Desconfianza
Au. Omegaverse
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Tenía tantas cosas que decirle, por un lado habían fuertes reclamos por haber interrumpido la seción de meditación que realizo por horas, pero por otro lado sentía agrado de verlo. El olor del maestro le proporcionaba calma, cosa que le gustaba pero que jamás admitiría. Tuvo que morderse la lengua para no expresar protestas hacia el Maestro, pues no quería extender la visita con una discusión.
— Patada, qué sorpresa. - Trató de hablar con amabilidad mientras le sonreía. - Creí haberte mencionado que estaría un tiempo solo, ¿Sucedió algo en especial? - Preguntó, tratando de no enfocarse en como el mayor inspeccionaba todo de sí.
Éste no tenía una expresión que mostrar. Anteriormente venía cargando un saco de inseguridad en su espalda, pero ahora solo sentía estupor junto con una mezcla de alivio y alegría.
— Yo.. vine a ver cómo estabas, no me dijiste que estarías haciendo ni cuánto tiempo estarías aislado, así que quise venir a saludar. Te ves del carajo. - Confesó con confianza, causando una expresión de amargura y molestia en el rostro ajeno.
— No esperaba visita de nadie, mucho menos de la única persona que se sabe la dirección de mi hogar y a la cual le aclaré que necesitaba pasar tiempo solo.
— Bueno, anteriormente solías venir a mi hogar cuando te aclaraba diariamente que no deseaba ver a nadie, te estoy pagando con la misma moneda. - Respondió, escuchando como respuesta un " touché".
Dejó en los brazos del otro el cesto con frutas para proceder a adentrarse en el hogar mientras inspeccionaba disimuladamente el entorno, analizando si había algo inculpatorio o que resulte sospechoso.
— A pesar de eso esperaba algo de soledad, últimamente he estado pensando en algunas cosas y quería.. - Hubo una breve pausa al ver cómo éste se había acercado para tomar su rostro y mirarlo con detenimiento. Ante el gesto frunció el seño, pero pese a ello tampoco buscó lejanía. - ¿Qué sucede?
— Luces agotado. - Comentó rozando con la yema de su pulgar las oscuras ojeras que se posaban bajo los ojos de su ex-alumno.
Manipulens no dijo nada, no comprendiendo la necesidad del mayor de observar hasta el más mínimo detalle de su rostro y cada cambio que tuvo en el tiempo que no se vieron. Al tenerlo cerca deseaba saber qué era lo que pensaba, pues desde que llegó sentía que éste se guardó muchas preguntas y comentarios, cosa que le dejaba en claro que había una segunda intencion en su visita. Es una pena que su poder no posea la habilidad de leer la mente.
Patada podía observar notorio cansancio en el otro, lo que le provocaba desconcierto de qué podría estar robándole el sueño al adulto de tez lila en el tiempo de su ausencia, o qué podría estar realizando en las noches en lugar de dormir que lo mantenga agotado.
Frunció el seño, pensando que ante todo, debía mantener un comportamiento amable con su acompañante en lugar de precipitarse a sacar conclusiones probablemente inexactas.
Podía definir a Manipulens de muchas formas, arrogante; narcisista; ambicioso, pero no podía decir que lo comprendía a plenitud, ya que este prefería ser algo que gira en torno a su vida, pero que no forma parte de ella. En su interior deseaba que no fuera así, y tiene fé en que algún día entenderá a Manipulens y finalmente podrán vivir sus vidas a compañía del otro con una camaradería inquebrantable, pero lastimosamente el sentimiento no era mutuo, y mientras sea así no hay nada que pueda hacer.
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Flor De Melocotón || Kicknipulens
Fiksi Penggemar" Todos necesitamos alguna vez un cómplice, alguien que nos ayude a usar el corazón. " - Mario Benedetti. - Sección de Oneshots Kicknipulens. - Los personajes pertenecen a la serie animada Kung Fu Wa.