Cap. 27

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—Quédate quieto 310 o me veré forzada a tener que sedarte — La severa amenaza de Mónica había resonado por todo el lugar, el felino tenía a todos nerviosos y trabajando asustados.

Cada tanto gruñia y cuando algúno de los ayudantes de Mónica se acercaban a Sam o intentaban tocarle, de inmediato tenían al felino sobre ellos apartandole las manos o gruñendole en la cara.

Como era en este caso donde asesinaba con la mirada a un jóven chico que era nuevo apenas.

—Aléjate de mi hembra mugroso humano.

Trabajar con 310 era más difícil de lo que se veía, todos estaban en tensión intentando no alterarlo.

Mónica enfundada en una bata blanca, mascarilla y guantes intentaba sacar la bala que se había incrustado casi llegando al riñon.

El felino daba vueltas y caminaba de un lado a otro como quien vigilaba a su presa, su mirada no se apartaba de la humana y de lo que hacían con ella.

Mónica pidió ayuda al chico para que presionara un tejido pero en lo que esté dió el primer pasó Red ya lo tenía sujetado del cuello dispuesto acabar con él.

—Te advertí que te alejaras de mi hembra. Es mía — Le rugió en la cara y el jóven tembló pensando que ese era su fin, pero un Guardia levantó su arma contra el felino haciéndo que este soltara al humano de inmediato.

—Me estás poniendo de los nervios y no dejas a mis empleados trabajar en paz, si quieres que ayudemos a tu hembra entonces deberias calmarte. Ricardo sólo está ayudando no le va a hacer nada.

La verdad era que Mónica quería acabar lo más pronto posible todo esto, nunca había interactuado con el felino de está forma sin tenerlo prácticamente drogado.

Tener a Sam con él tenía sus beneficios ya que usándola a ella era fácil manejarlo, el felino era capaz de todo por su humana.

Y aunque ardiera de celos por dentro y algo en ella se revolvía de escuchar cada vez que decía que la mocosa era suya o la nombraba su hembra debía ser y actuar profesional.

Primero debía salvar a la estúpida humana que se creía héroe por intentar evitar lo inevitable.

Curarla a ella era más difícil ya que si la bala hubiese caído en el felino, tratarlo era más fácil, porque su cuerpo inmediatamente la iba a rechazar y la sacaría por sí solo, igual que tenía la habilidad de regenerarse.

Pero la mocosa no, su recuperación iba a ser ahora lenta y con muchos cuidados, atrasando todo lo que había conseguido.

Suspiró cuando volvió a escuchar a 310 volver a gruñir, tenía a su gente trabajando con miedo y aunque intentaron sacarlo para que los dejaran trabajar se negó rotundamente volviéndose de nuevo agresivo.

Por otro lado, Mónica tenía que buscar la manera de sacarle sangre al felino para evaluarla, no sabía que había pasado en su cuerpo y por qué había rechazado el dardo tranquilizador, normalmente después de inducirlo a los pocos segundos caía dormido, pero en este caso, todo había sido diferente.

Sabía que 310 no iba a darle de su sangre porque se lo pidiera, primero lucharía antes de dejarse sacar algo para las pruebas.

Pero primero, debía concentrarse en curar a la chica y luego revisar que no haya sufrido daños mayores, incluso debía hacer un eco en busca de alguna señal que le diera positivo.

Así que sí, tenía mucho trabajo por delante.

—Quieres hacerme el favor de dejar de moverte, me desconcentras.

—No me digas que tengo que hacer maldita humana, hago lo que se me da la gana.

Mónica dejó de hacer lo que estaba haciendo para voltearse a ver al felino. Estaba encendida en cólera sorprendida ante tal rebeldía.

¿Que había pasado con el dócil y sumiso felino?

—Primera y última que me hables así en tu patética vida, ¿se te olvida quien es tu ama? Es a mí a quién tienes que obedecer, luchar por mí que te he atendido todos estos años, me debes respeto, pero en cambio solo intentas matarme.

Red dió 5 largas zancadas por el lugar hasta ponerse delante de la humana malvada. La levantó por el cuello rojo de ira quería acabar con la imbécil esa, pero a cambio  sólo conseguiría su muerte teniendo a los guardias apuntándole a la cabeza y no podía darse el lujo de dejar a la hembra sola con estos miserables.

—Sólo dignese a salvar a mi hembra de la muerte porque si algo le llega a pasar, aquí la siguiente muerta serás tú. Y yo no te debo respeto de nada estúpida humana.

La soltó con brusqueda alejándose para postrarse sobre la pared que quedaba al rincón de atrás pero sin perder de vista lo que hacían con Sam.

Mónica sostuvo su cuello con las manos, respiraba con fuerza sintiéndose enojada, no sabía en que momento todo se estaba descontrolando o que el felino se le estaba yendo de las manos.

Debía actuar rápido, porque 310 se estaba tomando atribuciones que no le convenían y todo era por la estúpida humana que había traído.

Ella misma se había ofrecido para el experimento de críar en su vientre a la cría del felino, pero los exámenes revelaron que no era acta para tal cosa, sus óvulos no resistirían y terminaría muriendo.

Por eso tuvo que mover cielo y tierra hasta dar con alguien que si fuera capaz y tuviera la fortaleza de llevar al descendiente del felino, pero sobre todo que fueran compatible, los resultados fueron a la estúpida humana que ahora estaba operando.

Lo que en un principio pensó que iba a ser fácil resultó más difícil de lo que creía, Mónica pensaba que sólo era darle un dulce coño al felino para montar y ya pero nunca imaginó que pudieran vincularse y crear una conexión.

Impotencia sentía al ver cómo le quitaban a su macho, pero internamente hacía una promesa que esto no iba a durar mucho porque pronto vendría lo que siempre tuvo que pasar.

310 se transformaría en una pantera por completo dejando de lado su humanidad para vivir como un Felino Salvaje, sin que haya nadie que pueda domar a la bestia, antes de eso tendría a su cría para seguirlo evolucionando y poder venderlo a otro laboratorio, estaban dispuestos a darle una buena suma de dinero por la cría.

Pero sobre todo la muerte de Sam.

Ya que si llegaba a quedar en cinta no era cien por cierto verdadero que pudiera resistir el embarazo y en caso de hacerlo moriría en el parto.

Todo daba vuelta a un mismo final.

310 transformado, la muerte de Sam y Mónica con la cría en sus manos.

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Últimamente los capítulos se me están haciendo un poquito complicado escribirlos y expresarlos, en mi mente está todo en orden de lo que pasará hasta el final pero a la hora de plasmarlo y desarrollarlo se me está haciendo difícil, duro hasta dos días escribiendo intentando conseguir las palabras adecuadas la mejor manera de expresar y desarrollar los hechos.

En fin, denle mucho amor y dependiendo de los votos y comentarios subo el siguiente 😉 Chao, chaooo mis lectores favoritos que me están acompañando en este viaje, y a los lectores fantasmas tambiéntambién. Se les quiere. 🤭

Experimento 310.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora