El reencuentro de siete antiguas amigas coincide con la aparición de un misterioso ser que, disfrazado de novia, se dedicará a matar cruelmente a todo aquel que se interponga en su camino. Mediante sus poderes, Gloria y Mariana, a quien se les apare...
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La Juaca y Mariana ayudaban a Gloria a limpiarse toda la ropa.
—Este barro aún está húmedo—habló la Juaca—¿dónde andabas tu metida chica, qué fue lo que te pasó?
—Eh... me caí en una zanja.
—¿Una zanja, donde hay zanjas por aquí?—habló Buenaventura confundido—.
—Eh... en el cementerio pues—contestó Gloria—.
—¿Qué?—habló la Juaca—¿Y qué hacía usted en el cementerio a esta hora de la noche?
—Señora yo le puedo explicar...—Salomón fue interrumpido por la Juaca—.
—No, usted no puede porque mi muchacha tiene voz y no me guarda secretos.
—Mira mamá, lo que pasa es que nos pasó una cosa rarisima ¿no?, veníamos Salomón y yo en el carro, el me iba a traer para acá y de repente vimos como una mujer que pasó así de repente, bueno no era una mujer, era como... como una silueta, era algo así como un espectro mamá, así que nosotros decidimos salir corriendo a perseguirla a ver que era.
—Ay Dios mio, divina pastora—dijo Santia persinandose asustada—ay Dios Santo... es una mujer vestida de novia ¿no?
—Ay señora Santia—dijo Gloria acercándose a ella—no me diga que usted también la vio.
—Ay no mija, que la voy a estar viendo, yo no la he visto ni la quiero ver... ese que anda por los caminos asustando, dicen por ahí que es la mujer de Judas.
—No, yo no creo en eso—habló Mariana negando—.
—Si, esas son supercherías—habló Salomón—.
—Salomón y... Alicia—esta le sonrió levemente al ver que si ayudó con el nombre falso—tienen razón, esa mujer no existe, a lo mejor vieron un gato y les pareció otra cosa porque a veces uno ve cosas y son pura imaginación.
—No, no, no que va—negó Gloria—yo estoy segura que yo vi una mujer.
—¿Y qué, solo se viste de novia para pasarse por las calles y asustar? Mm no creo—habló Mariana—.
—Bueno, no sé—dijo Gloria—mami, tu crees que haya posibilidad de que sea Altagracia Del Toro que se esta disfrazando ahí de novia para...
—Ella no haría algo así—la cortó esta—no vuelvas a decir eso, tu sabes muy bien que ella es mi amiga.
—Tu madre tiene razón—habló Buenaventura—Altagracia es incapaz, yo que la conozco desde niña lo sé.
—Bueno, yo no sé si sea ella no, pero yo sé que vi algo y nadie me va a convencer de lo contrario.
(......)
—Estos guantes eran míos—habló Altagracia tomándolos—son míos. Y dime una cosa Ismael ¿a que debo el honor de tu visita?
