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Testimonio de dos ebrios.

( Continuación de " resaca y arrepentimientos " )





Abrió con una mano la puerta de su hogar sin dificultades a pesar del ser delgado y ebrio que cargaba en brazos, y la iluminación del exterior hizo acto de presencia entre las penumbras de la sala por unos segundos, no fué hasta que de un leve movimiento de su pierna cerró la puerta.

Comenzó a adentrarse en el lugar observando meticulosamente por dónde caminaba. El hombre que cargaba en sus brazos recargaba su cabeza en su hombro algo desorientado. Se mantenía tranquilo mientras  el mayor caminaba hacia la habitación extra que tenía el hogar, siendo un trayecto que sería silencioso de no ser por los comentarios incoherentes que aventaba el adulto de tez lila de vez en cuando, que aunque Patada no entendía, tampoco pretendía preguntar.

— Le vamos a pintar el cabello cuando sea pequeño para que no sepa que es adoptado... Y cuando crezca lo llevaremos a la milicia.

Aún siendo el comentario más gracioso y estúpido que hizo en toda la noche, optó por reprimir la risa.

Esa noche asistieron a un pequeño bar de la aldea para salir un poco de su zona de confort. Por lo general ambos bebían en el hogar del mayor para disfrutar únicamente del sake y la compañía mutua, pero ésta ocasión fué una excepción que el de mirada ámbar quiso incentivar.

Bien sabía que el menor quería verlo dopado hasta las orejas, pero no le ha dado el gusto. Tenía más cuidado con la cantidad de alcohol que consumía a compañía de Manipulens desde la vez que amanecieron casi encuerados en su habitación. Se sentía inseguro de lo que podría cometer emborrachado, por lo que últimamente el primero que cae rendido ante alcohol era Manipulens.

Se sentía más acomodado a la presencia del menor, aún si la mayoría del tiempo tiene que calmarlo y asegurarse de que no cometa una idiotez. Se acostumbró a verlo casi diariamente, y sintió la confianza entre ambos acrecentarse cuando Manipulens le habló sobre la fuente de su poder, el Golpe de Estrellas, confesándole que ya no estaba dispuesto a continuar manipulandolo por motivos de salud.

Ya habían pasado unos meses desde que Manipulens usó el golpe de estrellas, y estudiando sobre éste entendió que estar carente de poder hacía sentir al menor más ansioso, abatido y enojado que de costumbre. Creía que en cualquier momento regresaría a usar el golpe de estrellas por una recaída, pero no era así, no lo ha usado en meses, y él en agradecimiento se aseguraba de cuidarlo para disminuír la ansiedad en su cuerpo.

Otra cosa que también sucedía era que Manipulens se había vuelto más apegado a él desde que le comentó que habló con la familia que le propuso un casamiento, mencionando que no habría matrimonio, cosa que provocó una sonrisa en el rostro del otro. Había adquirido un fuerte gusto por molestarlo y coquetearle de forma indirecta, siempre haciéndole creer que sus insinuaciones eran cosa suya, aunque ambos sabían que no era así, pero no es como si a Patada le molestase.

Aunque él podía asemejar lo que tenían a una relación, Patada se aseguraba de que no había un sentimiento de por medio que incitaba el que ambos permanezcan juntos. Hay cosas que aún quiere dejar que fluyan, y si realmente estaba comenzando a sentir algo por el adulto de tez lila, no piensa hablarlo hasta sentirse completamente seguro.

Flor De Melocotón || KicknipulensDonde viven las historias. Descúbrelo ahora