Capítulo 51

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Sam abrió los ojos pero de inmediato los cerró al verse escandilada por la luz de una bombilla en el techo, sintió su cabeza doler y palpitar, poco a poco abrió con pesar sus parpados acostumbrandose a la luz, un techo blanco invadió su visión y la voz de un hombre llamó su atención.

-Hola Sam, me alegro muchisimo que hayas despertado.

Sam miró a este extraño hombre un poco confundida, notó que iba vestido de blanco como una especie de enfermero y le sonreía como si la conociera de siempre.

-¿Quien... - Sam carraspeó, su voz se sentía pesada e incomoda como si hace mucho que no la usara - ¿Quien... eres... tú? - Intentó volver a decirlo y esta vez le salió un poco más ronca pero al menos le salió.

-Oh, mi nombre es Davis Smith y he sido tu enfermero desde que ingresastes aquí - Sam abrió desmesurada los ojos, intentó levantarse pero su cuerpo no respondía a sus ordenes.

 ¿Como dijo que se llamaba?

 -No, no, no te muevas acabas de despertar y puede ser riesgoso, necesitamos revisarte para saber que no hayas tenidos graves contuciones, no te muevas llamaré a la doctora. - El hombre salió apurado de la habitación dejandola sola con sus pensamientos.

Sam suspiró un poco y levantó sus manos frente a su rostro, su cuerpo se sentía débil y pesado, su garganta dolía e instintivamente llevó una de sus manos a su vientre notando que donde se encontraba el pequeño bulto ahora estaba plano.

Las palabras que el felino le había dicho por última vez resonaron en su mente, Sam se encogió en su sitio dandose cuenta de que había regresado a su cruel realidad, momentos despúes la puerta volvió abrirse dandole paso al mismo hombre enfermero seguido de una mujer rubia.

- Estaba cambiando su suero cuando note que se movía, ha intentado levantarse pero le dije que mejor era esperar a que la revisaran.

-Bienvenida Señorita Capprielo, es una alegría que al fin hayas despertado, mi nombre es Mónica Sanchez y soy la doctora encargada de tu caso.

Sam no lo podía creer, la mujer intentó acercarse pero ella negaba, se intentó levantar de nuevo pero rapidamente el enfermero la sujetó.

-Sueltenme, dejenme - Empezó a gritar y a moverse desenfrenada, la doctora Monica intentaba hablarle para hacerle entrar en razón pero Sam no prestaba atención a nada - No te me acerques no, eres malvada, eres cruel dejame ir.

-Necesito que te calmes por favor, estas muy alterada.

Sam se removía en su sitio intentando que el hombre que la tenía sujeta la soltara.

-No, no, ¿Que hago aqui? por favor no me hagan daño.

-Señorita Capprielo dejeme explicarle por favor, pero necesitamos que se calme primero, ¿si?

Sam estaba asustada, la misma mujer vestida de bata blanca que decía ser su doctora era la misma Monica que le hizo daño a su felino, la misma que le había hecho daño a ella, la diferencia era que esta Mónica tenía el cabello más largo y sus facciones se veían amables.

-¿Donde esta? ¿Donde lo tienes? - Preguntó Sam con su respiración agitada, su cabeza dolía tanto que sentía que le iba a estallar.

-¿A Quien? - La doctora hablaba con calma intentando no volverla a alterar.

-¿Que hago aqui? ¿Donde esta Red? - Volvió a insistir Sam, la Doctora y el enfermero se vieron extrañados entre sí.

-¿Quien es Red, Sam? cuando te encontramos estabas sola.

Eso llamó su atención ¿Como que sola?

-No se de que habla, ¿usted esta loca o no se acuerda de todo lo que nos hizo?

Experimento 310.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora