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" Talvez yo no sepa a dónde ir, pero si pudiera una mañana abrir los ojos y ver los tuyos, sabría dónde quedarme "

- Irela Perea.

La noche y el Insomnio

Después de haber estado durante 55 minutos mirando el techo esperanzado, suspiró, resignado porque sería otra noche más arruinada.

Silenciosamente se sentó y la delgada manta beish que tenía para pasar la frialdad de la noche ( La cual no cumplía con su objetivo del todo.. ) rodó por su cuerpo hasta llegar a su cintura, dónde mostró la vestimenta holgada y amarillenta que Patada le había prestado para dormir.

Esas semanas había estado viviendo en la casa del mayor. Pasó tiempo desde que se reconciliaron, y obtuvieran un nivel de confianza que sobrepasaba al anterior. Les era una experiencia interesante la convivencia diaria con el otro, salían de pesca más temprano que antes; competían por quién preparaba mejor el caldo de los fideos; en ocasiones practicaban Kung Fu juntos; etc.
A pesar de que técnicamente vivan juntos, no han hablado sobre si realmente existía algo de por medio que los unía, probablemente lo sepan, pero preferían dejar las cosas como están, y dejar que el lenguaje corporal hable por ambos.

Trató de atravesar con su mirada las enjutas cortinas blanquecinas que vestían las ventanas; no necesitó mirar lo suficiente para saber que era de madrugada.

Por lo general se despertaba a esa hora. Nunca podía mantener un sueño estable que dure más allá de las 2pm, pues a esa hora despertaba de un respingo y no lograba regresar a dormir, y si lo hacía, era entrecortadamente y sin calidad de sueño. Aunque se esforzaba en perfeccionar cada vez más su horario de sueño, aprovechando el cansancio de su cuerpo al utilizar su poder, siempre se iba a desorganizar.

Esa mañana Patada lo notó desorientado y pensativo, y aunque no lo demostró, se sintió preocupado. Manipulens era una persona de metabolismo delicado, gastaba más energía de la que obtenía, si incumplía con alguna de sus necesidades básicas podría enfermarse. Estaban todo el tiempo juntos hasta las 8pm, que era dónde ambos iban a sus habitaciones a dormir, ahí debía estar el problema.

En la hora del almuerzo le preguntó si alguna vez había tenido problemas de insomnio. El menor pudo haber negado la pregunta, pero le resultó monótono continuar ocultándolo hasta ese punto, fué allí que explicó la situacion. Patada escuchó atentamente, y al final le pidió que lo despertara en cuanto ese tipo de cosas sucedieran; por desgracia, Manipulens no tenía intenciones de hacerlo, no quería que su horario de sueño desorganizado le afectará a él también; aparte, no quería que Patada se entrometiera en ésto, ya que tenía mucho que ver con su pasado y temores, cosa que aún no estaba preparado para hablar.

Con pereza se quitó la sábana y se levantó a mala gana, sintiendo el frío del piso de la habitación perturbar la planta de sus pies, eso le provocó un escalofrío que recorrió su espalda baja y finalizó en su nuca. Movió un poco la cabeza y decidió ir a la cocina por algo de tomar.

Si bien dormir a esas horas era placentero, sentía agrado por los lugares oscuros y silenciosos, y esa hora se apegaba a su gusto en lo absoluto; sin embargo, sentía lástima de sí mismo por estar despierto.

Le gustaría soñar como los demás, mantener un sueño estable, que sea algo que hable de sus gustos; que el pilar de ellos sean sus memorias; que le muestre pensamientos que no hubiera imaginado estando consciente; que le recuerde sueños que nunca confesó; y que al final, simplemente sean eso, sueños que no afectaban su conciencia ni su realidad y sean algo interesante que pensar a la mañana siguiente. Lastimosamente, nada de eso estaba sucediendo en su desgraciada actualidad.

Flor De Melocotón || KicknipulensDonde viven las historias. Descúbrelo ahora