➸ Detalles.

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①⑨

Seungmin y Jeongin caminaron hasta la casa del primero. El menor llevaba audífonos puestos, por lo que no hablaron mucho, y Seungmin tampoco quería molestarlo. Sólo de vez en cuando jueguetaba e intentaba tomar su mano, cosa que fallaba cada vez. Jeongin le daba una mirada seria, confundida y hasta fingía estar molesto, pero sabía que no era así. En realidad, Seungmin le parecía alguien un poco gracioso.

—Iré a hacer las palomitas, tú puedes escoger la película— dijo después de encender el televisor y dejar el control sobre la mesa central.

—Tengo que ir al baño.

—Claro, está a la derecha.— señaló con su mano el lugar.

Jeongin no dijo nada más, sólo caminó en silencio hasta donde se le indicó.

Seungmin no era muy ordenado, pero tampoco era un desastre. Vió su habitación de reojo al pasar por un lado, y logró notar que estaba un poco desatendida y con una prenda en el suelo. Podría haber ido a arreglar eso, pero, ¿con qué necesidad?

Por más que fuera muy exigente con eso, no tenía muchas ganas de hacer nada. Sólo se dirigió al baño.


Entró y cerró la puerta. Ni siquiera había dejado su maletín en la sala, así que lo trajo consigo. Revisó por encima el suelo del lugar, notando que, por suerte, estaba limpio. No le dió mucha importancia y decidió dejarlo ahí.

Se acercó al inodoro y se desabrochó el pantalón para poder hacer lo suyo. Mientras tanto, se distraía detallando su al rededor. En el lavabo sólo había un cepillo metido en un vaso, un sobre de crema dental con muy poco contenido e hilo dental. Bajó la mirada, de nuevo, a su maletín. Estaba un poco abierto, por lo que se veía su interior.

Justo ahí recordó la carta que el castaño le había regalado, y a la vez, le dió un poco de curiosidad por leerla.

Cuando terminó de hacer sus necesidades, se organizó, fue a lavarse las manos y se las secó. Se agachó para recoger su maletín, y de ahí sacar el sobre blanco.

Lo abrió con mucha paciencia, sin intenciones de romperlo.

Sacó la carta, y justo como otra que había recibido del mismo chico, habían muchas palabras y una letra bastante bien organizada.

"Por tus ojos, porque son rasgados, pequeños e infinitamente brillantes.

Por tu nariz, porque es linda y combina a la perfección con el resto de tu rostro.

Por tus labios, porque son de un color muy suave y rosa, justo como lo es su textura.

Por tu cabello, porque aunque te quejes de él, su color es muy bonito, y de cualquier manera se ve muy bien en tí.

Por tus manos, porque puedes hacer muchas cosas increíbles con ellas y mostrar tu talento de varias formas.

Por tu voz, porque es de cierta forma como una agradable melodía.

Por tu físico, porque junto a todo eres simplemente tú.

Por tu personalidad, tu forma de expresarte, rechazar algo o sólo ser, porque eres divertido a tu manera.

Por tu sinceridad, porque,
¿cómo podrías mentir?

Por estas y muchas razones más,
¿por qué no gustar de tí?

(Cualquier persona, no sólo yo, pero sabes que esta es mi opinión real).

Tqm :)".

—Bien, esta vez se pasó...— musitó para sí mismo antes de guardar la carta de nuevo.

~

—Seungmin... Pareces un desquiciado— dijo soltando su bolso en el lugar más cercano, para luego pararse frente al chico.

—¿Eh?— soltó un poco confundido y a la vez sorprendido por su aparición repentina. No estaba haciendo nada malo, sólo esperaba a que las palomitas explotaran, ¿por qué llamarlo así?—... ¿Ahora qué hice?

—En esa carta, ¿cómo es que intentas detallarme tanto?... ¿Y de buena manera?

—Oh, me asustaste.— sonrió, avergonzado— A ver, no estoy mintiendo.

—Claro que lo estás haciendo. No soy así de bueno, eso está completamente exagerado.

—Es mi punto de vista, ¡no exagero! Eres una muy buena persona, Yang... Cualquiera que intentara conocerte bien se podría dar cuenta.

—Obvio no, ¿por qué más crees que nadie quiere conocerme? Soy un amargado, lo acepto.

—No estoy de acuerdo contigo.— se colocó unos guantes de cocina para poder sacar las palomitas, con miedo de quemarse.
—... Sólo- quería hacerte saber todas las cosas buenas que tenías... Ya que hoy me preguntaste que por qué alguien estaría enamorado de tí.— giró la cabeza para verlo, con una sonrisa— Ahí está la respuesta, Innie.

—Lo único que me da a entender esto es que tú estás enamorado de mí. ¿Quién se toma el tiempo para hacer estas cosas?

—¿Ah? ¡No!— dió un pequeño salto al escuchar eso, pero intentó terminar de vertir las palomitas en un bol.
—A ver, hay muchas razones para estarlo, pero no es así... ¿Bien?

—No hay razones, en absoluto.— se cruzó de brazos mientras veía al chico intentar con todas sus fuerzas no regar todo— No puedes expresarte así de mí. Ves las cosas distorsionadas.

Seungmin quería responder, pero realmente estaba teniendo problemas sirviendo las palomitas.

Jeongin rodó los ojos antes de caminar hacia él y hacerse a su lado, colocando una mano sobre la de el contrario, y con la otra, ayudándolo a que todo cayera dentro del embase.

—Lo siento, soy muy torpe.

—Sí, eso parece— habló, terminando de colocar todo en el bol.

El castaño sólo río ante su comentario.— Bueno, ¿olvidamos todo este tema y vamos a ver una película?

—No me gusta cuando me cambian el tema.

—Es que no hay nada más que decir. ¡Te quiero Yang Innie, Jeonginnie! Por eso te escribo cartas así... Sólo soy un amigo que quiere recordarte lo increíble que eres. ¿Bien?— tomó las palomitas y comenzó a caminar.

—No— respondió, yendo trás él.

~

Cuando llegaron a la sala, se hicieron lado a lado en el sofá. No tenían idea de qué verían, ni siquiera la categoría. Jeongin mencionó que le gustaba el terror, y aunque a Seungmin no le gustara mucho por el miedo que le daba, decidió darle el gusto al chico.

Hubo un momento en el que Seungmin se quedó boquiabierto por la portada tan espeluznante que tenía una película, casi quedando congelado. El menor pensó que estaba pidiendo de comer, por lo que metió una palomita en la boca del contrario. Eso fue gracioso.

Lovers Rock | SEUNGINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora