Lovers Rock | SEUNGIN

➸ Pinky promise.

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—¡¿Por qué acabas de besarme?!

—Yo- ¡Lo siento! Sólo que-

—¡Desde hace mucho te dejé claro que no intentaras nada conmigo porque no iba a funcionar!— se detuvo un segundo para respirar hondo— Seungmin, tú no me gustas, ni siquiera quería que fueras mi amigo.

—... Espera, ¿por qué tienes que ser tan cruel? Sé que fue mi error por hacerlo a la fuerza, pero...

—Ya, perdón, pero soy así, y lo siento mucho si no te gusta mi forma de ser, lo entiendo.

—No es tu forma de ser, a mí... ¡Me gusta tu forma de ser!

—¿Tienes que seguir gritando?

—Lo siento.

Jeongin negó con la cabeza antes de caminar hasta su cama y sentarse en ella.
—¿Andas besando a todos los que se te cruzan porque sí?

—Por supuesto que no. De hecho, he besado a muy pocas personas.

—Pero me besaste a mí... ¿Por qué?

—Puede que suene tonto, pero...— soltó una pequeña risa— Yo sólo quería hacerlo.

—... Yo no me puedo enamorar de tí... Y tú tampoco deberías hacerlo. No tiene sentido. ¿Eres masoquista?

—No, ¿por qué dices eso?

—Vas besando a la gente que te trata así sin razón... ¿Qué harás el día que te traten bien? ¿Directamente te lo follas?

Seungmin comenzó a reír, mientras el menor lo miraba con seriedad.— No lo sé, Yang. Intenta tratarme bien.

—¿Eh?— soltó un una mirada disgustada.

—Estoy bromeando, Innie.— dió unos pasos para poder sentarse a su lado.
—En fin, discúlpame, ¿sí? Te juro que no volveré a besarte.

—De hecho, planeaba no volver a hablarte.

—¡No!- digo... ¿Por qué? No tienes que hacer eso, Yang. Mira.— alzó su mano, mostrando únicamente su dedo meñique— Si te vuelvo a besar... Te enojas conmigo y puedes odiarme todo lo que quieras, y aún así, yo lo entenderé. ¿Trato?

—Vaya que eres raro, Kim.

—Estuvo mal, lo sé. No debería tocar a alguien sin su consentimiento... Ahora, acepta y perdóname.

—¿Por qué te importa tanto lo que piense de tí? Podría dejar de hablarte y tu vida sería igual.

—¿Por qué descartas la posibilidad de que hagas mi vida todavía mejor en un futuro?

Aún, ocultando su sonrisa, levantó su mano y estrechó su meñique con el del castaño.— Qué se me hace que vas a querer romper esta promesa, Seungmin.

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"Han pasado unas semanas... Yang Jeongin es una de las mejores personas que he conocido.

Sí, tú.

Desde tu mirada seria y disgustada hasta tu sonrisa cuando te burlas de mí, me caes muy, muy, muy, muy, muy, muy, muy bien.

Estoy feliz de que me aguantes, de que seas mi amigo y que decidieras no alejarte de mí.

Te amo, Yang Jeongin.

¿Recuerdas cuando te dije que puedes contarme tus problemas? Es cierto.

Recuerda también:
Si no encontramos la solución, podemos llorar los dos en casa hasta que la felicidad sea temporal, pero esté ahí".

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—Tengo ganas de vomitar— comentó Jeongin trás leer eso. En cuanto se giró para ver al castaño, se encontró con un tomate con extremidades.
—¿Qué tienes?

—Normalmente no me da vergüenza casi nada, pero hubiera preferido que leyeras eso solo... ¡O cuando yo no estuviera!

—Oh, ¿esto te avergüenza? —"Te amo, Yang Jeongin"— leyó de nuevo, en voz alta.

—Bueno, no exactamente eso... Me importa más lo que pienses tú, la verdad.

—"¡Que cursi, Min!"— gritó Felix al otro lado del lugar, aún terminando de ajustar las cuerdas de la guitarra que sostenía en sus brazos.

—Cállate, Felix. Han salido peores cosas de tí, la verdad— habló de nuevo Seungmin— Digo, no peores, más cursis.

—Oye... ¿Por qué tantos "muy"?— preguntó Jeongin, releyendo la carta.

—No me preguntes, se supone que repetir las cosas muchas veces le agrega todavía más valor.

—No, sólo se ve como relleno. ¿Tanta pereza tenías de escribir más cosas?

—"¡Ay! ¡¿Hasta para escribir cartas eres un perezoso?!"— volvió a exclamar el chico. Parecía que meterse y añadir leña al fuego era otra de sus habilidades.

—¡No te metas!— gritó en respuesta.

—Estoy bromeando, Seungmin. Gracias por la carta, ahora tengo... ¿Tres?

—Cinco. Lo siento, soy muy pesado y me gusta escribir.

—Está bien.— dijo poniéndose de pie.

Seungmin sacó sus llaves del bolsillo y se las arrojó a Felix, quien no terminó de reaccionar y las terminó dejando caer al suelo.
Se despidieron de él, ya era costumbre que él tuviera que ponerle candado a la puerta porque ellos se iban antes. La última vez que salieron sin ponerle seguro, no fue una muy buena experiencia. «Ni siquiera se robaron algo de valor, ¡literalmente se llevaron las fotos de Jeongin que Seungmin conservaba en uno de sus cajones!...» Pensándolo bien, es algo mucho más preocupante de lo que parece. No le ha comentado nada a Jeongin, pero puede que deba hacerlo. No sabe quién se las llevó ni por qué o para qué.

~

Ambos chicos caminaron hacia la salida. Seungmin planeaba acompañar a Jeongin a su casa, más no quedarse, ya que el menor tenía cosas que hacer.
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—¿Cómo vas con tus clases? La última vez que me lo comentaste estabas llorando de estrés.— tomó su mano y le dió un leve apretón— No tienes que exigirte demasiado, lo harás bien.

—No puedo ser mediocre... Siempre me están superando y dejándome en claro que no sirvo para... Para eso.

—¿Por qué lo piensas? Claro que sirves, sólo no puedes esperar que te vaya mejor de lo que tú mismo sabes que puedes. Tienes que ponerte tus límites.

—¿Me pides que acepte volverme una decepción para mi familia?

—¡No! Nunca dije eso... Si quieres mejorar, puedes hacerlo poco a poco, no matándote de estrés. Quedarás calvo si sigues estresándote de esa manera.

—No es gracioso, tengo un trauma con el estrés y la caída de pelo...

—... ¿Es en serio?

—Claro que no, idiota— dijo antes de darle una leve palmada en el brazo— ¿Cómo crees?— no pudo evitar soltar una risa.

—Bien, eso sí fue gracioso, Yang.

—Tú te lo crees todo.

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