ha sucedido, entiendo, pero si son por otro motivo tal vez debas decírmelo y podemos arreglarlo.

—No sé por qué ella me pone celosa, no quiero ser posesiva contigo, no sabiendo que me amas y que ahora estas aquí conmigo.

—Si quieres ser celosa esta bien, solo no llegues a extremos dañinos, ¿vale? —dije, si es celosa esta bien, pero de ahora en adelante me voy a encargar de siempre brindarle la seguridad que necesita para evitar esos celos.

Nos acomodamos para dormir una vez en mi antigua habitación en la casa de mis padres.

R.

Tequila; Puro amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora