Experimento 310.

Capítulo 40

Antes de leer, quiero que sepan que en Multimedia les dejé una imagen para que tengan una idea de como más o menos le quedó la cicatriz a Sam... Ahora sí, a leer y a disfrutar.

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Llevaban dos día ya caminando en busca de alguna clase de salida, Sam sabía que si se encontraban en lo alto de una especie de Colina, entonces significaba que debían bajar siguiendo una especie de camino de tierra, así andaban, despúes de haber saciado sus estomagos comenzaron a andar, despúes de estar unas 6 horas perdidos sin saber a donde ir en específico, consiguieron ese pequeño camino angosto y Sam les dijo que debían seguirlo, todos de inmediato fruncieron el ceño confundidos pero por las miradas que les dió el felino era mejor no cuestionar nada.

Caminaban en bajada tratando de ninguno caerse por lo resbaloso que se encontraba o incluso no tropesar con las piedras.

Suerte para Sam que no había un sol matador ni mucho menos caluroso, el día se encontraba nublado y frío y las ramas de los enormes árboles que se cernían sobre ellos los cubrían por completo.

Pero aún así, no se detenían, Sam tenía la fuerte certeza de que ese camino debía llevarlos a algún lado, pues por alguna razón se encontraba allí.

Ya en la tarde el día se estaba oscureciendo, era la señal perfecta para saber de que venía ya la noche y debían buscar un refugio para poder descanzar, Sam se lo comunicó al felino y este asintió encargandose de ello junto a otros machos, ninguno habló ni decían nada, sólo estaban allí para seguir ordenes que les favoreciera y otros tantos sólo hablaban en murmuros que no podían llegar a los oídos de Sam pero el felino aunque los escuchaba perfectamente sólo los ignoraba.

Sam se sentó en una roca seguido de los demás, ninguno de los fallos eran capaces de dirigirse a ella o si quiera mirarla porque para ellos era extraño estar tanto tiempo cerca de una humana, pero eso no les impedía sentirse bien a su lado incluso respetarla porque la consideraban la lider de la manada, la persona que los guiaba.

Porque sí, ya ellos se consideraban una pequeña manada que debían cuidarse uno a los otros, y aunque el Felino para ellos era el Alpha, la humana era su lider.

Minutos despúes la voz de la hembra se escuchó.

-¿Estas segura que sabes lo que haremos o a donde llevarnos?

Sam la miró encogiendose de hombros.

-Lo primero creo que sería salir de este lugar y lo segundo no tengo ni la menor idea de que haremos despúes, dejemos que el viento nos guie. - Sam le sonrió levantando el rostro para mirar el cielo y poder respirar, el aire puro de la naturaleza nunca se había sentido tan bien como ahora.

-¿Estas diciendome que no tienes ningún plan para nosotros? Tecnicamente nos estas llevando a la muerte - Soltó 309 frunciendo el ceño molesta.

Sam volvió a reir.

-No, solo estoy diciendo que no se que haremos, ustedes son los que se estan llevando a la muerte solitos al venir, practicamente les dije que podían quedarse en este lugar y buscar un refugio donde poder vivir mientras yo buscaba la manera de proveerles algo.

- Si, recuerdo eso - La hembra se puso una mano en la cara como pensando - Nos querias abandonar.

Inmediatamente Sam volvió a mirarla, esta vez era su turno de fruncir el ceño.