CONTINUAMOS.
— Hmmm...
Apenas se levantaba el hombre luego de haber pasado por mucho en una simplemente noche y ya estaba con un fuerte dolor en todo su cuerpo, no se sentía con la capacidad de levantarse, incluso se tocaba el cuerpo tratando de ver si estaba completo, en efecto. Lo estaba.
Miró a su alrededor y no vio a nadie en la cama donde estaba, no miró a Summer por ningún lado de la cama y menos de la habitación, miro su cuerpo y noto que estaba desnudo con tan solo una sábana que lo cubriera, si ya era de día probablemente la pareja de la casa lo iban a ver.
Muy apresurado se levantó de la cama pero al momento de levantarse, su cuerpo se estremeció y una fuerte descarga recorrió hacia su cuello, no pudo gritar por tratarse de la mañana, así que solamente se tapo la boca. Mientras lo hacía, se acercó al espejo más cercano de la habitación y lo que vio lo dejo sorprendido.
En su cuello se marcaba una enorme herida con formas de garras que bajaban hasta su entrepierna, la herida estaba tan rojiza que a sus costados ya se mostraba los orificios de la costra, la herida era tan grande que cualquiera se daría cuenta de ese enorme rasguño y no podría hacer nada para evitarlo.
Apenas entraba el aire al cuarto y su herida reaccionaba de forma extraña por su sensibilidad al aire, angustiado busco su ropa por la habitación y para fortuna, su ropa estaba a una esquina de la cama doblada.
Notó que sobre su ropa reposaba una carta envuelta en una botella de alcohol, no pensó en nadie más que hubiese echo eso más que Summer, se acercó y tomó la carta notando que decía unas pocas palabras y envuelta al rededor del alcohol que había tomado con ella anoche.
— No mames... "Gracias por lo de anoche, te amo" — leyendo la carta este se asombra por las últimas palabras — Creo que cometí un error...
Fueron sus únicas palabras para tomar su ropa y empezar a vestirse, con el cuidado de no tocar la enorme herida que rondaba en su cuerpo, su ropa apenas tocaba la herida y las manchas rojas ya se sobresalían, lo más seguro era que los demás se darían cuenta de la herida, aúnque cierto grado para el hombre, a él no le importaría mucho sus palabras.
Estando ya cambiado, se miro al espejo muy curioso, sus manos con pequeñas manchas de sangre, su cabello alborotado pero con la misma postura a un lado, sus pequeñas ojeras tras una larga y ardiente noche, su herida sobresaliendo con sus manchas de sangre, su piel ya con manchas de suciedad, si le urgía un baño rápido. Y no se le podía olvidar su mala expresión seria, si. Estaba completo.
Bajó rápidamente las escaleras, llegando a la cocina con una botella de alcohol en sus manos se percató de su amigo el grandulon, Vortex. Este al percatarse de la compañía, muy gustosamente saludo al hombre que poco después reaccionaria al ver la enorme herida que sobresalía por su cuello, no tubo que preguntar para saberlo, ___ solo asintió molesto y Vortex sin querer había soltado una carcajada.
— La fiera estubo incontrolable en la noche por lo que veo — comentó en broma tomando una taza de café, el hombre se sentó a un lado de el — esa herida no se ve nada bien.
— ¿Se nota mucho?.
— Claro que si, creo que mi cuñada ya te traía ganas.
— Mierda... Si llego a si al palacio me van a preguntar que fue lo que pasó.
— Hablando de eso, creo que ya tienes que irte, la radio de la furgoneta empezó a sonar la voz de un tipo hace un par de minutos, se escuchaba molesto.
ESTÁS LEYENDO
¿𝗣𝗢𝗥 𝗤𝗨𝗘 𝗢𝗗𝗜𝗔𝗥𝗧𝗘? (Loona x Lector)
FanfictionEmpezarás con tu nueva vida, siendo el único apartado de tu familia, creíste que sería algo que llegarías acostumbrarte a la vida de un ser humano, que lastima que la tuya sería algo "especial". Cuando te enamoras de la supuesta "muerte" no puedes n...