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Todo lo relacionado con los reporte mensuales de Sasha estaban mal, durante meses entrego reportes incongruentes y se encargo muy bien de ocultar los faltantes. Arthur y yo hemos estado trabajado y controlando el inventario junto a Zoe quien también trabaja en la empresa, la situación se volvió complicada para Sasha cuando decidimos también revisar el año anterior, los números son ficticios y no sabemos exactamente cuales son los reales.

Sobre Sasha sé que sigue viniendo a la empresa pero no cumple con su horario laboral, no hemos dicho aún nada para no alertarla y evitar que deje de presentarse. Zoe esta convencida que esta falsedad no pudo hacerlo ella sola, alguien más tuvo que ser su cómplice para que nos detectaramos las inconsistencias. Trabajamos alrededor de tres días sin parar hasta que logramos encontrar los reportes reales y efectivamente todo acusaba a Sasha de estarse robando botellas de tequila en grandes cantidades. ¿Como es que nadie se dio cuenta? ¿Como es que le di plena confianza a una mujer que siempre mintió?

—Deja de atormentarte, nada de esto es tu culpa. —dijo Arthur para luego beber de su vaso. Cuatro de enero, doce de la noche y éramos los únicos trabajando en el edifico. —Confiabas en ella y no debió de aprovecharse de eso. —se levantó y se quedo viendo la ciudad desde la ventana del balcón.

—Bueno, creo que es hora de que me vaya. —dijo Zoe recogiendo unos papeles. —Ya es tarde y mañana será un día aún más largo. —tomó sus cosas y se disponía a salir.

—Espera yo te llevo, es tarde y puede ser peligroso. —se apresuró a decir Arthur y termino de beber el poco jugo que le quedaba. —Te veo mañana. —ambos salieron dejándome sola en mi oficina.

No quería llegar a mi departamento y comencé a trabajar en las próximas propuestas para el posible cambio de diseño de la botella y algunas propuestas más que llegaron en la última junta de socios. Cerca de las dos de la mañana me recosté en el sofá para intentar dormir un par de horas antes de ir a cambiarme, había pasada casi veinte minutos cuando escuche la puerta de mi oficina abrirse y me asuste levantándome rápido.

—¿Alexia? —preguntó y me acerque a encender la luz.

—¿Julia? ¿Todo bien? —me acerque a ella y note que estaba llorando. —¿Que sucede?

—¿Paula esta contigo? —me preguntó e inmediatamente me alarme porque no sabía de ella.

—No, no hemos hablado mucho en los últimos días. —desde que inicio el año y la deje sola en casa de mis padres esta enojada. —¿No está en su departamento?

—No, desde que pasamos año nuevo con ustedes se está quedando conmigo. Hoy tenía que presentarse en la escuela para firmar sus calificaciones y dijo que trabajaría medio día…

—¿Estuvo aquí? —pregunte y me dio una mala mirada. —Lo siento, la estoy descuidando… no era mi intención hacerla a un lado, yo…

—Sé que es por trabajo, pero ella esperaba que no te excedieras. —debí darle mi tiempo y no solo dejarla sin decir nada. —La cuestión es que me aviso que ya salía y pasaría a comprar la despensa pero no llegó, fui a buscarla a su edificio y el portero me dijo que no ha ido desde hace unos días. No sé donde esta. —comenzó a sollozar y le acerque un pañuelo. Fui a buscar mi teléfono que estaba en el escritorio y la llame pero me enviaba al buzón.

—¿A que hora tenía que llegar? —pregunte acercándome de nuevo a Julia.

—A las siete. —llevaba cerca de siete horas sin aparecer y tampoco respondía las llamadas. Esto estaba mal, debí cuidarla, debí de hablar con ella, yo debí de… —Deja de culparte, quien hizo esto tarde o temprano iba a actuar. —no, no. Todo esto es mi culpa, yo debía cuidarla, era mi responsabilidad, yo… yo. —Alexia, respira, no puedes entrar en una crisis de pánico, así no podemos ayudarla si es que esta en peligro. Vamos, respira. —se sentó a mi lado y me ayudo a regular mi respiración.

Tequila; Puro amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora