Capítulo 39

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—Bien, entonces ¿Que haremos? — Había preguntado Sam al verse más calmada, cada uno de los fallos habían sentido su olor a tristeza Entristeciendolos a ellos también...

Sam soltaba un olor demasiado dulzón parecido a las fresas con miel, los fallos se sentían atraídos hacía su olor pero no de manera extraña, si no más bien positiva, a su alrededor se sentían relajados y en calma, algo que nunca habían conseguido encerrados pero que ahora estaban conociendo.

Ahora podían entender la atracción del felino hacía la humana, porque se habían dado cuenta que la dulzura de Sam no la tenía cualquier humano, y ellos se sentían dichosos de poder tener esa paz cerca de ella.

Se encontraban sentados todos en círculos admirados por la belleza de Sam viendola hablar, menos los 6 fallos que sólo tenían ojos para su hembra y nadie más, aunque no podían negar que se sentían demasiado bien ante el ambiente relajado.

—No podemos ir a la ciudad ni a cualquier otro pueblo cerca porque ustedes lamentablemente llamaran demasiado la atención. Necesitamos buscar un refugio donde vivir y también necesitamos alimentos, no podemos estar cerca de ningún otro humano así que creo que lo más conveniente sería quedarnos por aquí lejos de todo.

La humana soltaba palabras tras palabras intentando buscar los pros y contras de la situación, iba a ser bastante difícil empezar de nuevo ya que para ella podía ser fácil porque tenía un departamento en la ciudad y podría buscar trabajo, podía seguir con su vida como si nada pero al mirar al felino detrás de ella sabía que no podía abandonarlo ni tampoco a los presentes frente a ella.

Para ellos, Sam era su única esperanza de una vida mejor, Sam tenía conocimiento del mundo y como funcionaban las cosas podría guiarlos y enseñarles a vivir adecuadamente ya que todos dentro de las instalaciones sólo conocían la ira y el dolor.

—Entonces ¿Que propones humana? — La única que hablaba era 309 y por supuesto el felino, el resto de los fallos sólo se mantenían en silencio dispuestos a aceptar cualquier cosa que les permitiera vivir en armonía.

—Bueno, tendremos que caminar y buscar un lugar acto para quedarnos, ya sea un terreno amplio donde establecernos, yo podría ir al pueblo más cercano y conseguirles algo de ropa — Los miró a todos dándose cuenta que solo llevaban un mísero pantalón roto y el resto desnudo, incluso la hembra acostada en las piernas de uno de los fallos sólo tenía una camiseta que le quedaba grande y tapaba sus muslos. — Si, en definitiva necesito conseguirles ropa, y utensilios de aseo, tengo un par de ahorros guardados que creo que me servirán bien pero tengo un sólo problema.

—¿Cual? — Soltó el felino viendola con el ceño fruncido, su humana estaba buscando soluciones y eso le agradaba mucho.

— El lugar donde vivo queda bastante lejos de aquí, en realidad no sé en donde estamos ubicados pero creo que bien lejos de la ciudad, allí tengo mi departamento junto con mis tarjetas y esas cosas.

Todos se miraron entre sí, algunos entendían lo que la humana decía otros simplemente les daba igual.

—Entonces, serán muchos días de viaje tanto como para saber dónde queda el pueblo más cercano y conseguir un bus o algo que nos lleve a la ciudad y luego venir de regreso, no sé si ustedes podrían esperar tantos días por mí.

Inmediatamente todos fruncieron el ceño ante las últimas palabras, el felino susurró un sorprendido "¿Que? " Y la hembra acostada se levantó viendola fijamente, en realidad todos la veían como si le hubiese salido dos cabezas.

—¿Que? ¿Por qué me miran así?

—¿Estás pensando en dejarnos? — Dijo 309 indignada con una mano en el pecho — ¿Después de que te salvé la vida? Wao no pensé que fueras tan desagradecida, pero ¿De que me sorprendo? Al fin de cuentas eres una humana.

—¿Y tú quién eres para hablarme así he? La primera vez que nos vimos me veías como si me odiaras.

—Si bueno, no te culpo la verdad pensé que eras uno de ellos.

—¿Entonces como te atreves a decir algo así?

Ambas se enfrascaron en una discusión, los fallos las veían aburridos esperando que terminaran, ya hace horas que había amanecido y el hambre estaba comenzando a aparecer.

—El hecho de que seas la melliza de Red no te da derecho de tratarme como lo haces...

—No me interesa ser nada de tu macho, sólo digo que nos quieres abandonar, recuerda que gracias a nosotros es que salistes de allí, ¿Ves? — Dirigió su mirada a la del felino — Te dije que no confiaras en esa humana.

310 gruñó porque la hembra ya se estaba saliendo de sus límites, la verdad es que Sam en cuánto estuvo mejor les confesó todo lo que sabía respecto a ellos, les dijo que eran unas pruebas fallidas pero se sorprendió al saber que todos entendían y sabían lo que pasaba a su alrededor, no tenían su mente tan vacía como la bruja de Mónica le había hecho creer, les contó del parentesco que 310 y 309 tenían pero para ambos eso fué algo irrelevante, les dió igual ya que los dos nunca se habían conocido ni creado ningún lazo de hermandad, para el Felino seguía siendo una hembra fastidiosa y para la hembra era un simple Alpha.

Le reveló al felino el porqué la habían secuestrado y que es lo que quería Mónica con ella, fué una noche larga de confesiones pero al final lo que contaba es que estaban todos juntos en libertad.

Los fallos se presentaron todos en números y se sorprendió al saber el lazo de conexión que tenían 309 y los 6 machos.

Sam respiró con fuerza pidiéndole paciencia al cielo, la hembra podía sacarla de sus cavales en cuestión de minutos.

—Lo que quiero decir es que será un viaje largo para mí, no digo que los estoy abandonando ni nada, si no escuchastes bien dije claramente que no sé si ustedes esperarán a que yo regrese. También dije hace unos momentos que no podemos ir al pueblo o llevarlos a la ciudad porque llamarán la atención, ¿O a caso no has visto la pinta que tienen?

El felino detrás de ella tenía su cabeza recostada en un árbol con los ojos cerrados, la verdad no le importaba nada de lo que hablaran porque sabía perfectamente que no la dejaría sola, a donde ella fuera, él iría.

—Bueno, nosotros ir contigo y ya está, fin de la discusión.

Dijo uno de los machos levantándose para volver a ir a cazar algo, si Sam no se equivocaba era 145, los miró a todos con la boca abierta, sus miradas estaban decididas a ir con ella y pareciera que se hubieran metido sus palabras por donde no brillaba el sol.

Se giró a mirar al felino en busca de ayuda pero este lo único que hizo fué encogerse de hombros.

—Bien, partiremos después de comer — Soltó de la nada haciendo molestar a Sam, ella pensando en la seguridad de ellos y ellos queriendo revelarse ante la humanidad.

—¿Si sabes que esto es un suicidio verdad?  Hay más humano allá afuera.

—Lo sabemos, no somos tan tontos dulce humana.

—¿Entonces? ¿No les dirás nada?

—Cada uno de ellos sabe cuidarse, confía  en tu manada — Y con esto, el felino finalizó la conversación plantando un gran beso en sus labios que la dejó aturdida.

¿Manada? ¿Que quiso decir 310 con que confíe en la manada?

Lastimosamente los fallos y hasta el mismo 310 no estaban en sus planes quedarse en el bosque lejos de todo, tenían curiosidad por saber que había más allá de los enormes árboles y sobre todo el felino de conocer aquellas cosas que Sam tanto le habló sobre el exterior.

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Buenooo mi gente bella y preciosa, capítulo nuevo por aquí para ustedes con mucho amor.

Ayer no les subí cap porque estuve súper ocupada.

¿Que opinan del capítulo de hoy?

La verdad es que yo quería dejar la historia hasta donde ellos salían en libertad, pero aún no estoy lista para despedirme de mis felinos 🥺

Entonces, tuve una enorme idea respecto a la historia, ¿Les gustaría saber cómo nuestros fallos conocen el mundo?

Los Leo en los comentarios, se les quiere y con mucho cariño me despido 🥰

Experimento 310.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora