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CONTINUAMOS.

Sus ojos reaccionaron con el primer sonido que sus orejas captaron, su pelaje de repente se esponjo al sentir su cuerpo fresco y cosquilloso, los rayos del inmenso sol empezaron hacer una molestia para sus ojos.

Entre gruñidos se movía por un lado de la cama para intentar volverse a dormir con la comodidad que lograra encontrar entre las sábanas, pero lo que conseguía era el tacto de su pelaje calentándose.

La sabueso ya se levantaba del sueño empezando abrir con flojera sus ojos adormecidos, dándose cuenta que el día ya se notaba, los sonidos provocados por el exterior empezaban a levantar a todo aquel siguiera durmiendo.

Bajó muy confundida la mirada para verse a medio cuerpo, sus piernas adoloridas, su pelaje estaba del todo alborotado, y no faltaba un mal dolor.

Estando sentada sobre la cama, Loona empezó a quejarse de incomodidad y dolor, proviniendo de su parte trasera. No podía negar que lo que había cometido anoche con su amigo había sido una pérdida.

Lo que se preguntó era sobre su amigo, ¿en donde estaba?.

Mucho antes de volverse a recostar en la cama se percató que la puerta se abrió de manera inmediata, por el agujero de la puerta notó un abdomen casi marcado mostrando una vestimenta corta.

Viendo cómo su amigo entraba a la habitación con la mirada distraída y sin alguna reacción, el hombre había supuesto que Loona seguía durmiendo por lo cual podía entrar y salir sin problemas del tener que estar viéndola.

— ¿L-Loona?.

Preguntó confuso al notar a la sabueso sentada con las sábanas cubriendo de su cuerpo.

— ¿Por qué estas despierto tan temprano? — le preguntó con un tono molesto, volviéndose a recostar en la cama.

— Loona, ya perdí la costumbre de dormir con una chica desnuda y... suculenta.

Fue su respuesta mostrando en sus mejillas y fuerte sonrojo.

Ciertas palabras halagadoras para la sabueso sobre su aspecto físico, si sabía que estaba desnuda pero ya había tomado la decisión de cambiar cosas en su relación con el hombre, ¿Por qué no habría más confianza en ellos?.

Loona, río torpemente mientras se levantaba de la cama dejando las sábanas aún lado para ponerse en frente den hombre, obligado a tener contacto visual con su amigo, y para evitar escenas sexuales. No tener que bajar la mirada.

— El hombrecito ya se hizo el fuerte, como si no me hubiese cogido el trasero anoche — exclamó muy desafiante, dándole una fuerte palmada a su amigo.

— Y la sabueso quiere ser la dominante cuando ni siquiera sabe provocarme.

No dijo nada más al comentario del hombre, más bien se echó a reír por lo que estaban haciendo estos dos ahora, Loona volvió a sentarse en la cama como si tuviese que quedarse a dormir nuevamente.

Pero la mañana ya no podía volverse más tranquila, Loona fue presenciando a su amigo tomar ambas maletas que había llevado y ver cómo sacaba en una de ellas prendas.

— ¿Y tu qué?.

— Cámbiate, tenemos que irnos de aquí dentro de un rato — dijo sin verla, sólo metía sus cosas dentro de su maletero.

¿𝗣𝗢𝗥 𝗤𝗨𝗘 𝗢𝗗𝗜𝗔𝗥𝗧𝗘? (Loona x Lector)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora